Víctor, de 13 años; Walter, de 10 y Sergio, de 8, formaban parte de una familia de 10 personas entre hermanos, mamá y papá. Eran los más chicos de un clan que el mismo día de la tragedia se reunió para celebrar el cumpleaños de Víctor. La conmoción no cesa.
Fredy Samudio. Radio Libertad
El domingo último las aguas del río Paraná volvieron a ser noticia en Misiones luego de que tres hermanos de entre 8 y 13 años desaparecieran de la superficie cuando se bañaban en un lugar no habilitado, en una zona conocida como Picada Cárdenas.
Los cuerpos de Víctor, de 13 años (los cumplió ese mismo día); Walter, de 10 y Sergio, de 8, desaparecieron el domingo cerca de las 17 y fueron rescatados por personal de Prefectura Naval Argentina recién el lunes por la mañana.
Los tres formaban parte de una humilde familia compuesta por ocho hijos y sus padres, quienes vivían en una vivienda ubicada en inmediaciones del sitio donde ocurrió la tragedia.
El director de FM Signos, Fredy Samudio, reveló que se trató realmente de una tragedia que golpeó a la ciudad, la que se vivió el domingo. “Hay que recordar que en esa zona hay mucha gente que va a pescar, que se va a refrescar porque, además, con el intenso calor, mucha gente se acerca al río Paraná”, explicó Samudio y agregó que cerca del lugar también está el club de pesca Cai Mano, que, si bien pertenece a Puerto Libertad, también es una zona muy utilizada desde la costa.
El periodista describió que en esa parte del río hay una especie de remanso y que debido a la bajante que experimenta el Paraná, emergieron piedras en las que algunas personas se paran para estar cerca del agua. “Los chicos no tomaron los recaudos necesarios. Esto es una tragedia que uno no lo puede pensar, no le entra en la cabeza”, lamentó y recordó que el sitio no está habilitado como balneario.
Tragedia
El domingo, cerca de las 17, los tres hermanos de apellido Guillén, se metieron al río Paraná en la Picada Cárdenas con ganas de aplacar el intenso calor del verano misionero. Ese mismo día, el mayor de los tres, Víctor, había cumplido 13 años y el festejo familiar se había realizado ese mediodía en la casa familiar, ubicada en inmediaciones del sitio.
Por causas que todavía no quedaron claras, Víctor, Walter y Sergio desaparecieron de la superficie. Sus cuerpos recién aparecieron al otro día, por la mañana, tras una intensa búsqueda de la que participaron buzos de la Prefectura Naval Argentina, fuerza que posee un destacamento en inmediaciones del lugar. A las 9 de la mañana aparecieron los cuerpos de los dos más chicos mientras que el mayor de los tres apareció 20 minutos después.
El médico policial que examinó los cuerpos, que fueron reconocidos por el propio padre de las criaturas, determinó que la causa de la muerte fue la asfixia por inmersión.
Según trascendió, la municipalidad de la localidad de Wanda asistió a la familia para el velatorio, que se realizó en la propia vivienda familiar y la posterior inhumación de los cuerpos, que se tuvo lugar en el cementerio local, el mismo lunes a las 17, justo 24 horas después de que el río se llevara sus vidas.
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