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Coronacrisis: pese a la gradual reapertura del turismo en Misiones, dos hoteles de Puerto Iguazú cerraron sus puertas y remataron sus bienes

Si bien la actividad comenzó a reactivarse, el movimiento aún es escaso en comparación con temporadas pasadas y hoy no logran cubrir los costos. Emprendedores que habían trabajado en años anteriores de manera excelente, generando puestos de trabajo y rentabilidad de la mano del crecimiento del turismo en Misiones, fueron vencidos por la pandemia de coronavirus que paralizó el mundo y puso fin al trabajo de varios años.

 

“Abrir ahora es para perder plata”, lamentó el dueño de un hotel que decidió cerrar sus puertas en Puerto Iguazú.

 

Jorge Burton vive en Puerto Iguazú hace 17 años, hasta hoy era el dueño del Hotel Natural Iguazú, pero debido a la pandemia, decidió cerrar el emprendimiento y rematar todo lo que podía del lugar para empezar de nuevo.

 

La pandemia del coronavirus sigue golpeando fuerte a emprendedores turísticos de la ciudad de las Cataratas. Es que el turismo en Puerto Iguazú pesar de las últimas aperturas tras meses de inactividad, en este momento alcanza menos del 10% de su movimiento previo a la aparición del COVID 19, según afirman comerciantes de la ciudad.

 

A los cierres y mudanzas masivas de locales comerciales que se sucedieron desde marzo del año pasado, en los primeros días del 2021 emprendimientos hoteleros con 10 o más años de funcionamiento, tomaron la misma decisión. Este es el caso del Hotel Natural Iguazú que se encontraba en pleno centro de la ciudad, sobre la Avenida Córdoba.

Consultados sobre como tomó la decisión, su dueño explicó: “Aunque no parezca, tomar la decisión fue muy fácil. Sobrevivimos el año pasado, vendiendo nuestras cosas con la esperanza de que se renueve el turismo primero en julio, después en septiembre, después en verano. Pero si uno se pone a mirar la situación nos espera un año igual o peor. Para que sea rentable abrir, el movimiento turístico tiene que ser el que teníamos en febrero o marzo del año pasado. Ahora no llega ni al 10% del movimiento normal y abrir ahora sería solo para perder plata”.

 

Burton relató que, al estar en un lugar céntrico, ubicado a dos cuadras de la terminal de ómnibus, por la misma calle, se trabajaba muy bien durante todo el año y manteniendo una ocupación cercana al 100%. Además, destacó que, si bien el lugar era alquilado, los dueños del lugar “se portaron muy bien” y desde abril no le cobran el alquiler, sin embargo, debido a la situación de la enfermedad que paralizó el mundo, consideró que lo más justo era cerrar el lugar y darle el paso a otro que pueda generar ingresos allí.

 

Respecto a las políticas de contención al sector por parte del gobierno nacional, destacó el ATP que recibieron los trabajadores, pero apuntó contra el municipio afirmando que “no hizo nada para ayudarnos ni contenernos”.

 

En lo que respecta al remate, que solo fue anunciado por redes sociales, fue positivo. A pesar de que la cita era a las 14 horas, “desde las 9 de la mañana ya vino gente a preguntar y se vendió casi todo”, contó una de las encargadas de recibir a los interesados.

 

Similares situaciones vivieron otros emprendimientos que tomaron la misma decisión, ya que los vecinos de la ciudad también aprovechan esta situación para hacerse de mobiliario de calidad, en buen estado a un precio de remate.

 

Se podían encontrar en el lugar colchones desde 4 mil pesos, televisores Smart por 35 mil pesos, chifoniers desde 6 mil, heladeras exhibidoras por 45 mil y juego de sábanas desde 800 pesos, que fueron los artículos que rápidamente se agotaron.

 

Respecto a su medio de sustento luego del cierre, Burton respondió “No voy a arrancar otro emprendimiento de nada, nunca más en este país” y afirmó que se dedicará al mantenimiento de una chacra que posee en la zona periférica de la ciudad de la Cataratas conocida como “las 2000 hectáreas”. “La tierra es rica, lo que plantas crece y vamos a aprovechar eso por ahora, más adelante no sé lo que voy a hacer”.

 

Segundo hotel que cierra en enero en Puerto Iguazú

 

Los primeros días de enero, otro hotel que cerró sus puertas fue el Apart Hotel Bosetti, ubicado en el centro de Iguazú. El hotel había cumplido 10 años de funcionamiento el año pasado y si bien tenían planeada la reapertura para inicio del año luego de estar 10 meses cerrados, por la baja en las reservas no fue posible y tomaron la difícil decisión de cerrar, rematar las cosas y vender el lugar.

 

En ese momento, Federico Rodríguez, dueño del Apart contó a LaVozDeCataratas que “El hotel siempre funcionó perfecto, pero después de 10 meses se hace imposible continuar. Los que salen perdiendo siempre son las pymes y esta vez al que peor le fue es al turismo porque esto no tendría que estar pasando.”

 

Respecto a la situación, desde la Asociación de Hoteles de Turismo, afirmaron que, si bien el 90% de los hoteles afiliados están trabajando, la ocupación es muy poca. Por lo tanto, los emprendimientos medianos y pequeños toman la decisión de cerrar ya que los costos que implica reabrir un hotel, no se logran cubrir con el nivel de ocupación existente en la ciudad.

 

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