Informe Especial | Se cumplieron 11 años de la tragedia del Río Paraná, el dolor que quedará en el corazón de los misioneros por siempre

Hoy el río Paraná se encuentra tranquilo, sereno y espléndido, pero hace 11 años la historia era muy distinta. El 16 de enero del 2010 comenzaba la 80° edición del cruce a aguas abiertas, una competencia que mostraba el ADN de los nadadores misioneros y que invitaba a un espectáculo deportivo admirado en  toda la región. Pero este día se volvió tan oscuro que quedará en la memoria de Misiones para siempre.

 

 

Fueron 75 competidores los que iniciaron la 80° edición del cruce del río de Paraná en el marco de la segunda fecha del campeonato misionero de aguas abiertas y se habían preparado por meses para nadar 6 kilómetros en un recorrido que comenzaba en Encarnación (Paraguay) y finalizaba en Posadas (Argentina).

 

La tradicional competencia de natación a aguas abiertas se realizaba desde el año 1943 y unía a dos países en un cruce que era esperado  por todos. Las ciudades se preparaba para celebrar la edición, los nadadores estaban ansiosos por una travesía que los había dejado sin dormir la noche anterior, piragüeros que se prepararon para ser los ojos de los competidores y familiares, amigos, espectadores se reunían a la vera del río Paraná para ver un espectáculo único en la región y en la provincia de Misiones. 

 

 

“Para llegar al aguas abiertas siempre hay una preparación especial porque era una carrera importante conocida en la provincia y en el país. Ese mes y esa semana previa al cruce el ambiente era distinto tanto en los entrenamientos como en la ciudad. La gente se preparaba  para vivirlo, los distintos nadadores, competidores, familiares, amigos, te alentaban”, recuerda Lucas Londero, uno de los nadadores que participó del cruce ese 16 de enero. 

 

Muy temprano ese sábado, los nadadores fueron trasladados en lancha hacia el puerto paraguayo de Pacú Cúa, ubicado sobre el margen derecho del río en dirección al Club del Instituto de Seguro de Posadas. La expectativa estaba a flor de piel y los nervios se apoderaban del lugar. 

 

río paraná
Explicación del recorrido que debían realizar los nadadores ese día. Foro archivo.

 

“Teníamos lindo tiempo al principio, nos trasladaron a todos los competidores en una lancha previo control de la Prefectura y cuando llegamos allá nos dieron la charla técnica. Después nos metimos al agua y largaron. En la costa no se advertía demasiado movimiento de agua, pero a medida que íbamos nadando el agua se puso más picada”, contó Viviana Cukla, nadadora del cruce en el año 2010. 

 

 

Se estima que la largada fue alrededor de las 10 de la mañana y para ese entonces el tiempo había tenido un giro inesperado. Una tormenta subtropical se formaba sobre el río Paraná provocando olas de hasta un metro de altura que anunciaba una competencia difícil y solo el que mejor enfrente al río iba a consagrarse victorioso.  

 

Del otro lado del río familiares, amigos, entrenadores y espectadores, esperaban ansiosos la llegada del primer nadador, sin saber que pocos minutos después la palabra “tragedia” inundaría el lugar al igual que lo estaba el Puerto de Posadas

 

Transcurridos unos 20 minutos y con un río picado, el primer pelotón de nadadores y piragüeros se dieron cuenta que una barcaza sojera se cruzaba en su trayecto. A 300 metros de la largada, una fuerte corriente debajo de dos barcazas que se encontraban ancladas comenzaron a “succionar” todo lo que había a su paso. La desesperación se apoderó de la competencia y el objetivo ya no era conseguir la victoria, sino luchar por sus vidas. Al menos 40 personas entre nadadores y remeros, fueron arrastrados por la corriente hacía de las barcazas. 

 

río paraná

 

“La fuerza que tenía el agua era increíble, me dejé llevar y ni siquiera fue una opción luchar, porque para mí era caso perdido. Me di por muerta y me puse en posición fetal, me tapé la nariz con la mano y sentía que me iba llevando. Me iba dando vueltas. No veía absolutamente nada. Era negro absoluto. Me quedé sin aire absolutamente y empecé a tragar agua. Fue en ese momento que vi un claro, ya no estaba bajo la barcaza, el agua me tiró al otro lado, salí, respiré y sobreviví”, contó Viviana Cukla. 

 

Esta misma situación la vivieron la mayoría de las personas que fueron succionadas por la barcaza, mientras que otros recibieron la ayuda de las lanchas de Prefectura y una moto de agua conducida por Mauro Bacigalupi, quien logró rescatar a 14 nadadores antes de tener que pelear por su propia vida.  

 

“Nunca vi la barcaza. Si sentí el oleaje, pero como el río estaba picado supuse que era el mismo río, nada más que no era un oleaje normal. Costó, se tragó mucha agua, costaba nadar. Cuando nos obligan a subir a nuestras piraguas, no entendía qué pasaba. Minutos después de haber llegado a la costa nos enteramos de lo sucedió”, relató Lucas Londero. 

 

 

No había pasado una hora desde la largada y el ambiente era muy distinto. La angustia, la desesperación, el caos, las lágrimas y los gritos de dolor se apoderaron de la competencia, del río y de la ciudad. Fueron 8 las personas que perdieron la vida y 2 estuvieron internadas en grave estado. 

 

Víctor Sessa (36), Fernando Solé Mases (12), Eugenio Raúl Seró (59), Sebastián Ruzecki (19), Nicolás Levequi (14), Manuel Leiva (57), Mauro Bacigalupi (28) y Luis Saide (56), perdieron la vida en la peor tragedia de la historia del deporte misionero.

 

río paraná
Fueron 8 las personas que perdieron la vida durante el cruce del Río Paraná. Foto archivo

 

Búsqueda y  dolor en el río Paraná

Desde el 16 de enero hasta el 5 de febrero la sociedad se abogó a reunir recursos para buscar a las personas desaparecidas. “Nosotros siempre vamos a estar agradecidos con toda la ciudadanía, porque gente de Posadas, Entre Ríos, de Corriente, de Chaco, de Santa Fe se enteraban y de alguna forma pedían colaborar. Si tendríamos que ir casa por casa para agradecer a uno cada uno de los que nos ayudó no nos alcanza la vida porque realmente fue un momento duro para muchas familias. Tuvimos ese apoyo, nos traían hielo, nafta, más embarcaciones, comida y realmente es una cosa  que te moviliza”, recordó Franco Bacigalupi, el hermano de Mauro. 

 

 

La búsqueda de las personas desaparecidas comenzó ese mismo día y hasta febrero se vivieron momentos de angustia, desesperación y desazón. En lanchas y kayaks, familiares, amigos, Prefectura Naval y todos los que se involucraron en la tragedia, buscaron sin cesar manteniendo la esperanza de encontrarlos con vida.

 

Luis Saide de 56 años, oriundo de Reconquista, Santa Fe, se ahogó y su cuerpo fue recuperado ese mismo 16 de enero. Quizás ese fue el verdadero inicio de la tragedia, que golpeo el corazón de los misioneros que no dejaban de buscar al resto.  Al día siguiente encontraron sin vida a Víctor Sessa (36) y Fernando Solé Mases (12), a 15 kilómetros río abajo. 

 

El lunes 18 de enero encontraron el cuerpo de Sebastián Ruzecki (19), a 4 kilómetros aguas abajo de donde estaban las barcazas, lo encontró un barco arenero. El 19 fue encontrado sin vida Nicolás Levequi (14) , que era acompañante de un nadador. 

El 20 de enero a 25 kilómetros del lugar de la tragedia, encontraron el cuerpo de Eugenio Raúl Seró de 59 años, que era profesor y nadador, había decidido que ese iba a ser el último cruce del Paraná en su carrera profesional. El 27 de enero encontraron sin vida a Mauro Bacigalupi (28), en la zona de islas ubicadas frente al Club Pira Pytá.

 

La búsqueda finalizó el  5 febrero cuando encontraron el cuerpo de Manuel Leiva (57), cercano al lugar en donde estaba Mauro Bacigalupi.

 

 

Ese día el dolor había llegado a su punto máximo, la soledad y el vacío se hicieron presentes. Fueron meses sin ninguna explicación sobre lo que había pasado, sin tener responsables  y sin encontrar paz para quienes perdieron la vida. 

 

Juicio de la Tragedia del Río Paraná 


El Tribunal Federal de Posadas condenó en el año 2014 al ex prefecto Jorge Antonio Lezcano a 4 años de prisión y 5 de inhabilitación por hallarlo culpable de homicidio culposo agravado por el número de víctimas y de 3 años y 6 meses de prisión al organizador del cruce del río Paraná del 16 de enero de 2010, Hugo «Tyson» Alfonso acusado de homicidio culposo agravado. 

 

Los dos únicos imputados del juicio por la muerte de ocho deportistas durante la competencia náutica entre Posadas y Encarnación fueron el encargado del operativo de Prefectura en aquella jornada, Jorge Antonio Lezcano y el organizador de la prueba, Hugo Alberto «Tyson» Alfonso.

 

 

“Sostengo hasta la fecha, con criterio jurídico que al organizador no debería habérsele hecho el reproche del tipo penal que se le hizo. Para ello la autoridad de aplicación revisa quiénes participan y si está todo bien, le ponen el sello y aprueban. Y Prefectura aceptó y prestó conformidad. Desde ese momento en que Prefectura acepta la competencia, la responsabilidad durante el transcurso del evento, desde su inicio hasta su final es de la autoridad de aplicación”, contó el abogado defensor de Hugo Alberto «Tyson» Alfonso, Patricio Mouseca.

 

 

Por su parte, el abogado defensor de los familiares, Eduardo Paredes, mantiene firme la culpabilidad sobre el accionar que tuvo la Prefectura Naval Argentina el día de la tragedia. “Tenemos que plantearnos el tipo de instituciones que tenemos y esperamos que Prefectura lo haya tomado en cuenta. Si las instituciones son un reflejo de la sociedad que está adentro y la sociedad está compuesta por personas, nosotros tenemos que reflexionar sobre el modelo institucional que tenemos en todos los años, en todos los niveles”, expresó.

 

 

Además contó que los primeros meses después de los ocurrido, la justicia no lo consideraba como un delito y que gracias a la perseverancias de los familiares consiguieron llegar al Fuero Penal. “En el momento que nosotros empezamos a trabajar estábamos solos, habían pasado cuatro meses y absolutamente no había pasado nada. Fue buena voluntad de la Fiscalía de la Tercera Circunscripción de Encarnación que facilitaron muchísimo el avance del expediente, pero básicamente fueron los familiares”, agregó.

 

Volver al Río Paraná 

 

La 80° edición del cruce del río Paraná fue la última que se realizó y desde entonces el evento se enlutó con la muerte de los 8 nadadores. Nada volvió a ser lo mismo para los familiares y para todos los que recuerden lo que sucedió en la mañana de aquel sábado.

 

“El cruce del Paraná era nuestro y ojalá que se pueda volver a hacer y dejar esa sensación porque el río es vida, como decía León, mientras que el río corra hay vida”, expresó Michel Seró, hermano de León, el profesor que perdió la vida ese día. 

 

 

Los sobrevivientes y familiares de las 8 personas que perdieron la vida, coincidieron en que el cruce del río Paraná se debe realizar nuevamente pero esta vez con la organización y la logística que se debió tener aquel sábado 16 de enero del 2010.

 

“No queremos otra tragedia, queremos que esto se evite. La mejor forma es haciendo prevención y concientizar a la gente, por eso siempre decimos que ya tuvimos un ejemplo que nos dolió mucho a todos. Ocho familias que perdieron a seres queridos, entonces no tienen que volver a pasar esto. Tenemos que mejorar y no olvidar”, enfatizó Franco Bacigalupi.

 

“No es la solución a esta tragedia, creo que Misiones debería continuar con sus actividades acuáticas, sobretodo en lo que son las aguas abiertas de acá a futuro y que vuelva a ser la competencia normal como lo era antes. Obviamente tener en encuenta la planificación, sobre todo en lo que es seguridad acuática y poder contar con los recursos, si sucede algo que la Prefectura esté preparada, que la gente que esté a cargo de la seguridad tenga los recursos para poder responder a las situaciones”, expresó por su parte Lucas Londero, quien ese día hacía por primera vez el cruce del Paraná y no lo volvió a repetir.

 

“Volvería a hacer un cruce del río Paraná, creo que lo tengo pendiente en mi vida, en cualquiera de sus partes. Yo quiero cruzar el río algún día, otra vez”, expresó la nadadora Viviana Cukla. 

 

En memoria de quienes perdieron la vida

Como todos los años, este sábado 16 de noviembre a las 10:15 de la mañana-horario de la tragedia- los familiares se reunirán en la Iglesia Stella Maris ubicada sobre calle Lanusse y Costanera, para realizar una celebración de la palabra en memoria de las 8 personas que fallecieron.

 

Luego realizarán una ofrenda de flores al río Paraná, último lugar en donde estuvieron con vida sus familiares y en donde hoy sus recuerdos descansan sobre la inmensidad del río y en el corazón de todos los misioneros para siempre.

 

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas