El verano es sinónimo de calor, piscinas y playas, y con ello las temidas otitis externas (oído de nadador), infecciones o los molestos dolores de oídos relacionados con el agua, se hacen presentes. La humedad retenida o los cambios bruscos de presión constituyen una fuente importante para el desarrollo de microorganismos y bacterias, sumando al uso de aire acondicionado produce muchas veces sequedad en la mucosa nasal u oral o la famosa rinitis e infecciones.
En los más pequeños y en esta época del año es imposible prohibirles los chapuzones en la pileta, pero los cuidados de infecciones en los oídos, la nariz y la garganta, debe ser algo para prestarle atención. Estas infecciones suceden cuando el agua que se queda en el interior de los oídos al no poder salir, produce un ambiente húmedo que favorece el crecimiento de bacterias y hongos que dan lugar a infecciones y molestias auditivas.
La especialista en otorrinolaringología, Gabriela Sosa Jost del Hospital de Pediatría Dr. Fernando Barreyro, comentó cuáles son las principales afecciones en los oídos, nariz y garganta de los más pequeños en el verano.
“Durante el año, son el oído tapado ya sea por cera o por el ingreso de agua o hongos e infecciones que suelen aparecer con más frecuencia en el verano y son las consultas más frecuentes por parte de los padres ante la consulta médica”, explicó.
¿Qué hacer cuando los niños tienen el oído tapado?
“Cuando el niño o la niña tiene el oído tapado se recomienda tener en la casa alcohol boricado, se coloca una o dos gotas en cada oído y el alcohol lo que hace es secar el agua sin necesidad de colocar hisopos o cotonetes que eso no hay que hacer. No se recomienda el uso de cotonetes o de hisopos para limpiar el oído, se limpia solamente con la toalla o con el dedo índice”, indicó Sosa Jost.
En caso de no mejorar esa sensación de oído tapado hay que concurrir al pediatra o al otorrinolaringólogo o al médico clínico. “En esos casos se da unas gotas que afloje la cera para poder hacer un lavaje o una extracción del tapón de cera”.
“También hay casos en la que los niños o los adultos presentan dolor de oído y fiebre sobre todo en el verano en que la mayoría tanto niños como adultos se meten a la pileta o a la playa, y pueden contraer la famosa otitis que es una otitis externa. Depende del grado de la otitis se le coloca gotas antibióticas y si es necesario antibióticos de vía oral según la gravedad del cuadro”.
2020: consultas frecuentes por introducción de objetos extraños nariz y oído
La experta también manifestó que el año pasado las consultas más frecuentes en el servicio de otorrinolaringología pediátrica fueron por objetos extraños que los niños se introducían en la nariz y el oído como por ejemplo frutitas de los árboles, goma espuma, pedacitos de autitos, la parte de atrás de los aros, papel, entre otros.
Y aclaró “cuando queda papel de diario o goma espuma en la nariz no es necesario sacar en el momento porque no se mueve, lo que si representa una urgencia que hay que sacar rápidamente son los canutillos, la pelotita para que no vaya a las vías inferiores los pulmones o la pila botón en nariz es muy peligrosa porque empieza a liberar un oxido y se puede perforar lo que es el tabique nasal eso significa una urgencia”.
En cuanto a la garganta con el tema de la pandemia y el poco contacto de los niños en la escuela las infecciones de la vía aérea se vieron disminuidas porque no hubo tanto contacto entre niños y hubo menos casos de las famosas placas en las amígdalas y “en el verano suelen aparecer algunos casos por el consumo de bebidas muy frías y el terere, para ello lo recomendable es evitar tomar cosas excesivamente fría y no compartir los vasos y el terere sobre todo en este momento de pandemia donde los síntomas de un dolor de garganta muchas veces se pueden confundir con los del coronavirus”.
En relación a las vías aéreas superiores como la nariz, Gabriela Sosa Jost explicó «para evitar ciertas enfermedades en las vías superiores como la nariz es aconsejable limpiar los filtros del aire acondicionado (AA) todo el año, porque el AA lo que hace es refrigerar con el mismo aire y va sacando la humedad del ambiente y trabaja con un aire más seco. Por eso a la mañana cuando nos levantamos después de haber pasado 8/ 6 horas con el AA sin tomar agua se seca mucho la mucosa nasal y la mucosa oral que sería la boca».
Esta situación se puede solucionar dejando la puerta un poco abierta o colocando una fuente con agua o usando los famosos vaporizadores de ambientes para que el aire no se reseque tanto y durante el día la diferencia es que uno va tomando agua y evitan que se reseque tanto la mucosa nasal y oral.
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— misionesonline.net (@misionesonline) January 14, 2021
La recomendación para prevenir las infecciones de oído, es hacer baños cortos, nadando por la superficie y siempre secando bien la zona al salir con la toalla sin introducir nada en el oído.
Resfríos de Verano
El paso del calor al frío y viceversa es el responsable de que nuestro organismo esté constantemente en alerta. Esto puede provocar, entre otras alteraciones, una irritación de las mucosas nasales.
Por ello, sus síntomas son básicamente nasales como la congestión y los estornudos, a diferencia de los catarros de invierno, que suelen afectar también a otros órganos como la garganta o incluso los pulmones. Además, por lo general, los síntomas de los catarros de verano suelen durar algo más que los resfriados de invierno.
El aire acondicionado puede ser un enemigo en el verano
El mal uso del aire acondicionado es la causa de la mayoría de los resfriados. Por eso es importante tomar una serie de precauciones para evitar que los aparatos de refrigeración faciliten el acceso de virus al organismo.
Mantenlo a buena temperatura: la recomendación es que los aires acondicionados entre 22º y 24°. Esto es fácil de controlar en casa, pero no en los transportes públicos o en la oficina. Para esos casos, lleva en tu bolso un chal o una campera y así poder abrigarte. Tampoco no se recomienda dormir toda la noche con el aire, evitar los entornos muy secos o poco ventilados y no abusar del consumo de helados.