En un mundo hiperconectado, es de gran importancia saber qué tipos de medidas pueden ser tomadas para evitar ciberamenazas.
Sin duda, el robo de información sensible es una de las preocupaciones más grandes que enfrentan las organizaciones y personas, sobre todo porque la suplantación de identidad es una de las prácticas que más ocupan los hackers por estos días para cometer sus ciberdelitos.
De acuerdo a cifras de la industria, y sólo para ejemplificar lo anterior, cada día aparecen más de 350 mil nuevos malwares en el mundo, es decir, programas maliciosos como los virus, ransomwares y spywares, entre otras amenazas.
“Hoy la información es uno de los activos más importantes que posee una compañía. No hay que olvidar que vivimos en la era de la información. Por ende, ser víctima de la sustracción o filtración de datos claves puede traducirse no sólo en desprestigio y pérdida de confianza en el mercado, sino que incluso en el cese de las operaciones o quiebra de una empresa”, advierte Francisco Fernández, gerente general de AVANTIC.
En este contexto, el ejecutivo señala que, junto con invertir en tecnología de seguridad informática de punta, las organizaciones deben establecer una estrategia corporativa para la seguridad de la información, definiendo desde el primer día los derechos y privilegios de acceso a la información que tendrán tanto colaboradores como proveedores.
“Es decir, una compañía debe tener muy bien reglamentado el tipo de información a la que puede acceder cada uno de sus integrantes, según su cargo, responsabilidad y área a la que pertenezca, entre otros criterios. Asimismo, mientras más sensible o crítica sea esa información mayor debe ser su protección y más reducido tiene que ser el número de colaboradores que tenga acceso a ella”, acota.
Fuente: biobiochile.cl