Coronavirus en Misiones: estaba internada en Posadas y cuando llegó a su casa le habían robado hasta la comida de su heladera

La víctima, una enfermera, señaló que, tras encontrarse con esa dramática escena, la madre de uno de los asaltantes se comunicó con ella para chantajearla. La Policía no le quiso tomar la denuncia y luego los sospechosos se hicieron presentes en su domicilio. “Me dijeron que entraron a mi casa, pero que no robaron nada”, narró.

 

Cuando Elena empezó a dejar atrás lentamente el Hospital Madariaga, pensó que lo peor ya había pasado, las últimas horas habían sido de sufrimiento y preocupación.  Durante meses peleó frente a frente en la primera línea de batalla contra el “enemigo invisible” y esa lucha desigual finalmente repercutió en su salud. El hisopado positivo, la complicaciones respiraciones y la posterior internación parecían ser las escenas de una película de terror que ya había terminado, pero lejos de eso, no sabía que su calvario recién estaba por arrancar. Aunque esta vez el dolor iba a ser causado por el enemigo más visible de todos: el ser humano.

 

Elena vive en Garupá y se desempeña como enfermera en el Hospital Madariaga de Posadas, lugar donde se encontraba internada desde el jueves al mediodía por haber presentado complicaciones respiratorias a raíz del coronavirus Covid-19.

 

“El miércoles me hisope, el jueves a la mañana me dieron el resultado positivo y al mediodía empecé a tener complicaciones respiratorias así que me internaron. Me hicieron radiografía y cómo mis pulmones estaban bien y yo mejoré, me dieron el alta hoy”, narró en diálogo con Misiones Online.

 

 

Al llegar a su hogar en el Barrio Las Tacuaritas se encontró con la peor de las escenas: delincuentes ingresaron a su casa forzando la puerta de atrás mientras estaba internada y le robaron hasta la comida de la heladera. Los asaltantes permanecieron varias horas adentro del domicilio y «se dieron el lujo» de cocinarse parte de los alimentos que ella tenía. 

 

“Me robaron varios metros de cable de cobre, mi televisor y la comida de la heladera. Todo esto hasta lo que puede ver porque no tengo fuerzas ni para firmarme si me falta algo más. Había rastro que cocinaron y comieron acá, que tomaron un vino… Hasta encontré colillas de cigarrillos”, detalló.

 

La historia no termina acá. Elena afirmó que los ladrones son tres personas que ella conoce porque ya le habían robado en otras dos oportunidades.  Incluso, minutos después de encontrarse con su casa desvalijada la mamá de uno de ellos se comunicó,  para chantajearla.Me dijo ‘si me das $5000 te digo dónde podés encontrar tu televisor ‘”, precisó.

 

Como si fuera poco,  Elena narró que tras la comunicación telefónica con la mujer, los tres sospechosos se hicieron presentes en su vivienda y reconocieron que habían entrado, pero que “robaron nada”.   “Nos le importó que yo estoy  contagiada. Vinieron y me dijeron que ellos entraron sí, pero que no habían robado”, contó.

 

Debido a que actualmente está cursando la enfermedad del coronavirus, Elena debe permanecer aislada y no puede abandonar su casa. Por ese motivo,  se comunicó telefónicamente con la Comisaría Cuarta para hacer la denuncia correspondiente, pero desde la sede policial se encontró con otro golpe más. “No me quisieron tomar la denuncia. Me llamaron una vez, colgaron y ahora ya ni me contestan el teléfono”,  narró de manera desesperanzada.

 

Pese a todo lo que le tocó vivir, su vocación de enfermera no la abandona un segundo y por eso una de las mayores preocupaciones de Elena pasa por el estado de salud de quienes aprovecharon su ausencia para quitarle hasta la comida.

 

“Ellos (los ladrones) estuvieron por toda mi casa y seguramente pueden estar contagiados. Eso es lo que más me preocupa porque pueden llegar a tener familias, esposas,  hijos y no me gustaría que se infecten por culpa de algunos de estos tres”, finalizó.

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