«Lo único que me importa es que no me saquen el celular”, clamó a la Policía el posadeño detenido en Ituzaingó por participar de una fiesta clandestina

Luego de la polémica que ocurrió el fin de semana en la localidad de Ituzaingó, donde varios misioneros terminaron tras las rejas, los participantes de juntada en Rincón Santa María dieron su versión de los hechos y apuntaron al maltrato policial de los uniformados de la ciudad vecina.

 

En primer lugar, Manuel Suarez, uno de los participantes de la fiesta clandestina que se realizó en cercanías de agua del río Paraná comentó como fue el operativo que vivieron. “Llegó la policía y nos mandaron a todos contra la reja, parece que no les importó mucho el protocolo. Estuvimos media hora esperando que nos lleven a la comisaría y mientras esperábamos vemos que los policías observaban en los autos si había gente dentro”, relató el joven a través de un instagram live.

 

Seguidamente, relató que “la policía abrió los autos y sacaba a la gente de adentro, me parece muy loco que hagan eso en un barrio privado”, dijo.

 

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En total, según  informó la policía de la ciudad vecina, se realizaron dos fiestas clandestinas en Ituzaingó -en la zona del Rincón Santa María y en la playa La Marcelina – en la primera participaron más de 50 jóvenes de Posadas y Apóstoles que terminaron detenidos. Estas situaciones de descontrol e incumplimiento de los protocolos sanitarios causó rechazo e indignación en la población tanto de Misiones como de la localidad correntina y los desbordes de este tipo preocupan a las autoridades.

 

Además, @manusuarezluco siguió relatando que cuando llegaron los móviles de la policía comenzaron a cargarlos dentro del vehículo de a seis personas, sin respetar los protocolos que ya se habían roto antes.  “Yo estaba con un buzo y una malla, nos suben a la patrulla y nos llevan a la comisaría, en ese momento dije -rompí la cuarentena, me banco el procedimiento, lo único que me importa es que no me saquen el celular- no quería dejarlo en un habitación que nadie controle”, señaló.

 

Una vez dentro de la comisaría, según contó, los oficiales comenzaron a pedir los celulares “dejo mi celular y me voy para una habitación grande con una mesa en el medio y ya había gente sentada en filas, éramos 70 aproximadamente”, dijo.

 

Siguiendo con su relato, Manuel dijo que los policías solamente le decían que mire para abajo. En esa línea, dijo que estuvieron sentados más de 7 horas en la misma posición y que cada vez que se cambiaban, venía un uniformado y los pateaba para que se sienten como ellos habían dispuesto. “Nunca pensé que iba pasar esto sin hacer nada”, dijo.

 

Vino el policía y me pego un ́tape ́ por la cabeza y cuando le dije ´pará loco´, vino me hizo pararme, levantar los brazos y comenzó a pegarme ganchos en el estómago,  no sé si nos tenía bronca porque éramos de Posadas”, dijo. En ese marco,  Manu contó que al menos cinco veces le pegaron así.

Por otro lado, Manuel reveló que uno de sus tips para tener una “buena estadía” es no hacerse el gracioso dentro de la comisaría. Aunque, sin embargo, señaló que si se van a hacer el gracioso deben revelarse todos. “Imagínate entrar de noche  a la comisaría y salir de noche por haber asistido a un encuentro. Está bien me mande la cagada, acepto que rompí la ley”, dijo

Ituzaingó

Ya cerrando su relato, Manuel dijo que esto estaba previsto que pueda ocurrir ya que “la gente estuvo encerrada un año”.

 

 

 

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