La mayoría de los empresarios y economistas de Misiones coinciden en que 2021 será un año mejor que su antecesor, pero considerar eso como una muestra de optimismo resulta por lo menos aventurado, porque 2020 dejó la vara muy baja.

 

En sus artículos publicados en Visión Misionera 2021, el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gerardo Díaz Beltrán pronosticó mejoras en los principales indicadores económicos y el contador Delio “Coco” Varela anticipó que la actividad económica aumentará y con ella el empleo.

 

En la misma línea, el 67% de los más de 100 empresarios encuestados por esta publicación, consideraron que el año próximo les irá mejor, lo que marca un incremento en 15 puntos porcentuales respecto a las mismas respuestas en la encuesta realizada a fines de 2019.

 

Esa confianza en una reactivación llevó al 76% de los encuestados a proyectar nuevas inversiones para el año próximo y 44% de ellos espera tomar nuevos empleados en 2021.

 

 

 

En casi todas las proyecciones predomina la idea de que a raíz de la pronunciada baja que provocó la pandemia en el nivel de actividad, con el regreso de cierta normalidad se debería recuperar aunque sea una parte del terreno perdido. “No hay consultora económica que no proyecte para el año que viene un proceso de crecimiento de la economía”, destaca el secretario de Hacienda Adolfo Safrán.

 

Las dudas en todo caso pasan por saber qué tan pronunciado sería ese crecimiento, cuándo empezaría y cuánto tiempo se sostendría en el tiempo. Todo indica que el rebote está garantizado, pero lo que no está asegurado es el crecimiento. “El problema es que fue tan profunda la destrucción de activos de las empresas que un rebote será insuficiente”, advierte Díaz Beltrán.

 

Claridades y nubarrones

 

Tal vez uno de los elementos más alentadores que presenta el contexto actual es el cielo prácticamente libre de vencimientos de deuda por los próximos tres años que se garantizó el Gobierno nacional con la reestructuración de la deuda en manos de tenedores privados y las buenas perspectivas que se abrieron a partir de la negociación con el FMI. Para Safrán, la reestructuración “fue la noticia económica más importante del año, dado que libera recursos para volcarlos a la obra pública fundamentalmente y en el interior del país”.

 

Pero desde el sector privado reclaman a la Nación un plan económico y una agenda de trabajo orientada a las empresas. “Impulsar la producción necesita una agenda, planificar cómo se va a recuperar la tasa de inversión para las PyMEs, que son el motor de la inversión (sobre todo en tiempos de menor bonanza), y hoy tienen poco acceso al crédito y un sistema de costos que les impide expandirse y generar empleo”, indicó Díaz Beltrán.

 

Gerardo Grippo, presidente del Movimiento Industrial Misionero (MIM) apuntó a la necesidad de financiamiento. “Si queremos Potenciar la Actividades Económica-Industrial  para exportar e impulsar la actividad  Comercial, se hace  necesario disponibilidad de financiamiento a tasas estimables para lo cual deberán sincronizarse varias medidas”, indicó.

 

El economista jefe del instituto Ieral, dependiente de la Fundación Mediterránea, Gerardo Alonso Schwarz, advirtió además que “el crecimiento que pueda darse el año próximo será heterogéneo, ya que los sectores que han podido adaptarse más rápidamente al trabajo online y las nuevas tecnologías basadas en la conectividad seguramente tendrán serán mucho más dinámicos que aquellos rubros más tradicionales y sean dependientes de las aglomeraciones y movilidad de las personas”.

 

Uno de los elementos del escenario actual que preocupa a Adolfo Safrán es el elevado stock de Leliq que el Banco Central emitió a lo largo del año para “esterilizar” parte de la emisión monetaria.

 

Hoy ese stock equivale al 65% de la base monetaria, reducirlo implicaría emitir pesos y hacerlo sin las debidas precauciones presionaría sobre la inflación. Por otra parte, mantener ese stock de Leliq implicaría asumir un costo cuasifiscal y exponerse al riesgo de que los tenedores de esos títulos decidan no renovarlos, lo que provocaría una inundación de pesos.

 

Otro aspecto en el que analistas y empresarios coinciden es en la ventaja que representa para Misiones tener las finanzas ordenadas y un nivel de endeudamiento muy bajo y casi exclusivamente nominado en pesos.

 

Para el sector privado el desafío en 2021 será retomar el protagonismo en la generación de riqueza y de empleo, después de un año en el que el Estado debió asistir a personas y empresas para superar una coyuntura catastrófica. “Será el sector productivo quien cree empleo, ingresos y le permita al Gobierno reducir los gastos sociales, mientras, en simultáneo, se va naturalmente mejorando el mercado interno”, analiza Díaz Beltrán.

 

Los encuestados por Visión Misionera 2021 trazaron un panorama bastante optimista: el 44% proyecta contratar nuevo personal y el 76% planea nuevas inversiones.

 

Delio Varela fue menos optimista respecto a la posibilidad de que se produzca un proceso de crecimiento genuino. “Con el esquema existente y proyectado, no hay forma de incentivar la inversión, que es la base fundamental sobre la cual se funda una proyección de un futuro sustentable”, consideró.

 

Fronteras

 

Las fronteras cerradas configuran un elemento determinante para bien o para mal a la hora de analizar el contexto para el sector privado.

 

Los comerciantes de la costa del Paraná y especialmente los posadeños rezan para que el puente continúe cerrado todo el tiempo posible porque la competencia con Paraguay, país que cobra muy pocos impuestos, es muy difícil.

 

En la costa del Uruguay las opiniones no son tan unánimes. Por un lado, la cotización del “real blue” genera entre los comerciantes la expectativa de que los brasileños se acerquen a comprar, pero a pesar de la cotización favorable, del lado brasileño hay productos que siguen siendo más baratos y la apertura de lojas francas también genera preocupación.

 

Y en Iguazú, el municipio más afectado económicamente por la pandemia, la opinión mayoritaria va en el sentido exactamente inverso al que va en Posadas. En la ciudad de las Cataratas ansían no solo que se abra el puente sino también que se normalice el transporte de larga distancia e internacional, por tierra y aire, para recuperar al turista nacional y al extranjero, motores de la economía de aquel municipio.

 

Patricia Durán fue una de las empresarias a las que les tocó sufrir en carne propia la tragedia que representó el coronavirus para el turismo. Como enseñanzas, destacó la importancia de tener reservar un fondo de emergencia para enfrentar contingencias, el uso de la tecnología y el aprendizaje de protocolos sanitarios.

 

Consideró necesario “volver a las bases, atender al turismo en forma personalizada y echar mano a las herramientas digitales para atraer a los turistas de Europa, Estados Unidos y de otros países que colmaban Cataratas del Iguazú y otros destinos de Misiones”.

 

Empresarios y analistas dan por descontado un rebote de la economía, pero advierten que todavía es muy pronto para saber qué tan pronunciado será ese crecimiento, durante cuánto tiempo se sostendrá y si será generalizado o habrá actividades postergadas.

 

La respuesta a esas dudas no dependerá solamente de variables económicas. La posibilidad de avanzar rápidamente en un operativo de vacunación contra el coronavirus es tal vez el elemento más determinante para empezar a desarmar la madeja en que se ha convertido la economía nacional.