Navidad atípica en todo el mundo marcada por el aislamiento y coronavirus

A raiz del aumento de los brotes de contagio por coronavirus en diferentes partes del mundo, llevo a varios paises a adoptar medidas de aislamiento que marcan una Navidad distinta. 


Tras este año de incertidumbre y caos de pandemia, todo lo que quería la mayoría de la gente por Navidad era algo de alegría y reuniones. En lugar de eso, a muchos les espera una temporada de aislamiento, duelo por seres queridos, preocupación por su empleo o afrontar el miedo a una variante del virus que podría ser más contagiosa.

 

 

Los vecinos de Londres y alrededores no pueden ver a nadie fuera de sus hogares. A los peruanos no se les permite conducir sus autos en Navidad y Año Nuevo, para disuadir de visitas incluso a familiares y amigos cercanos. Los sudafricanos no podrán ir a la playa en Nochebuena, Navidad o Año Nuevo.

 

 

El mosaico de restricciones que imponen los gobiernos locales y nacionales en todo el mundo varía mucho, pero pocas temporadas festivas se verán normales este año.

 

 

Gente de todo el mundo afrontaba decisiones difíciles entre arriesgarse a visitar a familiares mayores que han estado aislados o perderse una de las últimas navidades que podrían quedarles, con la esperanza de pasar las fiestas juntos el año que viene.

 

Estados Unidos no ha emitido restricciones nacionales a los desplazamientos, dejando esa decisión a los gobiernos estatales, aunque una agencia federal recomendó a la gente que se quedara en casa.

 

 

En Brasil, que tiene la segunda cifra de muertos más alta del mundo por detrás de Estados Unidos.

 

Se han atribuido más de 1,7 millones de muertes al virus en todo el mundo, y muchos siguen de luto o preocupados por seres queridos en hospitales o residencias ante el repunte del virus. Pero algunos de los que sobrevivieron a la enfermedad -y a todo lo demás que 2020 les ha puesto en el camino- quieren celebrar.

 

 

La doctora Elisaveta Tomova, anestesióloga en Macedonia del Norte, está exhausta tras meses ayudando a dar a luz a mujeres con el virus. También cuidó de su hijo de 26 años, que se contagió.

 

 

«Me enfrenté a un monstruo de nueve cabezas, y mi hijo y yo lo vencimos», dijo la mujer de 54 años. «Ahora todo lo que necesito es tener a mi familia a mi alrededor, celebrar en silencio y llenar mi corazón de alegría».

 

 

En las últimas semanas, muchos países endurecieron sus restricciones con la esperanza de controlar el virus para poder relajar las normas en Navidad. Pero en muchos lugares, eso no ha funcionado.

 

 

En Italia, que tiene la mayor tasa de muertos confirmados de Europa y donde muchos se han visto sumidos en la pobreza tras las cuarentenas, el gobierno ha impuesto aún más restricciones.

 

 

Las cuatro naciones de Reino Unido -Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- han abandonado sus planes originales de levantar medidas en Navidad para visitas familiares. Gran Bretaña fue el primer país en iniciar las vacunaciones con un fármaco que pasó controles rigurosos, y hace apenas unas semanas había esperanzas de que la vacuna pudiera frenar los contagios. Pero ahora, una sombra de inquietud envuelve a las fiestas ante un brusco aumento de infecciones.

 

 

 

Para empeorar las cosas, ha surgido una variante del virus en Londres y sus alrededores. Docenas de países han respondido prohibiendo los viajes desde Gran Bretaña, aunque Francia volvió a permitir la entrada de camiones desde el otro lado del Canal de la Mancha tras un cierre que provocó temores a desabastecimiento de comida en Navidad en Gran Bretaña.

 

Aunque muchos países endurecieron sus restricciones, Líbano, que tiene el mayor porcentaje de cristianos en Oriente Medio, las levantaba pese al rápido auge de los casos. El gobierno tomó la decisión para reactivar una maltrecha economía y aliviar la desesperación agravada por una devastadora explosión en el puerto de Beirut el pasado agosto.

 

Pero para algunos, ni siquiera eso ha sido un alivio.

 

Durante un programa especial en CNN con personajes de Plaza Sésamo, el doctor Anthony Fauci, máximo especialista de enfermedades infecciosas en Estados Unidos, dijo que había ido al Polo Norte y vacunado a Santa Claus.

 

«Está preparado», dijo Fauci.

 

Fuente: LN

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