Otorgaron la prisión domiciliaria al cura Raúl Sidders, secretario del Obispado de Iguazú, acusado de abuso

No obstante ello, el encarcelamiento domiciliario del sacerdote Raúl Sidders recién podría ser efectiva de confirmarse –quede firme en instancia superior– dicha resolución judicial, por cuanto la defensa de la víctima, apeló tal decisión.

 

El juez Crispo dictó la prisión preventiva para el cura acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización doblemente agravado contra una mujer que denunció haber sido abusada por el sacerdote entre el 2004 y el 2008, cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años y asistía al establecimiento.

 

El magistrado hizo lugar al pedido de la defensa del sacerdote y concedió la morigeración de la prisión preventiva bajo la modalidad de prisión preventiva en un domicilio en el municipio de Pilar con control de monitoreo electrónico, detalló la fuente.

 

«Sin embargo el beneficio morigerador no se puede poner en marcha porque la medida fue apelada», según se aclaró de fuentes judiciales.

 

El abogado de la víctima, Juan Pablo Gallego, expresó a la agencia oficial de noticias Télam que «la medida tendrá que ser revisada por la cámara de Garantías, porque no vamos a dejar pasar una inequidad semejante».

 

«El juez de Garantías confirmó la prisión preventiva de Sidders como autor penalmente responsable de abuso agravado por la condición de sacerdote en concurso real con corrupción de menores agravada por esa condición, lo que pone a Sidders en un terreno jurídico sin retorno«, precisó

 

Gallego destacó que Sidders «es una persona joven, tiene 59 años, se lo ve en perfecto estado», por lo que no parece adecuado el beneficio de la domiciliaria.

 

«El dice que fue perdonado por la justicia divina, lo que es una manifestación de él, grave, pero que no lo aparta de la igualdad ante la ley de cualquier persona que cometió un delito, se le dictó la preventiva y debe cumplirla en la cárcel«, remarcó.

 

El letrado sostuvo que Sidders «dijo que tiene que tomar vitamina B12, lo que no es obstáculo para estar en un centro carcelario; dice que está estresado por la causa y que no se hizo chequeos porque en Misiones (donde estaba asignado el cura) no hay centros de salud importantes, lo que horrorizó a la comunidad de Posadas, ya que los hay y de sobra«.

 

«Lo que pasa es que Sidders no los necesitó porque está bien de salud. Corresponde que la detención se cumpla en un establecimiento carcelario», remarcó finalmente el abogado Juan Pablo Gallego.

 

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