Murió tras ser atacada por un oso hormiguero y ahora el zoológico deberá pagar una suma millonaria a la familia

Se trata del caso de una joven de 19 años que trabajaba en el zoológico de Florencio Varela, Buenos Aires.

 

Melisa Noelia Casco tenía 19 años y trabajaba como cuidadora en un zoológico del partido bonaerense de Florencio Varela cuando un oso hormiguero la atacó. El animal la lastimó gravemente y dos días después la joven falleció. A partir del hecho trágico, la familia buscó en la justicia la forma de esclarecer el hecho y siete años más tarde, el dueño del establecimiento fue condenado por la Justicia, la cual resolvió que el zoo le pague a la familia una multa millonaria.

 

El Tribunal de Trabajo N° 2 de La Plata ordenó al dueño del establecimiento, Claudio Quagliata, y a la compañía de seguros Federación Patronal a pagar más de 101 millones de pesos a los padres de Melisa, Eduardo Alberto Casco -quien padece depresión reactiva crónica por el episodio- y Marta Susana Lago.

 

En el fallo, los magistrados consideraron que “la empleadora vulneró el deber de seguridad e incurrió en una conducta negligente”, lo cual derivó en la muerte de la joven que pudo haber sido evitada.

 

El 10 de abril del 2007, Melisa ingresó a la jaula de un oso hormiguero gigante llamado “Ramón”. El ejemplar, que pesaba alrededor de 40 kilos y medía casi dos metros, formaba parte del Proyecto de Conservación del Oso Hormiguero Gigante de la institución varelense y de la entidad holandesa Artis Zoo. La joven cuidadora iba a alimentarlo. No tenía puesto ropa de seguridad. Tampoco llevaba consigo un handy o silbato.

 

Lo que era una situación normal se transformó en tragedia cuando el animal se abalanzó sobre Melisa y le provocó múltiples contusiones, heridas y desgarros. “No es un animal que en general ataque o sea agresivo. Fue un hecho confuso, porque escuchamos los gritos de Melisa y después ella ya no pudo decirnos nada”, dijo en su momento un colega de Casco que todavía no encontraba explicaciones a lo ocurrido.

 

La joven fue ingresada de urgencia al Hospital Zonal de Agudos Evita Pueblo, en Berazategui. Su estado era muy grave, había perdido mucha sangre. “Tenía una herida desgarrante, con lesiones de arteria, vena femoral y musculatura en la pierna izquierda. Otra herida desgarrante y penetrante en el abdomen con una lesión y desgarro de hígado. Y un traumatismo cerrado de tórax con sangre y aire en la cavidad pleural (entre el pulmón y la pared toráxica)”, dijo el doctor José Potito, por entonces director ejecutivo de ese centro médico

 

Melisa fue intervenida quirúrgicamente. Le amputaron la pierna izquierda y quedó en terapia intensiva. Pese a los esfuerzos de los médicos, a los dos días su cuerpo ya no resistió más y falleció tras un paro cardiorrespiratorio.

 

Luego del ataque, las autoridades del zoológico trataron de deslindar responsabilidades y dijeron que fue negligencia de parte de la joven. Por otro lado, la familia de la víctima denunció la falta de un protocolo de seguridad e inició la cruzada para obtener justicia. Melisa, según habían contado desde su entorno, iba a estudiar para ser veterinaria y por eso había aceptado un puesto como guía en el zoo. A las dos semanas le ofrecieron ser cuidadora y alimentar a esos animales, algo para lo que no estaba preparada y que la llevó a la muerte.

 

En el juicio, Quagliata fue imputado y procesado por homicidio culposo. El 14 de abril del 2014, el Juzgado en lo Correccional N° 5 de Quilmes lo encontró culpable de la muerte de Melisa, y lo condenó a 3 años de prisión en suspenso y 7 años de inhabilitación para estar en cualquier sociedad relacionada a los zoológicos.

 

No obstante, ocho meses más tarde la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Quilmes revocó la sentencia y lo absolvió. El zoológico, que estaba ubicado en la avenida López Escribano al 800, terminó cerrando sus puertas en 2016.

 

 

 

Fuente: La Mañana de Neuquén

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