Habló la madre de un exalumno del colegio en La Plata donde daba clases el sacerdote Raúl Sidders, acusado de abuso de menores

La madre de un exalumno del sacerdote Raúl A. Sidders, acusado de abuso de menores en la capital de la provincia de Buenos Aires y actualmente cumpliendo funciones en Puerto Iguazú, contó cómo está llevando su hijo esta situación luego de que se diera a conocer la denuncia y sostiene que él podría ser otra víctima del sacerdote. La justicia actuó y el jueves pasado confirmó una orden de detención para Sidders, quien desde mayo vive en la provincia de Misiones.

Julieta – Radio Libertad

 

El sacerdote Raúl Anatoly Sidders fue denunciado por abuso sexual de una exalumna del colegio San Vicente de Paúl de La Plata (Buenos Aires), donde daba clases. A raíz de que este caso se diera a conocer, Julieta, la madre de otro estudiante que asistía a ese mismo colegio, contó que “elegía a los alumnos cuando se iban a confesar, los manipulaba y luego abusaba de ellos. Les obligaba a que lo masturbaran, les incitaba a tener relaciones sexuales, ejercía constantemente violencia psicológica y los amenazaba para que no hablaran”.

 

Sobre el caso, Misiones Online se comunicó con el Obispo de la Diócesis de Oberá, Nicolás Baisi, quien manifestó que por el momento «no brindará declaraciones» sobre el particular. 

 

Esta es la primera denuncia que se oficializó ante la Justicia, pero no es la primera estudiante que confiesa haber sido víctima de Sidders, quien hoy cumple funciones en la Diócesis de Puerto Iguazú, y quien desde el jueves pasado tiene una orden de arresto en su contra.

 

El caso se volvió mediático gracias a una nota publicada en medios misioneros, donde hablaban de los posibles casos de abuso cometidos por este sacerdote. Esto animó a la denunciante a presentarse ante la justicia.

 

Además, Julieta sostiene que hoy se da cuenta de que su hijo pudo haber sido otra de las víctimas de este hombre ya que, cuando era chico tenía actitudes y una conducta propia de un niño que estaba sufriendo abusos.

 

Según relató la mujer, su hijo lloraba cada vez que tenía que ir al colegio, generalmente no hablaba con nadie y tenía una conducta muy difícil de tratar. Si bien hizo terapia en su momento, nunca confesó lo que estaba viviendo. Además, recordó como su hijo y sus amigos cuando ya eran un poco más grandes, comentaban entre burlas y chistes que el sacerdote les hacía preguntas íntimas y sobre relaciones sexuales cuando eran niños.

 

“Cuando tenía once, diez, doce años le preguntaba por qué, qué le pasaba. Yo sabía que algo pasaba y así fue que decidí enviarlo a terapia. Además, tenía otros síntomas y yo como mamá, en ese momento, no me di cuenta. Recién ahora está empezando a hablar. Cada persona tiene su proceso, es muy difícil poner en palabras lo que estas personas hicieron” contó duramente Julieta.

 

Por otro lado, aseguró que los directivos del colegio estaban al tanto de lo que estaba pasando y que encubrieron toda esta situación. Además, señaló que trataban como simples rumores lo que los chicos contaban y que fue un obispo y amigo de Sidders quien le ofreció seguir con su trabajo como sacerdote en Misiones para alejarlo de todas estas “falsas noticias”.

 

“Los directivos siguen siendo los mismos. María Eugenia Cabrera es la directora general y muy amiga de Sidders, es otra persona que la Justicia debería investigar porque hubo denuncias en el colegio, las madres de algunos niños hablaron en el colegio, pero tanto María Eugenia como los otros directivos los silenciaron, fueron cómplices, no hicieron nada, son cómplices. Así que eso creo que la Justicia también tendrá que investigar a toda la cúpula directiva del colegio que siguen siendo los mismos.” sentenció.

 

Se refirió también al trabajo que hace la Justicia hoy para arrestar a Sidders. “No pensábamos que iba ser tan rápido la verdad, por experiencias anteriores. Así que muy felices porque sabemos perfectamente el daño que ese hombre causó en decenas de chicos y chicas del colegio San Vicente de Paul. Yo, como mamá de un exalumno se imaginan la alegría que tengo, ¿no? Hoy a la mañana pensaba, si un juez pide la detención de alguno de nosotros seguramente ya estaríamos detenidos a esta hora de la mañana. Pero bueno, el sacerdote todavía no está detenido. Lo último que supimos es que estaba en Bella Vista (Buenos Aires), justo el día que enterraron a Maradona estaba ahí en su casa.  Si nosotros sabíamos que él está en Bella Vista, no entendemos cómo la policía no lo encuentra. Igualmente es un gran paso y estamos muy conformes y muy agradecidos al fiscal y al juez por supuesto” señaló finalmente Julieta.

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