Diego Maradona: los pedidos “indispensables” que psiquiatras habían solicitado para habilitar su internación domiciliaria

La muerte de Diego Armando Maradona causó conmoción a nivel mundial. Horas después de conocerse la noticia, su abogado Matías Morla denunció irregularidades en su atención y pidió que se investigue qué pasó.

En el documento, con fecha del 4 de noviembre -dos días después de que lo intervinieran de un hematoma subdural en la Clínica Olivos- los psiquiatras que lo atendían solicitaron que Maradona estuviera acompañado por especialistas y una ambulancia cuando recibiera el alta médica.

En el escrito, que fue emitido ocho días antes de la externación del paciente para dar tiempo a la organización, el equipo psiquiátrico solicitaba específicamente la presencia de un médico neurólogo, un clínico y enfermeros -preferentemente hombres- especializados en tratamiento de pacientes con adicciones. A su vez, pusieron como condición la estancia de una ambulancia permanente, por si se consideraba necesario el traslado.

Entre las condiciones que enumeraron los especialistas, el Diez debía “contar con la disponibilidad para realizarse estudios médicos cuando fuera necesario”. El documento fue enviado a la prepaga del ex Director Técnico de la Selección Argentina, para que lo autorice.

Producto de la investigación, este domingo la Justicia allanó la casa de Adrogué y la clínica de Núñez de Leopoldo Luque, el médico de cabecera de Diego Maradona. Está imputado en una causa que investiga si hubo “homicidio culposo” u “abandono de persona”. En los próximos días, el médico podría ser citado a declarar.

Los procedimientos fueron ordenados por la justicia de San Isidro, que está a cargo de la causa por la muerte del Diez. Las medidas se dispusieron a partir de las declaraciones de las hijas de Maradona, Gianinna, Dalma y Jana, que pidieron conocer los detalles del tratamiento y los medicamentos que recibió su papá en sus últimas semanas de vida. En especial, desde que le detectaron el hematoma subdural en la cabeza.

El martes 3 de noviembre, tras la intervención quirúrgica, Luque afirmó en declaraciones radiales que el estado de salud del exfutbolista era “bueno” y adelantó la intención del cuerpo médico de trasladarlo a una casa “con todos los cuidados que necesita” para que siga con su recuperación.

“Es algo que todavía estamos discutiendo con la familia, todo va en una línea como de una casa con los cuidados que él necesita. Está prácticamente resuelto pero no quiero confirmarlo todavía”, explicó en aquel momento el médico. Nueve días después, el Diez fue trasladado a una casa que alquiló su familia en el barrio privado San Andrés, de Tigre.

Asimismo, trascendió desde el entorno de Maradona que el Diez había tenido una discusión con Luque, a quien lo había echado de la casa que habitaba el jueves 19 de noviembre y solo volvió a hablar con él por teléfono, hasta el miércoles de su muerte.

La causa que investiga la muerte del DT de Gimnasia está a cargo del fiscal general de San Isidro John Broyad, y de un equipo integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra.

El juez de garantías Orlando Díaz fue quien autorizó los procedimientos. Secuestraron documentación de la historia clínica del Diez e información relacionada a su tratamiento, que servirá para determinar si hubo irregularidades en los cuidados médicos.

La Fiscalía General de San Isidro informó en un comunicado que el sábado siguieron “las tareas investigativas y la sustanciación de la prueba en curso, tomándose algunas declaraciones testimoniales, incluidos familiares directos” del Diez. La clínica IPENSA, de La Plata, en la que estuvo internado el Diez antes de ser trasladado a Olivos, ya entregó a la Justicia toda la documentación relacionada al paciente.

Alfredo Cahe, histórico médico del Diez, el viernes pasado habló con la prensa y se mostró enojado con “el entorno” por las decisiones médicas que se tomaron desde la operación del hematoma. “Diego tendría que haber permanecido no solamente en esa clínica (Olivos, donde fue operado) sino en un lugar internado con una infraestructura diferente. Como cuando lo llevamos a Cuba, que todo el mundo protestó, pero ahí se hizo todo muy bien”, afirmó el especialista.

A su vez, advirtió: “Nunca supe cuál era la urgencia de operarlo. Tengo más dudas que afirmaciones. La primera duda es por qué se lo llevó a ese lugar. No sé si era una casa o simplemente un lugar de fin de semana”.

El punto de la investigación es que al momento de su descompensación, Maradona no estaba acompañado por ningún médico, sino apenas por una enfermera, que incluso reconoció haber mentido en el informe interno de la empresa para la que estaba contratada. En sus declaraciones testimoniales, Dahiana Gisela Madrid, de 36 años, confirmó que fue la última en registrar con vida al astro del fútbol mundial.

Si bien ratificó que a las 7.30 escuchó al astro orinar (sin confirmación visual), reconoció que luego escribió en el informe que lo vio a las 9.30, lo que no fue real. Ese documento decía que Maradona se negó a dejarse chequear en la hipotética segunda visita, pero la enfermera desmintió esa información y dijo que fue “por una indicación del coordinador”.

El otro enfermero, que estuvo presente en la casa que habitaba el exfutbolista, reveló que lo vio con vida aproximadamente a las 6.30 del miércoles, al momento de efectuarse el cambio de guardia. Según declaró, lo encontró descansando en su cama y estaba respirando normalmente.

(TN)

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