Controles del INYM, un duro golpe a quienes atentan contra la calidad de la yerba mate

En los últimos días varios medios nacionales mencionaron el control de palo en la yerba mate canchada que efectúa el  INYM, generando en algunos casos cierta confusión entre la resolución  que implica un control a la calidad de la yerba importada que ingresa al país y los procedimientos habituales sobre la calidad a la yerba canchada que desde hace varios años realiza el organismo yerbatero.

 

La normativa es clara: la resolución 11/2017 del INYM considera a los palitos de yerba mate de un tamaño mayor al establecido como un material de descarte del proceso de zarandeo de la materia prima, por lo cual debe ser inutilizado y no puede ser transportado; menos aún acondicionado en bolsas prolijamente cerradas como las detectadas por los fiscalizadores del INYM durante sus controles en ruta o al controlar los depósitos.

 

Esas inspecciones realizadas en los últimos meses por el Área de Fiscalización del INYM implicaron un duro revés al millonario negocio de aquellos que comercializan ilegalmente los palitos de yerba mate, con la intención final de incorporar este material de descarte en los paquetes de yerba elaborada.

 

Desde que asumió la nueva conducción del organismo yerbatero se acentuaron los mencionados controles, con más de 50 operativos realizados en rutas, depósitos y establecimientos de la región yerbatera, concretando la intervención e inutilización de más de 700.000 kilos de palos de yerba mate.

 

Para comprender la magnitud que significa esta actividad basta con estimar la “cotización” de estos palitos que se comercializan ilegalmente. Si los mismos llegan a ser incorporados a las bolsas de yerba canchada, materia prima del sector industrial, aumentando su volumen por encima de lo determinado por el Código Alimentario Argentino valen  alrededor de 110 pesos por kilo; es decir unos 77.000.000 de pesos. Ese valor se duplica si esos palos se muelen y llegan a los paquetes,  en ese caso, pasan a valer lo mismo que un kilo de yerba empaquetada es decir aproximadamente  200 pesos el kilo, o sea que estamos hablando de unos 140.000.000 de pesos.

 

El negocio de los palitos genera una competencia desleal y por eso desde el propio sector yerbatero sostienen el accionar del INYM, reclamando que vaya a fondo con los infractores. Hay muchísima presión porque también es mucho el dinero en juego, pero existe algo que está por encima y que el INYM sabe que debe preservar: la confianza de millones de consumidores que cada día esperan disfrutar de su mate con yerba de buena calidad.

 

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