Pollos desenterrados en Puerto Iguazú: desde Senasa confirman que la mercadería estaba en mal estado y enterrarlas fue la mejor opción por el volumen de la carga

El director del Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa, Pedro Méndez lamentó los hechos suscitados el día de ayer cuando un grupo de vecinos desenterró más de 1.000 cajas de pollo que habían sido incautadas debido a las malas condiciones de salubridad y explicó que los pollos desenterrados no estaban en óptimas condiciones por la pérdida de la cadena de frío. Aclaró que el procedimiento efectivo a seguir era el entierro, debido a la imposibilidad de quemar gran cantidad de mercadería y que al perder su cadena de frío imposibilitaba la inocuidad para donarlo.

Pedro Méndez. Radio República

 

Como informó Misiones Online, Prefectura Naval decomisó 1.200 cajas de pollos que estaban almacenadas en un depósito del barrio Altos del Paraná de Puerto Iguazú, en el marco de una investigación por presunto contrabando.

 

La Fuerza retuvo el material durante casi tres días, sin refrigeración y bajo el ardiente sol misionero, y en la mañana del martes convocó a Senasa para la destrucción del mismo.

 

Enterados del particular procedimiento, un grupo de vecinos del lugar se acercaron al lugar munidos de herramientas, desenterraron el producto, contaminado por la falta de frío y el contacto con la tierra, y se lo llevaron a sus casas para su consumo.

 

 

Pollos desenterrados: El entierro era el procedimiento necesario

El titular de Senasa explicó que el procedimiento fue realizado por Prefectura y que la intervención de ellos se da al momento en que se ordena la destrucción de estos pollos desenterrados posteriormente por la población.

 

pollos desenterrados en puerto Iguazú

 

«Nosotros desconocemos cómo fue el procedimiento, pero sí nos dieron intervención al momento de la destrucción de los pollos y eso fue ayer», indicó.

 

Méndez explicó que cuando ellos reciben la intervención y proceden a la destrucción, al pasar ya algunos días y al no poder garantizar que la cadena de frío es constante es que se opta por destruir la mercadería por eso es que preocupa que la población consuma estos pollos desenterrados.

 

«La forma que se pensó que era la mejorera la del entierro sanitario, debido que al tener mucha cantidad de líquido y al ser una gran cantidad unos 15 mil kilos, era complejo hacer otro tipo de destrucción como una quema».

 

El vocero de Senasa indicó que el entierro sanitario era parte del protocolo. «Quemar en estas cantidades era muy complejo y no se contaba con un espacio idóneo para esa quema. Tampoco se podían donar porque la cadena de frío no estaba garantizada y lo que nosotros salvaguardamos es la sanidad y la inocuidad de los alimentos».

 

Precisó que un producto puede donarse o reintroducirse solo en caso de alimentos que garanticen la inocuidad. «En caso de alimentos que tienen cadena de frío es muy difícil garantizar la inocuidad porque ya no cumplen con los procedimientos de estar en una cámara de ser transportados en un camión de frío. Es muy difícil poder donar esos alimentos».

 

Señaló que en el caso de las frutas y verduras se entregan a una entidad sin fines de lucro que se encargue de gestionar los análisis de inocuidad y después de ellos, recién aplican la Resolución 38 para donaciones.

 

«A la gente no le gusta esas medidas de destrucción pero es la más acertada porque es cuidar la salud. Como organismo no podemos permitir que un alimento de malas condiciones a la mesa de las personas», lamentó.

 

Mendez indicó que si en el momento de hacer el detenimiento Prefectura, ya los pollos no estaban en buen estado.

 

Indicó que muchas veces cuando se entierran alimentos suelen pasar esas cosas. «No es normal, no es común incautar tanta cantidad, por eso suelen pasar estas cosas. La idea es trabajar en conjunto y evitar esta situación».

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