Abandonó a su beba un mes y la hallaron muerta: “La dejé encerrada, con un biberón y no volví más”, dijo su mamá

La pequeña de 17 meses fue encontrada un mes después de su muerte por inanición. La Fiscalía solicita 21 años de prisión por abandono y asesinato. El hecho ocurrió en España.

 

“La dejé encerrada en la habitación, con un biberón y galletas, y ya no volví más a la casa”. Con estas palabras Sara, una joven marroquí de 21 años, confesó a la policía cómo abandonó a Camelia, su hija de 17 meses, en la cama un día de octubre de 2018, “siendo consciente que de forma ineludible se iba a producir el resultado de la muerte del bebé”, según apuntó la Fiscalía.

 

El caso, que generó una fuerte conmoción en España, comenzó a ser juzgado por un jurado popular en los tribunales españoles este lunes. A Sara, apodada “la parricida de Málaga”, se le acusa de los delitos de abandono de menor y de asesinato y la fiscalía pidió una pena de 21 años de prisión.

 

Según el fiscal, la mujer quedó embarazada en su país, Marruecos, y se trasladó a España a finales de marzo de 2017 para ocultar esta situación a su padre y estudiar. Contaba con la ayuda económica de su madre y sus hermanos mayores.

 

Pero tras dar a luz, esta joven culta, que habla cuatro idiomas y que medios locales describen como muy extrovertida y de una gran belleza, comenzó a mantener una “intensa vida social nocturna” y trabajar como relaciones públicas en un boliche.

 

El informe de la Justicia describe a Sara como una mujer con “personalidad inmadura” que se caracteriza “por un destacado egocentrismo” y que tiene “dificultad para renunciar a sus propias satisfacciones” además de tener un “significativo grado de impulsividad”. También resalta que no presenta “patología psiquiátrica alguna” y era consciente de sus acciones.

 

Sara entraba a su puesto de trabajo a las dos de la mañana, dejando a la beba sola en casa sobre la cama matrimonial. Cuando acababa su turno, a las seis de la mañana, no volvía a su hogar, sino que se ibaa descandar hasta pasado el mediodía a la casa de amigos, alegando que “no quería despertar a la bebé”.

 

“Durante ese periodo y de forma prácticamente diaria, su hija permanecía sola en casa, desprovista de la necesaria atención afectiva y de los cuidados físicos ―bebida, alimentación y aseo― precisos para un bebé de su edad”, subrayó el ministerio fiscal en su acusación.

 

«La acusada dejaba sola por la noche hasta la tarde siguiente a la bebé, regresando entonces al apartamento para alimentarla hasta que volvía a salir para reanudar su vida social, dejándola nuevamente sola”, afirmaron las autoridades.

 

Varios vecinos dijeron haber escuchado el llanto “inconsolable y continuo” de la niña que, supuestamente, estaba “sola en el apartamento y privada de la necesaria asistencia física y moral, en un entorno insalubre de suciedad y desorden” y que terminaba callándose por “agotamiento”.

 

Aún cuando dejó de trabajar en la discoteca, la joven siguió «saliendo de forma habitual por las noches”. A sus amigos les mentía y les decía que la chiquita “estaba en casa, al cuidado de una chica que se encargaba de su atención”.

 

La Fiscalía indicó que en un día no determinado de octubre de 2018, la acusada “abandonó definitivamente el apartamento y dejó a su hija en el dormitorio, sobre la cama, con la puerta cerrada y la ventana con la persiana bajada, en condiciones de oscuridad, tan solo con un biberón y unas galletas”.

 

Según el fiscal, ella “aceptó que iba a acabar con su vida”. Salió del departamento “sin regresar nunca más en vida de su hija”.

 

La muerte de la menor fue descubierta a fines de noviembre cuando sus hermanos viajaron a Málaga tras no tener noticias de ella ni de su hija durante varios días. Entonces, «les dijo que la había dejado sola en casa hacía un mes, tras lo que se dio a la fuga”. Sus familiares avisaron a la policía y Sara fue finalmente detenida el 1 de diciembre de 2018 en la casa de su novio.

 

Cuando entraron a su departamento, los policías encontraron el cadáver de Camelia al pie de la cama, boca abajo. En la cama había restos de orina, paracetamol y trazas de cocaína, indicó el diario El País. La autopsia estimó que la muerte de la beba se había dado entre uno y cinco días después de ser abandonada por la privación de agua y alimento.

 

 

 

Fuente: TN

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