Con el decomiso de 400 mil kilos de palitos de yerba mate por parte del INYM se frustro un negocio ilegal de unos 80 millones de pesos

El presidente del directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Juan José Szychowski, se refirió a los últimos decomisos de palitos de yerba que llevó adelante el Instituto, negocio ilegal que estimó en unos 80 millones de pesos, e hizo hincapié en la calidad del producto que también asoció a la importación de yerba canchada desde Paraguay y Brasil que adelantó se van a controlar para evaluar que tenga la misma calidad de la yerba argentina y también el control en góndola que se implementará de inmediato cuando se terminen los protocolos que están finalizando.

 

Destacó Szychowski que palito siempre hubo, “lo que estamos tratando de hacer desde la parte fiscalización es detectar y destruirlo, el problema del palito es que es un adulterante, unos vivos que meten el palito en mayor porcentaje del 35 por ciento a lo estipulado por el Código Alimentario Nacional (CAN) y con eso compiten en forma desleal con el industrial que hace productos de buena calidad y consiguen un precio más barato agregando palitos”.

 

“Tenemos que apoyar al industrial que hace las cosas bien y tratar que todos compitan en igualdad de condiciones en eficiencia, producto y un mejor envase, sacar del mercado aquellos que quieren sacar ventaja adulterando nuestro producto insignia agregando más palo de lo que corresponde”, precisó el presidente del INYM en una entrevista con Radio República.

 

Explicó que cuando la yerba va al secadero un sistema de zaranda saca los excedentes y los descarta, dejando solo el 35 por ciento permitido y al resto hay que tirarlo puntualizando que hace unos meses se tomaron varias medidas desde el Instituto y se lograron resultados “en seis meses detectamos más de 400 mil kilos de palos y se decomisados. Si se mezcla con la yerba canchada hay que multiplicar, 400 mil por cien, son 40 millones de pesos que es muchísimo dinero y si logra que llegue al paquete de 200 pesos al público estamos diciendo que solo esto que decomisamos son más de 80 millones de pesos”.

 

Mencionó el directivo yerbatero que además de cambiar el sistema de control, la forma de fiscalización, también se aprobaron nuevas medidas en cuanto a la tenencia del palo y la existencia de ése sub producto. “Estimamos que el negocio total espurio y que nos molesta es de aproximadamente unos 2 mil millones de pesos, por eso estamos tomando medidas muy drásticas una modificación de la forma que se va a descargar el palo, la forma de fiscalizar y a partir de la semana que viene se empezara a modificar la grilla de multas del Instituto para tener multas que sean realmente ejemplificadoras”.

 

Szychowski, explico que el INYM trabaja en conjunto con la provincia, la policía, la Gendarmería, “tenemos un cuerpo de 15 inspectores que hasta la semana pasada había 8 del lado correntino que no podían venir para este lado, siempre los de corrientes inspeccionan en Misiones y los de Misiones en Corrientes, los del norte al sur, se van cruzando”, para agregar que solamente el gerente de fiscalización sabe dónde van a ir.
La nueva forma de fiscalización consiste en que cada secadero deberá presentar una declaración cada fin de mes donde el secadero consigne los kilos de palitos de las producción de la yerba con los que cuenta y van a quedar físicamente en el lugar hasta que vaya un inspector y se destruyan en su presencia, “no se van a poder mover, es una nueva forma y así vamos a ir ajustando” reiterando el porcentaje de palo que permite el CAN que un 65 por ciento de hoja y un 35 de palito, hay algunas marcas que tiene menos, hasta un 20 por ciento, pero el máximo permitido es un 35 por ciento de palos.

 

Importación

Respecto a la yerba importada de Brasil y Paraguay, el presidente del INYM hizo hincapié en la calidad de ésa materia prima y adelantó que se implementará un sistema de inspección muy riguroso con controles cruzados, destacando que “la que se produce en Argentina el INYM le hace un montón de controles, desde la hoja verde, durante el proceso, la secansa y la canchada pero la que estaba entrando, como entra al molino puede pasar al proceso industrial en forma directa y no creemos que eso sea correcto porque finalmente se mezcla con la producida argentina y el consumidor está tomando una yerba que es un poco argentina y un poco mezclada con Brasil o Paraguay y eso no es justo”.

 

Mediante la jueva resolución la yerba que ingrese va tener que informarse al INYM y no va a poder ingresar al proceso industrial hasta que se haga la verificación de la calidad del producto que deberá cumplir las mismas características y requisitos que la canchada nacional establecidos por el CAN, las normas IRAM de control y las dictadas por INYM, para lo cual el Instituto creo una Jefatura de Control y Gestión de Calidad que va a estar a cargo de una bioquímica especializada en alimentos y dos personas que ya son inspectores para garantizar a los importadores que las muestras que se van a tomar van a ser correctas.

 

Explicó Szychowski que las muestras iran a un laboratorio que se definirá por sorteo y “si está bien se libera, pero si no reúne los requisitos de calidad argentinos se hará otro análisis con otro laboratorio también por sorteo y si también da mal esa yerba será sancionada, si da bien queda la tercer muestra que ira a un tercer laboratorio”.
Sobre la cantidad de yerba que ingreso de los dos países vecinos dijo que se estima en unos 25 millones de kilos, “pero eso no es lo importante, lo importante es garantizar la calidad del producto, así entre una bolsa, cien o mil tienen que ser adecuadas al CAN”.

 

Recordó el directivo del INYM que se perdió el mercado uruguayo más de 20 millones de kilos abastecido por argentina hace unos años y “perdimos ese mercado está a 500 km nuestro y ahora el INYM andaba por el mundo queriendo vender yerba cuando perdimos un mercado por no controlar la calidad”.

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