Cannabis medicinal: conocé quiénes y cómo podrán autocultivarlo

Un decreto habilitó el cultivo de cannabis medicinal en Argentina. Y también la venta del aceite en farmacias. Los detalles.

 

Este jueves hubo una buena noticia para los miles de argentinos que lo venían cultivando -por fuera de lo permitido- o que lo compraban en el exterior, mediante un trámite caro y engorroso. Salió en el Boletín Oficial una nueva reglamentación de la ley nacional de uso medicinal del cannabis.

 

El Decreto N° 883/2020 permite el acceso al aceite de cannabis mediante el autocultivo, el cultivo solidario o bien a través de la utilización de especialidades medicinales en los casos en que exista indicación médica.

 

Además, impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos de la planta de cannabis y sus derivados. Y busca garantizar el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios.

 

La norma implementará medidas para proveer en forma gratuita por parte del Estado derivados de la planta de cannabis para los pacientes que cuenten con indicación médica con cobertura pública exclusiva. En caso contrario, la cobertura deberán brindarla las obras sociales y agentes del seguro de salud.

 

Todavía falta una resolución respaldatoria de este decreto. Se espera que se publique una ampliación, donde se detallará cómo será todo el procedimiento.

 

Hasta el momento, sólo se permitía el uso de cannabis medicinal para casos de epilepsia refractaria. Ahora se prevé una ampliación a otras patologías, ya que el decreto detalla que podrá usarse “como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor”.

 

“Esta nueva reglamentación va a poner en juego la evidencia disponible, los procesos de investigación, y la indicación médica”, dice a Clarín Marcelo Morante, coordinador del Programa Nacional Investigación sobre los Usos Medicinales del Cannabis y sus derivados.

 

Cannabis medicinal: legalizan el autocultivo y la venta de aceite en farmacias

 

Cannabis – aceite

 

“El cultivo controlado va a estar vinculado a la indicación del médico. Ahí vamos a ser más amplios, porque tiene que ver con una medicina alternativa. Entonces, seguramente ahí va a estar vinculado el dolor, la fibromialgia, el autismo. Va a haber otro escenario”, sigue Morante.

 

Si bien en la resolución respaldatoria podría haber un listado de patologías habilitadas para el uso de cannabis, “va a depender más de la indicación médica”, dice Morante. Por ejemplo, el listado podría incluir un casillero que diga “otras”, que serán las que el médico indique.

 

Los pacientes podrán inscribirse en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann) para obtener la autorización de cultivo para sí mismos, a través de un familiar, una tercera persona o una organización civil autorizada.

 

“La persona tendría que inscribirse en ese registro. Y después su médico, el que va a hacer la indicación, va a tener que seguir un protocolo, un consentimiento informado y una declaración jurada donde explica por qué da la indicación. Entonces, vas a tener los datos del paciente y el médico vinculando a ese paciente con su cultivo”, dice Morante.

 

Se está planificando tener a futuro un “banco de semillas” a donde recurrirían los pacientes para disponer de ellas. Hoy en día solo se pueden importar del extranjero, pero el Ministerio de Salud tendría que definir su “uso legítimo” y permitirle al Instituto Nacional de Semillas (INASE) certificar que se puede usar en suelo argentino. “Todo ese proceso está por venir”, comenta Morante.

 

Ante la consulta de cuántas plantas podría tener una persona en su casa, responde que “va a haber una resolución que lo detalle”, aunque adelanta que “el médico va a definir la cantidad de plantas y va a haber un tope máximo”.

 

¿A cuántas personas alcanzaría esto? En el registro (Reprocann) anterior, que no se cumplimentó, hay 330 pacientes anotados. A eso hay que sumarle las personas que están importando el producto, más los que están cultivando. “Estamos hablando de miles de pacientes”, calcula Morante.

 

Valeria Salech, fundadora de la organización Mamá Cultiva, está de festejo. “Al fin se reglamentó la ley como nosotras queríamos, como esperábamos desde marzo del 2017. Recibimos la noticia con mucha alegría y con mucha emoción. A partir de ahora ya no vamos a ser criminales ante la ley. Esto nos va a dejar fuera de la estigmatización y de la criminalización”, comenta.

 

Por los espacios de formación y contención de Mamá Cultiva ya pasaron más de 10 mil personas. Y son solo una de las cientos de organizaciones que hay en el país dedicadas a promover el acceso al cannabis medicinal.

 

“Sabemos que esto beneficia a mucha gente que ya está ejerciendo la práctica del cultivo y su derecho a una acceder a mejor calidad de vida. Y sabemos que mucha gente que todavía no lo hacía por miedo lo va a poder lo va a poder resolver”, señala Salech.

 

Para Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar) lo que hace este decreto es “evitar el mercado negro” porque quien siembra y cultiva debe estar registrado.

 

Además, busca que se realice la trazabilidad del producto, es decir, que todo lo que se elabore vaya a parar a los fines medicinales. “Porque acá lo que se autoriza es el uso medicinal. No recreativo”, aclara Sajem.

 

Con esta reglamentación, las farmacias pasan a tener un nuevo rol. Hasta ahora, se limitaban a acompañar al paciente que tenía que hacer un trámite de importación de un aceite registrado en el exterior, porque no había producción nacional. Según Sajem, era «engorroso» y el trámite era muy caro.

 

Ahora, el producto va a estar accesible. Se va a poder dispensar en las farmacias autorizadas, que son las que tienen habilitado un laboratorio y se dedican a la elaboración de formulaciones magistrales.

 

“La farmacia puede comprar el principio activo y elaborar una formulación magistral. ¿Cómo lo compra? Justamente en el decreto dice que el Ministerio de Salud de la Nación va a garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios”, explica el farmacéutico.

 

“Nosotros entendemos que en la medida en que se generalice la elaboración en las farmacias, el autocultivo es algo que se va a ir dejando, cuando esté accesible el producto. Porque la preparación en farmacias es más segura, económica, y se puede estandarizar con una formulación”, opina Sajem.

 

La reglamentación también fue celebrada por la Cámara Argentina de Cannabis (Argencann). “Es un gran paso adelante. Se comienza a abrir un espacio que permite despertar una agenda de desarrollo económico en torno al cannabis en nuestro país, que hasta aquí estaba completamente vedado”, comentó su presidente, Pablo Fazio, en un comunicado.

 

Fuente: Clarín

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