Día de la Pedicura: ¿Por qué es tan importante recibir una pedicura profesional?

Cada 3 de noviembre se celebra en Argentina el Día del Pedicuro, efeméride que se remonta al año 1937 con la jerarquización de esta profesión.

 

Algunos lo llaman Día del Podólogo, del Pedicuro o la Pedicura, pero todos coinciden en que se remonta a un 3 de noviembre de 1937, cuando un grupo de pedicuros, con ansias de superación profesional, fundaron en Buenos Aires la primera entidad de Sudamérica bajo el nombre de “Liga Argentina de Pedicuros” con el propósito decidido de bregar por la jerarquización.

 

Ésta se creó mediante el logro de dos importantes objetivos: en primer lugar, que las autoridades sanitarias reconocieran a esa profesión como una rama auxiliar de la medicina y que sus ejercicios fueran debidamente reglamentados. El segundo objetivo perseguido era la creación de una escuela, de carácter universitario, como ya lo había en esa época en otros países.

 

En Argentina existen constancia de que la profesión tiene una antigüedad de más de 120 años pues en el diario “El Nacional” del 5 de octubre de 1855 existe una publicidad de pedicuro. El 16 de agosto de 1971 se inauguró el curso de auxiliar en podología. Es así como nació un anteproyecto para la creación de un curso de podología en la Facultad de Medicina de Buenos Aires y a partir de ese anteproyecto, según consta en un expediente, nace la Asociación Argentina de Podólogos.

 

Un poco de historia

 

La palabra pedicura proviene del latín pedis, que significa «de pie», y el cura, que significa «cuidado».

 

La gente ha cuidado sus uñas por más de 4.000 años. En el sur de Babilonia, los nobles utilizaban herramientas de oro macizo para darse manicures y pedicures. El uso de esmalte de uñas se remonta aún más lejos, originario de China, en el año 3000 antes de Cristo, el color de uñas indicaba el estatus social, de acuerdo con los manuscrito de la dinastía Ming; las uñas reales estaban pintados de negro y rojo. Los antiguos egipcios iniciaron con el manicure por los años 2300 antes de Cristo.

 

Una representación de las primeras manicuras y pedicuras fue encontrada en una escultura de la tumba de un faraón, y los egipcios eran conocidos por prestar especial atención a sus pies y piernas. Los egipcios también coloreaban sus uñas, utilizando el rojo para mostrar a la clase social más alta.

 

Se dice que las uñas de Cleopatra estaban pintadas de un rojo intenso, mientras que la reina Nefertiti fue conocida por su llamativo color rubí. En el antiguo Egipto y Roma, los comandantes militares también pintaban sus uñas para que coincida con el color de sus labios antes de ir a la batalla.

 

 

La importancia de una pedicura profesional

 

A diario los pies son muy maltratados y la pedicura es la manera de darles un alivio. Más allá de pintarse las uñas, los pies necesitan un momento de descanso. En una pedicura profesional se realizan diferentes tratamientos, masajes e incluso la remoción de callos que estén causando molestias.

 

La función de una pedicura profesional es limpiar los pies a profundidad e hidratarlos. Para lo primero se cortan las uñas, se remueven las cutículas y el exceso de piel utilizando instrumentos que en manos inexpertas pueden causar más daños que beneficios a los pies.

 

Profesionales enfatizan que aunque en casa se puede hacer una pedicura sencilla y superficial, es importante que las personas creen conciencia de lo peligroso que puede ser querer imitar en casa lo que hace un profesional.

 

Cortar la cutícula incorrectamente puede dañar la uña, y también existen callos que si son punzantes tienen que ser tratados por un profesional médico. Estas son solo algunas de las cuestiones que un profesional tiene claras y que, en caso de hacerse en casa sin supervición, pueden llegar a pasar desapercibidas o desencadenar en un problema mayor.

 

Se dice que la clave para que los efectos de la pedicura duren más está en la manera y la frecuencia con la que humectes los pies. Expertos en el tema sugieren aplicar cremas todas las noches antes de dormir y retirarlas por la mañana lavando bien los pies.

 

 

Fuente: diarioepoca.com / magacin.com