Crimen de Aparicio Duarte en Campo Viera: celos, venganza y muerte, una historia que se repite

El crimen de Aparicio Duarte (26 años), ultimado de una puñalada mientras dormía en su casa del barrio Oeste de Campo Viera, el viernes a la madrugada, está rodeado de una historia que se repite en las crónicas policiales: celos y venganza y muerte, a causa de relaciones sentimentales frustradas.

 

El sospechoso escapó, fue intensamente buscado y luego de 18 horas de permanecer prófugo, se entregó en el cementerio local.

 

La víctima, quién estaba descansando con su reciente pareja, Lorena K. de 21 años, recibió un puntazo a la altura de la clavícula izquierda; exclamó ayuda, fue trasladado luego al Hospital Samic de Oberá, donde llegó sin signos vitales.

 

El agresor ingresó por una ventana a las 3:30 horas en medio de la oscuridad y luego de lanzar su estocada mortal contra la humanidad de Duarte, se dio a la fuga por donde entró.
Como resultado de las exhaustivas tareas realizadas durante la jornada de ayer viernes en zonas urbanas y rurales de Campo Viera, la Policía de Misiones detuvo al principal sospechoso del homicidio de Aparicio Duarte. Se trata de un joven de 23 años, identificado como Cristian F. alias «Chita».

 

En realidad, jaqueado por las circunstancias, el acusado ofreció entregarse a los efectivos de la División de Investigaciones de la Unidad Regional II de Policía en Campo Viera, a través de la mediación de un hermano suyo, quién ofició de guía.

 

La detención de “Chita”se produjo en el cementerio local a las 22:00 horas del mismo viernes. El sospechoso fue alojado en Comisaría de Campo Viera, a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, a cargo del juez Horacio Heriberto Alarcón.

 

En tanto, el cuerpo del joven ultimado fue trasladado a la Morgue Judicial donde se le practicó autopsia y posteriormente entregado a sus familiares para velatorio e inhumación.
Según trascendió el detenido habría ensayado una confesión ante los policías, al momento de ser aprehendido, como que había mandando “una macana grande”, bajo los efectos de estupefacientes, aunque dicho sincericidio ante sede policial no tiene validez legal, salvo que lo ratifique ante la Justicia luego.

 

Lo cierto es que Cristian F y Lorena K. habían mantenido una relación de pareja durante un tiempo, se separaron y la mujer se fue a vivir hace un mes atrás con Aparicio Duarte. Producto de la relación entre el detenido y Lorena, nacieron dos hijos.

 

Al parecer, el sospechoso guardaba rencor tras la separación con su ex pareja y había puesto los ojos sobre el nuevo concubino de Lorena, sumido en constantes ataques de celos, por lo cual habría jurado venganza. El Juez interviniente caratuló la causa en primera instancia, como “homicidio”.

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