«A pesar de las ofertas, promociones especiales, descuentos con cupones y cuotas, el monto de ventas fue escaso, se notó la falta de plata porque en líneas generales los regalos fueron austeros: remeras, blusas, jeans, bijouterié, vinos finos, monederos y pañuelos, entre otros», declaró el presidente de la Federación de Cámaras y Centros Comerciales de la República Argentina, Rubén Manusovich.
«Teníamos buenas expectativas por la reapertura de los shoppings que benefician a los comercios de cercanía, pero las medidas llegaron tarde y lamentablemente unos 5000 locales de galerías, shoppings y negocios vecinos cerraron definitivamente porque que no pudieron afrontar los gastos fijos, alquileres, tarifas y empleados, los efectos de la pandemia han sido graves», explicó.
«La suba del dólar encareció los productos tecnológicos, celulares y computadoras en estos rubros la baja fue notoria, por el contrario los artículos más accesibles como la indumentaria se vendieron un poco más», añadió Manusovich.
«Donde hubo crecimiento fue en el comercio “on line”, el comercio minorista debió adaptarse a la nueva normalidad de vender de manera no presencial y ya más del 60% de los negocios de capital federal ofreció para este Día de la Madre, ventas digitales, de no ser por estos canales la caída general de ventas hubiera sido mayor», explicó Manusovich.
El precio promedio de cada regalo fue estimado en $ 1400.
En cuanto a la gastronomía, la apertura de mesas al aire libre permitió a una incipiente recuperación de bares y restaurantes aunque aún muy lejos de los niveles tradicionales.