Análisis semanal: Se agrandan las brechas de la política y el dólar mientras Misiones avanza hacia la zona franca tras la cumbre Massa-Rovira

Ni el coronavirus ni la economía dan tregua a los argentinos, tampoco el crecimiento de la pobreza y el desempleo. La cantidad de contagios diarios aumenta y algunos especialistas pronostican un rebrote en marzo. Ninguna de las medidas dispuestas por el ministro Martín Guzmán resulta suficiente para reducir la brecha cambiaria y el incremento del gasto público que demandó la gestión de la pandemia genera expectativas de alta inflación. Nada de eso resulta impedimento para que la mayoría de la dirigencia política consagre buena parte de su tiempo y sus energías al arte tan argentino de la polémica.

 

El contexto no le da al presidente Alberto Fernández motivos para festejar. Su último gran logro de gestión, el acuerdo con los bonistas bajo jurisdicción extranjera, no tuvo el efecto dinamizador que se esperaba y comienza a quedar demasiado lejos en el tiempo. Entonces apela al ejercicio de la ucronía y repite que con Macri estaríamos peor, lo volvió a hacer durante el acto por el Día de la Lealtad: “menos mal que el peronismo está gobernando en este momento”, expresó aliviado.

 

Para su fortuna, el expresidente Mauricio Macri salió de su ostracismo mediático y pareció darle la razón.

 

En un intento bastante evidente por recuperar el liderazgo de la oposición frente al crecimiento de figuras como el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, o el camaleónico Martín Lousteau, Macri dio una serie de entrevistas en los que intentó repartir culpas por los fracasos de su gestión y alimentar las internas dentro de su propio partido.

 

Se lamentó de haber delegado la negociación política en manos del ala “filo peronista” de la coalición que lo llevó al poder –el dardo fue para Rogelio Frigerio y Emilio Monzó- e insólitamente cargó la responsabilidad por el endeudamiento récord de su gobierno al Congreso “con mayoría kirchnerista”.

 

“El déficit, ¿quién lo genera? Lo genera el presupuesto. Como dice Lacunza: padre déficit, hijo deuda. ¿Y el presupuesto quién lo aprueba? El Congreso de la Nación. ¿Y quién tenía una mayoría donde todos los años de mi Gobierno, por primera vez en la historia? El peronismo. El kirchnerismo, no el peronismo. Y siempre aprobó presupuestos que no tenían recursos suficientes. Entonces no tenía alternativa que ir y tomar deuda”, declaró textualmente Macri en el diálogo que sostuvo con el periodista Joaquín Morales Solá, dejando en claro que la autocrítica no es su fuerte.

 

Siguiendo al pie de la letra el dogma antiperonista según el cual la culpa de absolutamente todo lo malo que le pasó al país en los últimos 75 años es del peronismo, el exmandatario culpó por los resultados de su gestión a funcionarios “filo peronistas” de su gobierno y a los representantes de la oposición en el Congreso, también peronistas.

 

Además, en todo su raid mediático, Macri se ocupó de pronosticar que en 2023 Juntos por el Cambio volvería a ser gobierno, como si las próximas elecciones presidenciales fueran tema prioritario en la Argentina actual.

 

Que la clase política siga enfrascada en la lógica del enfrentamiento dogmático responde en buena medida a que buena parte de la sociedad está muy cómoda en ese mismo lugar, algo que volvió a quedar en evidencia en los días previos y durante el 17 de octubre.

 

Para calentar el ambiente, el referente del peronismo mediático, Dady Brieva, confesó al aire sus fantasías de atropellar con una camioneta a un grupo de opositores que este lunes aprovechó el feriado del Día de la Diversidad Cultural para salir a manifestar su oposición a un gobierno que no les cae en gracia.

 

Las redes sociales volvieron a convertirse en la cloaca en la cual peronistas y antiperonistas vomitan su odio mutuo para cerrar la semana cerró con una novedosa muestra de intolerancia política: un ciberataque que bloqueó la “movilización virtual” por el día de la lealtad peronista.

 

Haciendo gala de disponibilidad de recursos y de mucho tiempo ocioso, un grupo organizado de cibergorilas logró bloquear por algún tiempo la plataforma que convocó a la movilización peronista, dando al odio político una nueva forma de expresarse en Argentina.

 

La otra grieta: el dólar

 

Las sucesivas medidas adoptadas por el Gobierno nacional para reducir la demanda e incrementar la oferta de dólares no resultó efectiva para reducir la brecha que separa a la cotización oficial de las demás. El blue siguió aumentando a ritmo acelerado y cerró la semana 120% por encima del oficial.

 

El presidente Alberto Fernández intentó llevar algo de tranquilidad a los mercados durante su exposición en el Coloquio de Idea, donde aseguró que no habrá una mega devaluación, ni se retendrán depósitos: “jamás haría semejante cosa”, aseguró.

 

Contra el intento de Alberto de apelar al discurso para generar tranquilidad conspiran los antecedentes: “el que apuesta al dólar pierde”, “el que puso dólares recibirá dólares” y las más recientes,  “inflación de un dígito” y “lo peor ya pasó”, resuenan en la memoria colectiva no solo del empresariado sino del asalariado promedio siempre atento a las oportunidades y amenazas del caótico comportamiento cambiario argentino.

 

A la falta de credibilidad, no ya del presidente sino de la clase política argentina, se suma la ausencia de un plan económico integral o algo que se parezca a ello. Desde el sector privado confían en que la negociación con el FMI, en el marco de la cual deberán establecerse metas y objetivos, termine perfilando un rumbo que por ahora nadie tiene muy claro.

 

Mientras tanto el equipo que encabeza el ministro Guzmán continúa diseñando medidas que apuntan a reducir la presión cambiaria. Después de intentar accionar sobre la oferta y la demanda de dólares, el Gobierno buscará ahora incentivar el ahorro y la inversión en pesos. La idea es ofrecer alternativas que puedan dar mayor rentabilidad que el dólar, para lo cual también se necesitará despejar la amenaza de una nueva devaluación.

 

Para ello el Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley que propone la ampliación de exenciones en el impuesto a las Ganancias y sobre Bienes Personales para los activos de inversiones financieras en moneda nacional.

 

Además, incluye exención de impuesto a las Ganancias de los intereses de los depósitos en pesos con cláusula de ajuste (por ejemplo, plazos fijos UVAs) y el rendimiento de las colocaciones en instrumentos emitidos en moneda nacional destinados a fomentar la inversión productiva.

 

“Queremos dar alternativas para poder ahorrar en alternativas que no sea dólares y la construcción nos parece una buena. En los próximos días sacaremos medidas que den cuenta de lo que estamos pensando”, había adelantado el presidente Alberto Fernández al exponer frente a empresarios en el Coloquio de IDEA.

 

Polo Misiones

 

El espaldarazo que significó el respaldo de Sergio Massa al reclamo histórico de Misiones de contar con un tratamiento impositivo diferencial estableció un contexto favorable para avanzar en el trámite legislativo de uno de los proyectos más ambiciosos que se planteó el Gobierno provincial con el respaldo unánime del sector privado: la instalación de una zona franca que potencie al sector exportador de la provincia.

 

Bajo el título “Polo de desarrollo productivo, tecnológico y exportador de la provincia de Misiones”, fue presentado en el Senado el proyecto que propone la creación de un territorio aduanero especial en toda la provincia. En la sesión del jueves tuvo moción de preferencia y fue girado a las comisiones de Hacienda y Presupuesto y de Relaciones Exteriores y Culto.

 

Lo que sigue en esta verdadera cruzada provincial es conseguir “meter” el proyecto en las apretadas agendas de ambas comisiones a efectos de generar los dictámenes necesarios para que el tema pueda ser debatido y votado en el recinto de la cámara Alta.

 

En sus argumentos, el proyecto sostiene que “buscará fortalecer el control en las fronteras, reconvertir la estructura productiva, promover un epicentro de inversiones e industrias, incrementar el comercio en la región y asegurar el régimen extraordinario de preservación ambiental”.

 

Para lograr esos objetivos, propone –explicado en los términos más llanos posibles- exceptuar del pago de impuestos nacionales a las importaciones y exportaciones que tengan como destino u origen el Polo Misiones, entiendo como tales a las operaciones comerciales con países extranjeros y con el resto del territorio nacional que pasaría a considerarse como otro territorio aduanero.

 

En los fundamentos, se describe la situación particular que vive Misiones debido a su ubicación geográfica, las desventajas que padece debido a las políticas fiscales y monetarias de las ciudades vecinas de los países limítrofes y señala al contrabando como uno de los síntomas evidentes del déficit de competitividad que sufre la provincia.

 

“El asfixiante impacto de las diferencias con los países vecinos se vuelve evidente si consideramos, por ejemplo, que en 2020 el cierre sanitario del puente internacional entre la capital provincial Posadas y la ciudad de Encarnación en Paraguay… generó cerca de 10 mil millones de pesos adicionales al comercio local en solo un mes, según la Agencia Tributaria de Misiones”, afirma el texto.

 

Dos renovadores de la política

 

El presidente de la Cámara de Diputados de Misiones, Carlos Rovira, y su equivalente nacional, Sergio Massa, mantuvieron una reunión cuando el tigrense llegó a Posadas para inaugurar el tren de pasajeros Posadas – Garupá y comprometer fondos nacionales para equipamiento y obras en Misiones. En ella quedó en claro que la coincidencia en el nombre que eligieron para los partidos que fundaron (Frente Renovador) no es obra del azar sino que es profunda y se apoya en puntos de encuentro sólidos.

 

La “ancha avenida del medio” que el bonaerense viene proponiendo como alternativa política a escala nacional para superar la grieta, ya estaba en los fundamentos de la renovación misionera, que supo integrar armónicamente a peronistas y radicales diez años antes de que el tigrense fundara su propio partido.

 

Todo indica que los encuentros y las charlas entre los dos referentes políticos se irán profundizando, lo que deja abierta las puertas para una alianza de cara al futuro. En 2021 hay elecciones y entre la renovación de Rovira y la de Massa hay coincidencias que van mucho más allá de la similitud de un nombre.

 

En el plazo más cercano, la buena sintonía con Massa será una herramienta fundamental para que Misiones pueda avanzar en el tratamiento legislativo de proyectos fundamentales, como el mencionado de la zona franca.

 

Provincia previsible

 

Misiones volvió a ser la primera provincia del país en sancionar su ley de Presupuesto. Se destinarán 152.155.514.000 de pesos, de los cuales, más del 80% se destinará a áreas sociales.

 

En representación de la bancada oficialista, Hugo Passalacqua habló no sólo como vicepresidente de la Cámara de Diputados, sino como gobernador mandato cumplido y explicó que “en el Presupuesto hay partidas contempladas y situaciones emergentes que hay que afrontar como ocurrió con los fondos que hubo que destinar para el cuidado de los misioneros en la pandemia”.

 

Destacó la política de desendeudamiento, “cuando antes, en la década del 90, teníamos comprometidos dos presupuestos en deuda”. Y calificó como “aciertos permanentes las leyes de salud que sancionaron en esta Cámara y se incorporaron al Presupuesto”. Y lanzó: “Somos la única provincia de la Argentina que le pone luz a todos sus números”.

 

Pero la ley de Presupuesto no solamente fue respaldada por el oficialismo. Martín Sereno justificó el acompañamiento del bloque del PAYS, “porque consideramos superlativo que más del 80% se destine al área social, es algo muy importante en estos tiempos de crisis provocado por la pandemia”.

 

Por su parte Jorge Ratier, de la bancada PRO, aclaró que votaron afirmativamente, “porque es coherente con la realidad económica que estamos atravesando”.

 

También acompañó la UCR. Uno de los integrantes de esa bancada, el eldoradense Gustavo González indicó que “como oposición, nos sumamos a brindarles facultades al Gobernador para que ejecute la herramienta financiera”.

 

El tratamiento legislativo pormenorizado que recibió el proyecto también fue destacado desde todas las bancadas. La comisión de Presupuesto de la Legislatura realizó 18 reuniones en las que expusieron y respondieron preguntas 34 funcionarios. El proceso total tuvo una duración de 46 horas y 50 minutos.

 

La presidenta de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, la renovadora Natalia Rodríguez, destacó “dentro del Presupuesto se contempla el 0.39% para el pago de la deuda, algo que fue cambiando en el transcurso de los años y la Renovación logró tener deuda prácticamente cero”.

 

Pero el marcado perfil social del Presupuesto 2021 no implica resignar apoyo a la economía. Para el año próximo se prevé la continuidad de los programas e inversiones orientadas al crecimiento económico y la producción, entre ellas las inversiones en obra pública que en Misiones no estuvieron frenadas a pesar de la cuarentena.

 

Reclamos de frontera

 

El gobernador de Itapúa (Paraguay) Juan Schmalko, acusó a su par misionero, Oscar Herrera Ahuad, de carecer de empatía con sus vecinos encarnacenos, en referencia a la decisión del Gobierno misionero de mantener cerrado el puente Posadas – Encarnación por cuestiones sanitarias, algo que generó un impacto negativo muy duro en la economía de capital itapuense.

 

La queja de Schmalko generó malestar en Misiones, no solo en el Gobierno sino entre los propios habitantes, que históricamente colaboran con el pago de sus impuestos para que los encarnacenos puedan atenderse gratuitamente en el sistema público de salud misionero e incluso concurran a escuelas de este lado del Paraná.

 

Herrera Ahuad no tardó en contestar, “de mis 10 años como funcionario público acá en Posadas. No podría hablar de falta de empatía, sino creo que, si hacemos un resumen de estos 10 años, tendríamos que hablar de la humanidad de los misioneros para con los hermanos vecinos”.

 

El gobernador se refirió puntualmente a “miles de vidas» de paraguayos que se salvaron gracias a la salud pública de Misiones. «Acá los misioneros respondimos con solidaridad, con trabajo, en los diferentes niveles. Social, asistencial y sanitario. Siempre. Nunca hemos pedido una moneda a cambio, nunca miramos lo económico, cuánto nos costaba una persona que venía con una dolencia o con una necesidad».

 

“A los misioneros nos llega mucho, siendo una provincia periférica, que no es agraciada por los recursos federales en materias coparticipables, tener un equilibrio fiscal, financiero como lo tenemos, con un enorme cuidado de nuestra gente. Pero lo que siempre fuimos fue humanitarios, empáticos, integradores, resolutivos”, reforzó.

 

En plena pandemia hubo muchas personas que han venido, hermanos de la vecina orilla con una dolencia, con una enfermedad y los misioneros los hemos recibido. Y hemos resuelto su problema. Enfermos terminales pasaron el puente, vinieron, están internados algunos de ellos. Y los seguimos recibiendo con los brazos abiertos”

 

“Habla poco, pero hace mucho”

 

La llegada de Lalo Stelatto a la intendencia de Posadas provocó un verdadero cambio en la cultura del empleado municipal. El ritmo de trabajo en casi todas las áreas se intensificó, algo que en un primer momento generó algún disgusto en una parte de la planta de empleados, pero con el correr de las semanas todos se fueron amoldando.

 

Los resultados pueden verse en la ciudad con el avance de obras de infraestructura, parques y de mejora y embellecimiento.

 

Las comisiones barriales también se benefician con la gestión municipal e incluso muchos dirigentes de base que no estaban conformes con la candidatura de Stelatto porque no le veían grandes habilidades discursivas, hoy lo respaldan por los resultados de su gestión.

 

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