El hombre que encontraron este martes descuartizado dentro de un tambor con cal en la localidad bonaerense de Bernal fue asesinado de un golpe en la cabeza. Así lo determinó la autopsia realizada por los médicos forenses de la morgue de Ezpeleta. Este miércoles, además, se confirmó que la víctima efectivamente era Rodrigo Cristaldo. El principal sospechoso permanece prófugo.
A Rodrigo lo habían visto por última vez el lunes 5 de octubre a las nueve de la mañana en el cruce de las calles Los Andes y Chacabuco. Pese a lo deteriorado que estaba el cuerpo, los peritos que realizaron la autopsia pudieron determinar la causa de muerte del hombre de 41 años, quien padecía cáncer cerebral y fue encontrado descuartizado este martes en la localidad del partido de Quilmes, en el sur del conurbano bonaerense.
De acuerdo al informe forense enviado al fiscal a cargo de la causa Leonardo Sarra, Cristaldo presentaba una fractura en la base del cráneo producto de un golpe con algún objeto contundente que le causó la muerte. Los forenses también detectaron que tenía una serie de clavos metálicos en la cabeza que, por lo que refirieron los propios familiares de la víctima, le habían colocado después de una operación a causa de un tumor cerebral.
“Más allá de que se esperan estudios de ADN para la identificación científica y formal, la presencia de esos clavos y el hecho de que la víctima haya aparecido en la casa de hombre con el que había tenido un problema, son elementos suficientes de convicción para creer que el cadáver pertenece a Cristaldo”, dijo un investigador judicial. Además, este miércoles al mediodía, los familiares del hombre reconocieron el cuerpo en la morgue de Ezpeleta.
Por el caso, aún está prófugo el principal sospechoso, un hombre identificado como Antonio Ansaloni, de 65 años. Tiene como antecedente una causa por comercialización de estupefacientes en el departamento judicial de Dolores, por la que estuvo preso. Lo curioso es que, en Quilmes, no tenía ninguna denuncia por venta de drogas pese a que el martes, además del cuerpo, encontraron en la casa allanada una cocina de cocaína.
Por ello, Ansaloni ahora tiene dos pedidos de captura: uno emitido por el fiscal Sarra por el homicidio de Cristaldo y el otro, por la fiscal Clarisa Antonini, de la UFI 20 temática de Drogas de Quilmes.
El caso
A Cristaldo lo buscaban desde el 5 de octubre, después de que su familia realizara una denuncia por averiguación de paradero en la comisaría 2da de Quilmes. Ellos mismos fueron quienes, el martes, le informaron al fiscal Sarra que les habían comentado que el hombre había tenido un problema con el dueño de una casa.
La víctima, con discapacidad por la enfermedad que cursaba, solía ayudar en la limpieza de esa casa hasta que, según el relato de la familia, descubrió que en el lugar Ansaloni tenía armas y drogas. En ese momento, le reprochó que podía terminar preso y tuvieron una discusión.
“Desde ahí este tipo juró que lo iba a dejar caminar y que el día que lo agarrara lo iba a cortar en pedacitos”, contó el hermano de la víctima. Agregó que, antes de desaparecer, a su hermano lo vieron salir de la villa Itatí junto al sospechoso, donde Rodrigo hacía cortes de pelo gratis.
Con estos datos, el fiscal Sarra determinó que se hiciera un allanamiento de urgencia en la casa del sospechoso. La Policía encontró dentro de un tambor un cuerpo descuartizado, cubierto de ácido, cal y cemento.
Además, en la casa encontraron productos químicos, seis botellas de ácido, un bidón de cinco litros de nafta, seis bolsas de nailon transparente con dos kilos y medio de una sustancia que dio positivo en el narcotest como clorhidrato de cocaína y dos paquetes con dos kilos de marihuana.
En el momento del allanamiento, dos hombres escaparon por los techos de la casa y lograron huir a pie. Se presume que uno de ellos era el fugitivo Ansaloni.
Fuente: Todo Noticias
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