InFoPro: para Manfredo Seifert, de la Cooperativa de Montecarlo, es un hecho «histórico» que se difunda «cuánto cuesta producir una tonelada de raleo»

Como representante de Sector Primario y directivo de una cooperativa que nuclea a más de 400 productores forestales, el gerente técnico de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo Ldta se refirió a la resolución del Instituto Forestal Provincial (InFoPro) de fijar un precio mínimo por tonelada de Chip y Raleo. “La actividad primaria no podía seguir otros 30 años regalando la madera. El productor forestal está mal, y no está en condiciones de seguir subsidiando con su esfuerzo y su producción a la industria. El sector en su conjunto tiene que desarrollarse y todos tenemos que poder vivir de la actividad, no solo una parte de la cadena. Hasta ahora, el 60% de la producción que se obtiene del bosque y que se destina como madera triturable, nunca había sido valorada. Esto es lo que cambió con precios mínimos establecidos”, expresó el cooperativista.

 

De esta forma, el profesional se refirió al resultado logrado de la primera Asamblea realizada por los integrantes del nuevo organismo, oportunidad en la que se estableció por votación de la mayoría los precios de base de la materia prima forestal de pino, que será de 599,55 pesos para el precio de la tonelada en pie; y de 1.600 pesos para la tonelada de raleo puesta en fábrica. El precio del chip aserradero sobre camión será de 1.981,29 pesos, mientras que el chip Chipeador sobre camión será de 1.871,57 pesos. Los precios resultantes son conformados por el costo de producción más un porcentaje de rentabilidad no menor al 5%. 

 

La decisión del precio oficial de base fue rechazada por el sector industrial, que integra el directorio y votó por la negativa, ya que tanto representantes de Papel Misionero como Arauco Argentina consideran que «no pueden afrontar ese aumento».

 

“Para nuestro sector, la asamblea del viernes fue un hecho histórico. El haber logrado que en forma oficial se establezca un valor por nuestro trabajo y que se difunda cuánto cuesta producir una tonelada de raleo, no es algo menor para el productor forestal. Es un gran avance para nosotros. Se debe comprender que tenemos más de 30 años de historia en el mercado forestal donde siempre el precio del raleo había sido establecido arbitrariamente por una de las partes, que tenía una posición dominante de compra. Pero esto se debía a la falta de competencia, ante la no existencia de otras industrias que consuman en volumen del material triturable. Había una falla en el mercado forestal de Misiones que se debía reparar, y no era nada fácil hacerlo”, remarcó Manfredo Seifert en diálogo con ArgentinaForestal.com

 

Pero el contexto cambió, y finalmente por Ley provincial se creó una institución que velará por los intereses de los pequeños productores, dijo el cooperativista. “Se logró con el Instituto un espacio para que se reconozca y se dimensione el problema de los productores. Además, participan representantes de otros sectores, y cada uno defiende sus intereses. Sin dudas llevará tiempo acomodar este proceso en el sector, pero contamos con un espacio institucional para llevar adelante las discusiones del mercado, y que ya nadie pueda manejarse en forma arbitraria como antes. Es un gran paso”, remarcó Seifert.

 

 

En ese contexto, consideró que el escenario para los pequeños productores será diferente a futuro, por la valoración de su trabajo, su producción y su madera. “El solo hecho que hoy los medios difundan cuál es el valor del raleo ya es un cambio. Seguramente, como ya está ocurriendo, esta medida generará mucha polémica, mucha resistencia de los industriales, muchos comentarios, y es comprensible que sea así. No será fácil salir de más de 30 años de confort, donde arbitrariamente se fijaba un precio a conveniencia de solo una de las partes de la cadena, en detrimento de otras. Y esto quedó expuesto en estos tres meses de reuniones en el Instituto”, remarcó el profesional.

 

Los troncos triturables siguen teniendo en la actualidad dos principales compradores en la provincia, Arauco Argentina y Papel Misionero, más allá del consumo creciente de otras industrias (yerbateras, tealeras, plantas de biomasa, pellets).

 

Para Seifert, esto ocurre porque el material que se obtiene de los bosques cultivados, en un 60% es raleo en forma directa, principal insumo para la producción de celulosa y papel. En forma indirecta, del rollo aserrable que ingresa a la industria se obtiene el chip o aserrín. “Son todos residuos forestales que tienen aprovechamiento en la planta de celulosa y papel, que termina como material de trituración. Todo ese material que se genera, mal llamado residuos, siempre ha significado pérdida al productor primario. Era un pasivo económico, un lastre, pero es un subproducto y hoy todos saben que tiene un valor oficial por tonelada generada, y nos hace pensar que la realidad del productor puede cambiar hacia un precio justo por su trabajo en un futuro cercano. Esperamos que así sea”, expresó en la entrevista el representante de la Cooperativa de Montecarlo.

 

 

 

Consciente de que el proceso recién comienza, reflexionó que será un compromiso de todo el sector forestal aprovechar el espacio del InFoPro para definir el desarrollo sostenible de la foresto-industria en la que todos ganen. “El tiempo demostrará los resultados, es nuestra oportunidad de hacer mejor las cosas. Hay mucho aún por hacer, hay que generar conciencia y difundir los precios para que todos los productores se informen cuánto cuesta su materia prima, que no regalen su trabajo, y que tienen una institución que regulará el cumplimiento de los precios fijados”, mencionó como algunos ejemplos de la tarea que llevarán adelante.

 

 

Más información y transparencia

Al ser consultado respecto a los motivos que llevaron a desestimar una propuesta presentada por el sector industrial el jueves, que en principio consideraban razonable y posible de cumplir un precio de base de $1.100 por tonelada de raleo, Manfredo Seifert explicó que “durante todas estas semanas se esperaba con gran interés que llegara la información del sector industrial respecto a la estructura de costos, queríamos saber cuánto le costaba a las empresas la implantación, comparar con nuestros costos e incluso con el realizado por el COIFORM, analizar en qué podríamos estar equivocados. Ellos (Arauco y Papel Misionero) tienen forestaciones propias. Pero, lamentablemente, las dos partes no lo hicieron, cuando conocen muy bien sus costos, saben lo que cuesta producir una tonelada de raleo puesto en industria. Compartir información, para nosotros (el sector primario) es dar un paso a la transparencia y al diálogo. Hubiéramos querido conocer esos valores para tener un indicador, o comparativos. Nuestra idea nunca fue presentar un precio de base que este fuera de la realidad productiva, ni para nosotros ni para ellos. Pero en esta oportunidad, no se logró, no acercaron información de costos”, sostuvo el profesional.

 

Agregó que si un actor produce en forma más eficiente y a menor costo, es una información que debiera darla a conocer para poder en conjunto ser eficientes y entre todos mejorar las condiciones de costos, reparar el error, si lo hubiera. “Pero lamentablemente, esto no sucedió y llegamos a la asamblea de esta forma, con desacuerdos con la industria y tensiones. De todas formas, es parte del proceso, que recién inicia”, concluyó.

 

El origen que llevó a la creación del Instituto

El precio del producto forestal está dado por la oferta y la demanda del libre mercado, esto es así en un mercado de competencia perfecta, y en la que sin dudas todos los productores quisieran operar, explicó Seifert. Pero desde la visión del Sector Primario, en Misiones la actividad se desarrolló en los últimos 30 años en un «mercado imperfecto», donde la oferta y la demanda influye en el precio del chip y raleo, pero no era lo que determinaba el precio. «La posición de únicas compradoras de la materia prima es lo que fijaba el precio de referencia, siempre por debajo de los costos del productor. Este tipo de mercados imperfectos tienen fallas, y es lo que se debía corregir en la provincia. Eso es lo que hay que entender, no hubo nunca una posibilidad de que las partes acuerden, por eso nace por ley provincial el InFoPro, fue el único camino que encontramos para dar institucionalidad al mercado forestal. Y el productor primario ahora comenzó a transitar una nueva etapa”, sostuvo Seifert.

 

«Cualquier país desarrollado, sea capitalista o liberal, trata de mitigar con alguna acción los efectos negativos que se producen en este tipo de mercados. Eso fue lo que hizo Misiones con esta resolución de fijar precios de referencia para el chip y raleo. Escuchó al sector primario, los unió en una mesa, y buscó además asesoramiento. Como sector, en los últimos 30 años a la fecha, nunca antes tuvimos ningún tipo de acción para mitigar ese efecto negativo. Y así nos fue también como sector primario. Mal. Por ello, siendo la primera vez que un Estado Provincial reconoce que tenemos un problema y genera las herramientas para que busquemos soluciones, para nosotros es un gran logro”, destacó el profesional.

 

En segundo lugar, consideró que la jerarquía del Instituto viene acompañada de un marco legal que permite solucionar el problema. “En la cooperativa, lo que decimos es que como productores tenemos que valorar y capitalizar este espacio. El éxito de esto dependerá del compromiso de todos los sectores, de lograr que funcione el Instituto y que logremos resultados positivos entre los integrantes de la actividad foresto-industrial. Por supuesto, estos resultados no serán inmediatos, sino en el mediano y largo plazo, además de que se necesitará madurar, dialogar y generar conciencia sobre los logros alcanzados”, concluyó el representante del sector primario.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

 

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