La Mosqueta Pico Pala, 20 años de expansión en la Selva Misionera

Es una de las aves miembro de la familia Tyrannidae, que se registró en la argentina ingresando a través de la provincia de Misiones, hace ya casi 20 años. Fue hallada por primera vez en febrero de 2001 en el área urbana de Puerto Iguazú, registrada por Andrés Bosso. De allí en más se expandió en forma progresiva al resto de la provincia, y recientemente ya fue encontrada en varias localidades en la vecina Corrientes.

 

 

En una alianza con Aves Argentinas, la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, compartimos en forma semanal algunos de los secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país, y de nuestra Maravilla Natural Argentina, la Selva Misionera. Exclusivo de Misiones Online.

 

La Mosqueta pico pala (Todirostrum cinereum) se distribuye ampliamente por región neotropical, desde el sudeste de México, Centroamérica y gran parte de Sudamérica hasta el norte de Bolivia, norte y este de Paraguay, y sur y sudeste de Brasil. En el extremo austral de su dispersión, la relacionan con áreas chaqueñas y del Cerrado.

 

De pequeño tamaño, mide unos 9 centímetros de longitud y pesa unos 7,5 gramos. El macho y la hembra son similares entre sí, y su denominación científica, describe dos características propias de la especie, que resulta inconfundible por su aspecto y coloración.

Foto: Diego Demarco

 

El significado de Todirostrum, hace referencia al pico del ave, muy llamativo y casi grotesco por su forma y tamaño, siendo más bien largo, pero chato y algo ensanchado, como una pequeña pala de color negro. Su plumaje es bien contrastado, y el nombre específico de cinereum (color de las cenizas) hace alusión a sus partes dorsales, incluidas la nuca, que lucen un gris plomizo o pizarra.

 

En la cara negra, se destaca su iris amarillo. Las alas se ven negras con ribetes amarillos, y la cola también oscura, presenta ápice y filete blancos, poco visibles. Las partes ventrales se destacan por su color amarillo. Los juveniles presentan tonos más pálidos con el iris oscuro.

 

En su amplia distribución habita una diversidad de ambientes boscosos abiertos y vegetación secundaria, incluido plantaciones y jardines. Es de hábitos confiados y se mueve activamente por los estratos bajo y medio, en forma solitaria o en pareja. Se alimenta de insectos que captura revisando minuciosamente el follaje, haciendo muchas veces audible el chasquido del pico que resulta en la captura exitosa de la presa. En ocasiones realiza un movimiento lateral de la cola, muy característico. Emite un llamativo trino que puede repetir en forma sucesiva.

 

Foto: Diego Demarco

 

Se conoce muy bien su biología reproductiva para otras regiones de su distribución, pero su nidificación en Misiones ya fue documentada. Como sucede con varios grupos o géneros de pequeños tiránidos, esta mosqueta también construye un nido cerrado y colgante o pendular en ramas a media altura, es algo voluminoso y con forma globular, y los materiales se prolongan en forma desprolija y como desflecada hacia abajo. Mide unos 20 centímetros de largo y está construido con fibras vegetales y hojas en su exterior.

 

La entrada está protegida por un pequeño alero, y luego de un tabique interno, se abre sobre una cámara interna, la cual es revestida con materiales vegetales más finos y suaves. Ambos sexos participan en la construcción, la que demanda unos 30 días.

 

Foto: Dante Gabriel Moresco.

 

La postura es de 2 o 3 huevos blancos, cuya puesta ocurre en días alternados. Solo la hembra incuba entre 15 y 17 días. Los pichones permanecen en el nido entre 16 y 18 días, y son alimentados por ambos padres, quienes se turnan para entrar con alimento y salir con heces para mantener la higiene. Como grupo familiar, siguen al menos unos dos meses, pero ya no ocupan el nido para pasar la noche.

 

Aunque no deja ser más que interesante, incorporar y conocer una nueva especie para nuestra provincia y el país, como es el caso de la llamativa Mosqueta pico pala, no debe pasar desapercibido para la sociedad, que su expansión reciente está vinculada a la deforestación y fragmentación de hábitat, como ya viene sucediendo con otras especies de ingreso reciente y su posterior dispersión hacia el interior misionero.

 

 

 

Por Dante Gabriel Moresco, con la colaboración de Alejandro Di Giácomo / Aves Argentinas 

 

Foto de Portada: Dante Gabriel Moresco.

 

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