Especial de Misiones Online (Cap.IV): ¿Cuál era el ideario de José Gervasio Artigas?

En este ciclo de artículos dedicados a la vida y la trayectoria pública de José Gervasio Artigas, es tiempo de adentrarnos en un aspecto fundamental: ¿cuál era su ideario? ¿Qué proyecto de sociedad encarnaba la Liga de los Pueblos Libres, de la que Artigas era el Protector? ¿Cómo se incorporaron los guaraní-misioneros a ese proyecto? ¿Cuáles fueron los aspectos por los cuales la población de nuestra provincia adhirió a este ideario?

 

Rostro de José Artigas, carbonilla sobre papel realizada por José Luis Zorrilla de San Martín.

 

En esta nota repasaremos los lineamientos generales del proyecto artiguista, tanto en cuanto a sus detalles como en su comparación con el que, por entonces, proponía la elite dirigente de Buenos Aires. Luego, vincularemos ese repaso con el sentido ideológico que tuvo la designación de Andrés Guacurarí y Artigas como Comandante General de Misiones.

 

Un programa claro y concreto

El proyecto político, social y económico del artiguismo nació en forma temprana y se fue materializando en acciones concretas a lo largo de los años de funcionamiento de la Liga de los Pueblos Libres. Como vimos en la nota 2 de esta serie de especiales, el artiguismo se gestó a partir de decisiones asamblearias y se conformó en el entrecruzamiento del ideario moderno y los imaginarios sociales de los actores que integraron este proyecto.

Especial Misiones Online de José Artigas (Cap. II): ¿Qué fue la Liga de los Pueblos Libres?

 

Pese al carácter un tanto informal del artiguismo, el programa del mismo emerge con claridad de los documentos históricos. En dónde éste surge con más claridad y precisión, es en las famosas instrucciones del Año XIII. Al momento de convocarse a la Asamblea del Año XIII (ver nota relacionada: La Asamblea que no fue), Buenos Aires dispuso un reglamento para la elección de los diputados que representarían a las provincias en el congreso. La Banda Oriental, bajo el liderazgo de Artigas, dispuso de otro mecanismo, fiel a sus formas asamblearias.

José Artigas: La Asamblea que no fue

 

 

 

José Artigas en la aduana de Purificación, oleo de José Luis Zorrilla de San Martín, Museo de Bellas Artes de San José.

Entre el 5 y el 21 de abril de 1813 se realizó el Congreso de Abril o de Tres Cruces, al que asistieron 23 representantes de los pueblos de toda la Banda Oriental. La reunión reconoció a la Asamblea del Año XIII, procedió a la elección de 5 diputados por el territorio y unificó criterios políticos y económicos a los cuáles los representantes orientales debían respetar. Esos criterios se agruparon en lo que se conoce como “Las instrucciones del año XIII” y que constituyen una clara expresión del programa político de Artigas.

 

Las Instrucciones se componen de 20 artículos, pero en términos generales encontramos cuatro elementos centrales: independencia, república, confederación y descentralización económica. Con los dos primeros puntos había cierto acuerdo con Buenos Aires, pero con los otros no y esos serán los motivos de discordia y guerra civil.

 

El Congreso de Tres Cruces proponía la declaración inmediata de la independencia de España y de cualquier otra dominación extranjera, algo que la Liga de los Pueblos Libres ratificará el 29 de junio de 1815, un año antes del congreso de Tucumán. Además, postulaba la organización republicana del territorio, frente a ciertas posturas monárquicas de los principales actores políticos porteños. República en sentido de opción política, pero también social, ya que era la consecuencia lógica del principio igualitario de la soberanía particular de los pueblos.

 

Vinculado a esto, la idea de la confederación como marco primario para la unidad entre las provincias en un contexto de igualdad y reciprocidad, algo que Buenos Aires no estaba dispuesta a aceptar, en virtud de su postura centralista y unitaria. Por último, tenemos la propuesta de la descentralización económica, a partir de la apertura de todos los puertos y no solo del de la capital para el comercio exterior. Montevideo, Maldonado, Concepción del Uruguay, Santa Fe, Paraná y Corrientes eran puntos aptos para el comercio, por lo que carecía de sentido mantener al puerto capitalino como la única vía de ingreso y egreso de mercaderías.

 

A este programa general, se le sumarían propuestas específicas con el correr del tiempo, como el “Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de su Campaña y Seguridad de sus Hacendados”, más conocido como el “Reglamento de Tierras” (ver nota relacionada: Los más privilegiados serán los más infelices), que completarían los perfiles del pensamiento artiguista y de la propuesta de revolución que este espacio impulsaría para la región rioplatense.

 

Congreso de Abril o de Tres Cruces, boceto de Diógenes Héquet, en Museo Histórico Nacional.

 

Los diputados orientales serían expulsados de la Asamblea con el argumento de la violación al reglamento de elección de los mismos. Si bien era cierto el motivo, la realidad es que se les impidió participar de las sesiones por las insalvables diferencias ideológicas entre lo que pretendía la elite de Buenos Aires y lo que proponían las Instrucciones del Año XIII.

 

 

Andresito como paradigma del programa social

La sola existencia del Comandante General de Misiones Andrés Guacurarí y Artigas es suficiente para dimensionar el alcance que tenía la propuesta artiguista, en cuanto a la transformación social que se debía instrumentar en el marco de la revolución y la independencia. Su condición de máxima autoridad de una provincia integrante de la Liga es la materialización en términos de política práctica del concepto abstracta de la “igualdad”. Para Artigas, si todos somos iguales en la teoría, lo mismo da que gobierne un blanco o un indio, en la realidad.

 

Escudo de la Provincia Oriental en tiempos de José Artigas.

La designación de un originario al mando de una provincia fue una medida de un profundo sentido social e igualitario, la que se profundizó a mediados de 1818, cuando Andresito ocupó Corrientes y se convirtió en gobernador de facto de aquella provincia, cuya elite blanca y patricia era de larga tradición. El hecho de que un indígena gobernara por sobre esta élite patricia, fue la evidencia más clara y contundente de la radicalizada propuesta social del artiguismo.

 

Serán estas propuestas económicas de descentralización y federalismo, más la radicalización del programa de igualdad social, las que expliquen las tensiones y la guerra a muerte que Buenos Aires le declarará a Artigas. En el proyecto revolucionario de las elites ilustradas, la igualdad no era un concepto de tipo práctico, sino una abstracción a la que los sectores populares solo podrían llegar mediante el tutelaje de los grupos dominantes. Esas diferencias llevarían a la guerra civil a la región rioplatense, la que acabaría con la derrota de Andresito y del propio Artigas.

 

 

 

 

 

 

Por Pablo Camogli

Foto Portada: 

 

(*) Camogli es licenciado en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y magister en cultura guaraní-jesuita por la Facultad de Arte y Diseño de Oberá. Además, es autor de 8 libros sobre historia argentina para las editoriales Aguilar y Planeta y es autor de manuales escolares para editorial Kapelusz. Actualmente dirige el sitio www.misionestienehistoria.com.ar

 

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