Eldorado 101° aniversario: el veterinario pionero Federico “Fritz” Hoefner cuenta su historia en los inicios

El intendente Fabio Martínez brindó un reconocimiento por su trayectoria profesional a Federico Fritz Hoefner, quien ejerció como veterinario desde 1958 hasta el 2014, además entre otras cosas fue profesor de la EAE desde 1960 hasta el 2006 (se jubiló en 1996 pero continuó dando clases hasta el 2006), fue Interventor del Frigorífico Zaimán y director interino de Ganadería en el Ministerio de Asuntos Agrarios de Misiones en 1972.

Tras la entrega del reconocimiento en el Municipio, el veterinario pionero de la zona Norte, Federico “Fritz” Hoefner compartió un poco de su historia.

Criar ganado en el norte de Misiones significó en los inicios competir con malezas, parásitos y el gran desafío de poder incorporar cruzas de razas europeas, y así poder romper el estigma de las carnes duras de las razas de la región. Fue aquí donde tuvo gran importancia el rol del profesional veterinario, muy incipiente en la provincia a mediados del siglo pasado cuando comenzaron sus actividades los primeros profesionales y se creó el Colegio de Veterinarios de Misiones.

Su trabajo con animales de las chacras.

Y en la zona Norte uno de los primeros médicos veterinarios fue Federico Fritz Hoefner, el Veterinario N° 24 en la provincia de Misiones, quien llegó desde Buenos Aires a Caraguatay en el año 1958 junto a su esposa, para administrar 200 hectáreas de tierras familiares a la vera del río Paraná. «El viaje me tomó 7 días en mi viejo Ford A con el que compartía la misma edad que yo en ese momento, 27 años» comentó el doctor Hofner.

Federico Fritz Hoefner nació en Buenos Aires el 28 agosto de 1931, y desde muy pequeño fue aventurero y deportista- según él mismo contó- realizando travesías y campamentos en los primeros años de Villa Gesell, también en Bariloche y en otros países. «En mi adolescencia fui ciclista y un apasionado motociclista llegando a recorrer varias provincias con mi moto Douglas T35 de 350 cc, bicilíndrica, una verdadera joya» indicó.

En cuanto a sus estudios dijo «estudié veterinaria en la UBA (Universidad de Buenos Aires), al tiempo que era remero oficial en el conocido Club Teutonia, donde también vivía. De esta forma pude afrontar los gastos de la carrera universitaria, consiguiendo graduarme en término, un 23 de diciembre de 1955».Con amigos remeros en Villa Gesell.

«Mi primer trabajo profesional veterinario fue en: La Martona, de Vicente Casares, con 33 tambos en Cañuelas, provincia de Buenos Aires como asistente y consejero. Y en uno de mis viajes fui atropellado por un coche al mando del doctor Pedro Aramburu, hijo del ex presidente, en plena avenida General Paz, por suerte fueron solo unos raspones» recordó, y agregó que como veterinario ya recibido, trabajó también en la firma O’Brady.

Otra anécdota automovilística que comentó fue que «en otra ocasión fui atropellado por un tren lechero, lo que por suerte produjo solamente daños materiales en la camioneta Mercedes Benz. Por lo visto que estaba predestinado a tener una larga vida, porque pese a esos accidentes tuve casi 60 años de servicio en mi profesión en Misiones».

Ya en la tierra colorada contó que «en Misiones comencé a trabajar en Montecarlo, en Asuntos Agrarios para todo el Norte de la provincia, donde en ese entonces había solo tres veterinarios. Lo que sí había era muchos idóneos muy experimentados, como el recordado Jorge Peschel, conocido como ´mucholindo´ de Montecarlo. La vida no era fácil en Misiones, donde las vigorosas malezas, los insectos, los parásitos y la baja calidad genética aseguraban solamente bajos rendimientos en casi todas las producciones. La esperanza era que la profesión repunte eso, pero la realidad en Misiones era otra y dificil».Caraguatay- 1960 junto a su esposa y su única hija.

Con respecto a su vida social manifestó que «se disfrutaba de las actividades sociales de la colonia y de los hermosos recursos naturales de la provincia. En mi casa de Puerto Avellaneda Km. 1776 sobre el río Paraná, cerca de Caraguatay la pasabamos muy bien. Esa propiedad es conocida como ´La Carintia´, anteriuormente fue de la familia Trümpler. Ahí tuve a mi única hija y llevamos adelante el emprendimiento agrícola familiar, al mismo tiempo que me desempeñé en tareas de asesoría agrícola para los pequeños productores de la zona».

«Desde el año 1960 con la creación de la Escuela Agrotécnica Eldorado (EAE), Bachillerato Agrario en su comienzo, ocupé el cargo de Profesor Titular de Zootecnia, Veterinaria, Zoología, Granja y Producción animal, en forma ininterrumpida hasta mi jubilación en diciembre de 1996. Allí conocí a mis inseparables amigos: el ingeniero Victor Revilla y el ingeniero Jorge Vizcarra, así como a muchos más ¡Amistades que ya llevan unos 60 años!» dijo emocionado.1° promoción de la EAE, Hoefner es el segundo sentado, de izquierda a derecha.

Hoefner también recordó que «en la EAE tomé como desafío instalar lo más moderno en producción cárnica y láctea, como modelo y ejemplo para los productores que confiaban en la formación que otorgaba la Escuela Agrotécnica a sus hijos. Y en forma paralela también enseñé en el Instituto Línea Cuchilla de Ruiz de Montoya y en la Facultad de Ciencias Forestales».

En ese orden continuó «a finales de la década del 60, recibí una beca de formación para especializarme en Alemania durante 18 meses en temas relacionados a la ganadería en ambientes tropicales, fue muy bueno eso».

Hoefner resaltó además que nunca dejó de ejercer la profesión independiente, «especializándome en grandes animales y realizando consultas a domicilio. Aún hoy creo que soy recordado como un veterinario muy predispuesto a atender a cualquier hora, y a solucionar problemas de los colonos. En una oportunidad por ejemplo estaba en un casamiento en el Club Victoria y respondiendo a un llamado del señor Kunzi que tenía una vaca que venía con el ternero cruzado, rápidamente me cambié de ropa (siempre tenía ropa de fajina en el auto), resolví el problema, me bañé y volví al casamiento. ¡Son los gajes del oficio!»

En referencia a la enseñanza sostuvo que «he participado en la formación de muchos alumnos, y muchos han continuados mis pasos, alcanzando el título de veterinario. Personalmente he tenido la satisfacción de que varios de ellos estén actualmente ejerciendo su profesión en Eldorado, algunos continuando mi legado como docentes de la EAE. Uno de mis alumnos el doctor Roberto Köstlin, graduado en Corrientes, obtuvo una beca similar a la mía, de parte del Gobierno de Alemania. Y se fue a Alemania, donde revalidó su título y es hoy titular allá de la Cátedra de Grandes Animales».

Y agregó «en tres oportunidades que viajé al viejo continente, lo visité. En una de ellas la secretaria me hizo esperar porque el doctor Köstlin estaba operando. Como el tiempo escaseaba le pedí un papel y una birome y le escribí un saludo, en castellano por supuesto, que decía: si llegás a ir algún día a Eldorado a visitar a tus padres, pasá por casa, que gustosamente te recibiré, aún si justo estoy operando (risas)».

Federico Hoefner con el veterinario Jorge Libutzki.

En esta misma línea también recordó entre risas que «ex alumnos que han continuado mis pasos recuerdan jocosamente expresiones marcadas a fuego como: el toro puede oler si una vaca esta en celo a 1500 metros. Yotra anécdota, siempre muy comentada es que en una clase de Zootecnia, describí el proceso de la digestión en rumiantes, la rumia y su importancia para poder digerir la celulosa en la producción de leche y carne y terminé la historia contestando una pregunta de una alumna sobre ¿Qué es el bolo fecal? a lo que respondí: la bosta, señorita, la bosta».

Hoefner habló de su relación con otros veterinarios de la ciudad, «he entablado una especial relación profesional, de cariño y admiración con el médico veterinario Quirino Asson, que también ha sido mi alumno».

Alumnos y profesores de la EAE

Y brindó detalles sobre sus diferentes trabajos, «en la función pública, fuí Interventor del Frigorífico Zaimán y Director interino de Ganadería en el Ministerio de Asuntos Agrarios de Misiones en el año 1972. En el año 1958, siendo secretario de gobierno de la Municipalidad el señor Federico Moser, con tambo en la Avenida Fundador del km. 9, le indiqué la importancia de implantar la inspección sanitaria en el matadero municipal del barrio Roulet, donde se faenaba en forma un tanto precaria animales traídos en tropas, caminando por la ruta de tierra, desde Corrientes; además de algunos que otros criados en la colonia. Así se implantó por primera vez, el control de la faena para el consumo humano. Y esa actividad se continuó, con instalaciones más modernas, con agua de perforación profunda, y transporte mecanizado, en aplicación de la ley Federal de Carnes».

«Otra actividad introducida fue la inseminación artificial en el ganado lechero. La Dirección de Ganadería adquirió y puso a disposición de la EAE, el equipamiento necesario para esta técnica, logrando que nazca en la chacra del productor Gustavo Mikkelsen, en barrio Roulet, el primer ternero de la raza Holando-Argentino, de padre puro de pedigre y premiado, estando en la Estación Experimental del INTA en Pergamino- Buenos aires» indicó.

Hoefner con un Chevrolet 39.

Federico Fritz Hoefner mencionó que tiene cientos de historias pero que eligió solo algunas que le resultaban graciosas o interesantes para no aburrir a los lectores, «me jubilé en el año 1996 luego de 35 años de docencia, pero continué dando clases en la EAE hasta el año 2006 contando ya con 75 años. Años antes perdí, luego de una larga enfermedad, a mi esposa. Y mi única hija se radicó en Austria. Así es que quedé solo en Misiones y formé una nueva pareja que me acompaña hasta el día de hoy» expresó.

Y continuó «ya jubilado, continué ejerciendo mi profesión hasta el año 2014, cuando fui atacado por dos perros Rottweiler de un vecino quedando muy lastimado y donde casi perdí una pierna, noticia que trascendió a nivel nacional en muchos medios por la gravedad del episodio. Pero otra vez me salvé! Fuí atendido en Eldorado y Posadas, y allí es donde recibí en retribución muchísima ayuda de ex alumnos que aportaron su granito de arena para facilitar mi recuperación. Siempre son necesarios contactos en las grandes ciudades, y en esta ocasión el hijo de mi amigo Jorge Vizcarra (que es médico) movió cielo y tierra para lograr la mejor atención posible en el Hospital Ramón Madariaga de Posadas».

«Al día de hoy con 89 años, continúo con mis actividades veterinarias, aunque reducidas únicamente a mascotas de amistades y familiares. Sin embargo muchos colonos aun requieren de mis servicios cuando los veterinarios más jóvenes no pueden atenderlos.Ya retirado disfruto de mi familia adoptiva, de las cosas sencillas de la vida, de sus mascotas y especialmente de reparar mis cosas. Constantemente podrán verme cortando el césped del amplio parque de mi casa o en mi camioneta cargado con maderas, escaleras y llevando un tráiler. Y es que aún con mis 89 años no consigo quedarme quieto. Siempre debo estar en actividad. Eso creo que me genera una gran energía y motiva a otros a seguir mis pasos pasos» expresó.

En la actualidad junto a su perro Rex, en su casa.

Sin dudas sus memorias algunas contadas y algunas escritas (para recordarlas mejor) dan fe de que su vida ha sido en gran parte una buena aventura y una excelente historia que contar.

Un ex alumno del Dr. Hoefner, Marcelo Marek dijo sobre su querido ex profesor “fue muy buen docente, muy práctico. Exigente, pero principalmente práctico. Era un profesor que si vos no querias prestar atención, simplemente te decia que podías retirarte, y no era rencoroso ni tomaba represalias. Es algo raro, pero enseñaba a todos, y el que manifestaba interés como que no tenía techo, pero al que no le interesaba la materia, en los teóricos le decia que si quería podía irse. Y obvio igual, era muy exigente en el final”.

“Se puede decir que era un profesor de avanzada. Tal vez porque también habia estudiado en Europa, y allá por más que de eso hayan pasado 50 años, siempre estan unos pasos adelante. Fue un profesor memorable para todos y por eso muchos seguimos visitándolo y en contacto con él” concluyó.

Cerrando el capítulo y en el marco de la entrega del reconocimiento que se realizó hoy por parte del Municipio por su trayectoria porfesional, el doctor Hoefner agradeció al intendente Fabio Martínez por la distinción que le otorgaron, «este emotivo reconocimiento significa para mi la culminación de mi carrera profesional y personal en la provincia de Misiones».

Hoefner finalizó diciendo que «este reconocimiento me hace sentir como que no pasé desapercibido, porque sé que hoy somos muchos veterinarios, y me hace sentir muy bien que no me olviden. Los colegas me han homenajeado también hace unos meses porque soy el más viejo de los veterinarios (dijo entre risas). Así es que me pone felíz eso, soy feliz sabiendo que he dejado una buena huella a mi alrededor».

Reconocimiento entregado por el Municipio.

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