Este lunes 21 de septiembre se iniciará en Eldorado, el juicio oral contra María Ovando, su pareja Marcos Iván Laurindo y un amigo de ambos, Sebastián Ferreira, acusados de abusos sexuales doblemente agravado en perjuicio de una hija y una nieta de la mujer.
El debate estará a cargo del Tribunal Penal 1 de Eldorado y se estima que el mismo se prolongará los días 22-23 y 24. En noviembre de 2012, la mujer había sido juzgada y absuelta en la causa del fallecimiento de su hija de 3 años, por desnutrición, hecho que tomó estado público nacional.
La niña y sus 11 hermanos, vivían en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad en Colonia Delicia, a cargo de la mujer.
Ahora, María Ovando y los dos jóvenes, deberán enfrentar los cargos de “abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado y abuso sexual gravemente ultrajante para la víctima doblemente calificado”.
La mujer está en libertad dado que no se la considera autora material de las violaciones, sino que está vinculada a la causa por el presunto consentimiento de los abusos que sufrieron su hija y una nieta. La acusación de la Fiscalía considera que ella “tenía la obligación –no solo moral, sino también legal– de actuar en defensa de la integridad sexual de su hija y nieta, a quienes debía contener y resguardar”.
Distinta es la situación de Laurindo y Ferreira, quiénes están detenidos en la Unidad Penal III de Eldorado. En el juicio serán asistidos por el defensor oficial Rodrigo Torres Muruat. En la primera audiencia, además, se reproducirá los testimonios de las víctimas que brindaron oportunamente en Cámara Gesell. Por tratarse de un delito de instancia privada, será un proceso a puertas cerradas. Recién se hará público en la etapa de los alegatos.
Cuando sucedió el hecho, la mayor de las nenas tenía entre 6 y 9 años y la menor entre 5 y 6 años. En sus respectivos relatos habrían apuntado a los jóvenes detenidos como los responsables. La hija de Ovando habría detallado que fue víctima de violaciones de manera sistemática y la nieta, que la manosearon en distintas ocasiones. Todo habría sucedido en la casa que habitaban en Eldorado.
La denuncia que disparó la causa la realizó la abuela y bisabuela paterna de las niñas, quien se hizo cargo de las pequeñas.
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