Hebe Ionescu y su esposo Juan Prieto, antes de que la pandemia llegara, los sábados recibían en su iglesia cristiana evangélica “Centro de adoración plenitud” a chicos y chicas para compartir pasajes bíblicos y la merienda, lo que era llamado “La hora feliz”. Sin embargo, a partir de mayo decidieron cambiar la forma de ayudar a su comunidad. Así surgió el comedor “Dina Sena”. Cada sábado Juan, Hebe y un matrimonio más, todos miembros de la iglesia, elaboran el almuerzo para unas 80 personas de la chacra 107 de Posadas.
Ellos, casados hace 17 años, convirtieron parte de su casa en la iglesia y el comedor. Allí asisten cerca de 18 familias a retirar su almuerzo. “La comida se da a la familia de cada niño que venía a “La hora feliz”, pero además se sumaron otras familias más”, cuenta Hebe.
Todos los sábados, los cuatro miembros de la iglesia elaboran el almuerzo para 80 personas
“Todo lo que hacemos es con recursos propios. No recibimos ayuda ni asistencia oficial”, agrega Hebe. “La iglesia es pequeña y somos 20 personas y casi todos de bajos recursos, por eso hacemos todo esto”.
De esta manera, y con intención de festejar el Día del Niño el próximo 4 de septiembre, quieren reunir elementos para esa fecha especial. Para ello están realizando trueques. Ellos tienen ropa y variados elementos para entregar y a cambio reciben golosinas, juguetes (nuevos o usados) o leche “para poder darles una alegría a esos chicos q nos llenan de alegría a nosotros” explica.
Recuerdo de la fiesta del Día del Niño del pasado año
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El recuerdo de Dina Sena
El nombre del comedor es en honor a la madre de Juan, quién falleció hace un año. “Para nosotros era una mujer muy especial y amaba mucho a Dios y ayudar a los demás. Ella fue la que nos ayudó y nos motivó en esta tarea”, añadió Hebe.
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