La escritora Cecilia Solá respondió a la soldado que cuestiona el lenguaje inclusivo: “Ese derecho, estimada Lucía, se lo dio el feminismo”

Cecilia Solá, es una escritora, docente y activista del Ni Una Menos, y respondió la carta de la militar  Lucía Zordán Herrera,  entre otros aspectos, le remarcó que el ingreso de las mujeres a las Fuerzas Armadas se produjo gracias al feminismo.

Cecilia Solá, una docente, escritora y activista del Ni Una Menos de la provincia de Chaco, le respondió esta mañana a la soldado salteña que ayer escribió una carta con críticas hacia el lenguaje inclusivo, ante los falsos rumores que circulaban sobre la idea de implementarlo en las canciones militares.

«Me cansé de que se quejen de que por ser mujeres no tienen derechos. Los tenemos, pero no tenemos el derecho a cambiar la historia por el solo hecho de que una marcha tiene nombre de varón”, sostuvo la soldado Lucía Zordán Herrera». Desde el Ministerio de Defensa aclararon a Todo Noticias que es “absolutamente falso” que se esté pensando en esa posibilidad.

“Mi nombre es Lucía Zordán Herrera, soy soldado de primera, sí, soldado, ni soldada ni soldade, soldado”, enfatizó la mujer oriunda de Salta. “En el año 2016, el Ejército Argentino me abrió la posibilidad de esta gran familia, en la que hay hombres y mujeres como en cualquier otra. Amo tanto lo que hice y hago, no solamente somos soldados para un desfile un día patrio, somos soldados todos los días del año, con aciertos y errores. Estoy orgullosa de pertenecer a tan majestuosa institución, no me da vergüenza decirlo”, agregó la salteña.

Solá es madre de tres hijas y docente de nivel secundario. Lleva escritos tres libros en los que pone de manifiesto su compromiso con los derechos humanos, la lucha contra las violencias hacia la mujer y el interés por lo social desde la educación. Está mañana le contestó a la soldado salteña.

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El texto completo de Cecilia Solá

«Estimada Lucía

Usted se define soldado. Ni soldada, ni soldade.

Y está usted en todo su derecho.

Ese derecho, estimada Lucía, se lo dio el feminismo. Seguramente no ignora que, hasta 1995, las mujeres no podíamos ser soldados, ni soldadas, ni soldades, y la presencia femenina en el Ejército, ese Ejército que usted ama, estaba restringida al área de servicios.

Usted dice que nadie sabe lo que es estar en una guerra. Se equivoca, estimada Lucía. Las mujeres e identidades femeninas sí lo sabemos. Venimos librando una guerra sangrienta contra un sistema llamado patriarcado, que nos mata cada 26 horas, y cuyo brazo ejecutor son, mayoritariamente, los hombres que dicen amarnos. Imagínese, Lucía, cuantas de nosotras dormimos noche a noche con el enemigo, sin saber si despertaremos.

Dice usted, Lucia, que tuvo suerte, y yo me permito disentir. Usted no tuvo suerte, usted está disfrutando del derecho de ejercer la profesión que le gusta, y ese derecho no es mérito suyo, sino de las feministas que, en el 2013 lograron la resolución 114, que permite mujeres en la Infantería y en la Caballería, espacios que estaban vedados, aunque desde el 97 las mujeres podíamos incorporarnos a las escuelas de formación de oficiales y suboficiales en las amas de Apoyo de Combate y Apoyo de Fuego.

Sin las feministas, soldado Lucia, a usted jamás le hubieran permitido tirar con un cañón.

¿Está cansada de escuchar que las mujeres nos quejamos de no tener derechos, soldado Lucía? Imagínese como estamos de cansadas nosotras de que nos maten a media cuadra de la comisaría, de que nos viole un tío, un padrastro, un jefe, un desconocido, de que trabajar, en cualquier ámbito de los considerados » de hombres» nos cueste a menudo un precio terriblemente alto.

Y si no pregúnteles a las veteranas de Malvinas, que vienen denunciando violación en todos los lugares en que pueden alzar la voz, a su camarada, la mujer que denunció haber sido violada por sus propios compañeros de batallón, en Bahía Blanca, otra en Santa Fe, y hay más, incluso las hay que aún no han podido hablar, ni siquiera en inclusivo.

¿Hasta dónde llegaremos, se pregunta usted, estimada Lucía? Hasta donde sea necesario, para que dejen de violarnos. de secuestrarnos, de asesinarnos. Hasta quemar el cielo, si es preciso, por vivir.

Y, otra vez, me permito disentir con usted, que dice que las mujeres no tenemos derecho a cambiar la historia. Se equivoca, estimada soldado Lucia. Usted, tan feliz de hacer lo que hace, es la prueba de que ya la hemos cambiado, y seguiremos haciéndolo».

Cecilia Solá
Cecilia Solá, escritora, docente y activista del Ni Una Menos

 

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