Eutanasia para su hijo: el médico Manuel Riera consideró que el joven “está en riesgo”

Sobre el pedido de eutanasia de una madre para su hijo de 22 años y con parálisis cerebral, el reconocido pediatra, -padre de un varón de 33 años con una patología similar, alertó tres veces que “Adrián está en riesgo”. También consideró que su madre es una «persona angustiada, desbordada, a punto de colapsar y diciendo ‘hagan algo´». También se refirió al caso el sacerdote Alberto Barros,  titular de Cáritas Diocesana en Posadas. Opinó que «hay situaciones que son tan complejas que hacen que el amor se vaya sintiendo muy agotado».

 

Alberto Barros – Radio Libertad


Él tiene vida…él no tiene una enfermedad incurable, probablemente tenga algo de lo que no se vaya a recuperar… pero él no se va a morir de esto”, afirmó al respecto el médico pediatra que resumió la entrevista presentada en el programa El Periodista que se emite por LT85 TV Canal 12, durante 11 minutos con la siguiente frase: “Vi a dos personas en situación de extrema vulnerabilidad” y cerró con una advertencia: “Adrián está en riesgo”.

 

 

La mención refiere a Adrián Martínez, joven de 22 años con una parálisis cerebral irreversible, cuya madre apeló al programa de Canal 12 como forma de llamar la atención sobre la situación que agobia a la familia y de alguna manera apelar a las autoridades que correspondan para brindar lo que consideran una “solución”, es decir la eutanasia o muerte digna para su hijo.

 


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El joven no habla, no puede valerse por sí mismo y requiere atención las 24 horas del día. Desde que nació, su familia lo acompañó a diferentes especialistas y todos coincidieron en el mismo diagnóstico: su enfermedad no tiene solución.

 

En entrevista con el mismo programa, dos días después, el médico Riera sorprendió al hablar en primera persona de su hijo que tiene también parálisis cerebral, desde que tenía pocas horas de vida, hace ya 33 años.

 

Fue tajante con la definición de eutanasia: “se conoce como el buen morir o el morir bien…Hay que partir de la base de qué se entiende por morir bien; es ilegal, en la Argentina no está permitida. Es algo aplicable para aquellas personas en circunstancias en que el sufrimiento de la persona -no de la familia- y la posibilidad de recuperación, son inexistentes. Cuando una persona tiene una enfermedad incurable, está pasando mal, está sufriendo; y aún así hay otras alternativas primero…»

Agregó: «La eutanasia es provocar la muerte a una persona, es matar; no es la muerte digna que es otra cosa. La tienen algunos países de Europa y en América la tienen Canadá y Colombia. La muerte digna es que aquella persona que es irrecuperable, pueda acelerar el final con determinadas condiciones. Ni siquiera una persona, por propia decisión puede pedir la eutanasia”, precisa el profesional.

 

Para Riera, “en el caso de Adrián, hay alternativas. Es una persona, es un hombre que piensa, que siente, que tiene vida, que tiene sentimientos, que se comunica…que escuchó toda la conversación que ustedes tuvieron, seguramente. La pudo haber entendido y ese tomarte la mano pudo haber sido un mensaje”, afirma al referirse a un momento en particular que hubo durante la entrevista que grabada, se emitió el pasado lunes y fue un instante captada por la cámara, cuando Adrián, tomó la mano al periodista, la apoyó sobre una de las suyas y con la otra, acariciaba la de quien estaba escuchando cómo su madre pedía ayuda para terminar con su agonía.

 

Y a la señora Eva, yo no la juzgo, hace 22 años que viene con esto…Hay gente que la puede soportar y otras que no…Hay que ver qué apoyo tuvo, qué terapias tuvo; pero hay otro tipo de apoyo. Me dio la sensación de una persona angustiada, desbordada, a punto de colapsar y diciendo ‘hagan algo…e insisto, sino puedo hacerlo yo”, advirtió Riera y en este punto, se enlaza esta advertencia percibida por el profesional, con su frase final: “Una cosa quiero decir: Adrián está en riesgo”.

 

Riera entendió la preocupación de la madre, sobre quién cuidará de Adrián cuando ellos ya no estén, porque dijo que es la misma preocupación que tiene como padre y que sienten como familia. “Él puede vivir dos días más o cuarenta años más…y qué va a ser de él, yo me lo planteo, pero no tengo respuestas. A lo que uno aspira es irse antes de sus hijos…pero es difícil, creo que tiene que haber una participación del Estado, tiene que estar presente, muy presente”.

Eutanasia: antes que la muerte, hay alternativas

Consultado por Radio Libertad sobre el tema, el sacerdote católico y titular de Cáritas Diocesana, Alberto Barros opinó que en lo personal no le pareció buena idea “mediatizar tanto una situación como esta, sumamente dolorosa, muy personal, que son experiencias muy íntimas de la familia”, aunque después de cierto análisis consideró que lo que sí tiene de positivo es que se divulgue y se accionen los dispositivos de ayuda estatal que se requieren.

 

eutanasia
      Eutanasia: el sacerdote católico Alberto Barros reflexionó sobre el tema.

 

Son situaciones de mucho dolor, sufrimiento muy grande para una familia que tiene un hijo o una hija con esta patología. No dudo del inmenso amor de los padres hacia ese hijo, entiendo que hay situaciones que son tan complejas que hacen que el amor se vaya sintiendo muy agotado; o deja de haber amor, pero hay amores muy sufridos, amores muy heridos y puede haber situaciones de cansancio”, reflexionó el sacerdote que dedica gran parte de su día a visitar o compartir las horas con quienes más lo necesitan.

 

A pesar de no concordar con la idea de pedir la muerte, Barros entendió que “por ahí, hay reacciones como las de esta madre que son entendibles; pero también es cierto que acá estamos hablando de una vida, con todas sus limitaciones, una vida frágil, que exige un cuidado mucho más fuerte, más especial.  Cuanto más frágil es la vida, más cuidado exige y debemos darle. Si pensamos que una vida frágil, limitada o enferma, no puede ser atendida, entramos en lo que el Papa Francisco llamaría la cultura del descarte; empezamos a descartar gente porque no responde al ideal de persona que imaginamos, lo que sería una locura. Toda vida tiene dignidad, es valiosa, exige ser amada, valorada, cuidada y mucho más si es una vida frágil, que no puede valerse por sí misma…y Dios sabrá en qué momento esa vida partirá hacia la vida del gozo eterno”.

 

Para el sacerdote, “habría que buscar formas alternativas; si alguna familia no tiene la posibilidad por el motivo que sea, de cuidarla o sostenerla; hay otras alternativas; el Estado tiene forma de atender, hay instituciones que se hacen cargo de estos chicos; algunas ONGs; la congregación Don Orione con los famosos cotolengos, en Claypole, en Itatí, se hacen cargo de un montón de chicos con estas dificultades, cuando la familia no los puede sostener. Acá la clave es cuidar la vida y cuando más frágil es, cuanto más imposibilitada esté de valerse por sí misma, más cuidado necesita de la familia y si la familia no sea, del Estado como tal”, concluyó Barros.

 

Ampliando el concepto, consideró que “cada familia es la primera cuidadora de sus miembros, pero también somos una comunidad social, una familia humana y cuando una familia en particular no puede sostener algo, estamos como familia humana para buscar alternativa”.

 

 


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