Emprendedor que posee la única bodega de hidromiel en Misiones impulsa un cambio en la matriz productiva de la provincia

Se llama Fernando Brys y es el propietario junto con su familia de la primera y por ahora única bodega de vino de miel o hidromiel en Misiones. El emprendimiento cuyo objetivo es dotar a los productores de una alternativa ecológica y sustentable de trabajar, a través de la utilización de colmenas de abejas y flores, ya recibió un premio regional en el Mercosur y una medalla de oro a nivel mundial.

 

El producto se denomina Brysconsult Meadery y está radicado en Leandro N. Alem, en una pequeña chacra de 25 hectáreas, donde antes se plantaba y secaba tabaco.  Fernando que ya contó su experiencia ante auditorios de emprendedores de distintos lugares del país y que colabora también con productores de otros países, contó a Radio Libertad y Misiones Online como nació la idea, el camino recorrido hasta acá, y las posibilidades de que el sistema que utilizan, pueda servir a muchos pequeños productores de la provincia para  alejarse de los agrotóxicos, recuperar los suelos y básicamente vivir de otra manera en la chacra.

 

“Todo nace a partir de una charla con mi papá, cuando yo tenía 10 años, y ahí empieza mi carrera de buscar alguna alternativa nueva para Misiones con el fin de reconstituir biodiversidad en la provincia, regenerar ambientes y por otro lado cambiar la forma de trabajar. Fue un desafío que me hizo mi él” comenzó diciendo Fernando, que hace algunos meses atrás brindó una charla en Buenos Aires, en la UCEMA, (Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina), para una red de emprendedores de 20 países del mundo.

 

En Misiones, su emprendimiento recibió una mención de honor a la proyección internacional que otorgó la Confederación Económica de la provincia, y eso le valió la participación en la segunda instancia de esta premiación, que lo llevó al Senado de la Nación, como uno de los finalistas del premio Joven Empresario Argentino de CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa).

Su vida de estudiante siempre estuvo ligada a la actividad en la chacra, ya que fue alumno del Instituto de Enseñanza Agropecuaria N°1 de Bompland y luego siguió estudios universitarios en las carreras de ingeniería agronómica en la ciudad de La Plata, y más tarde en Córdoba. Pero como él mismo admite, cuando descubrió lo que se podía hacer, abandonó ingeniería “para hacer otra agronomía en Misiones”.

 

“Lo que tenemos en Além es un emprendimiento chico de 25 hectáreas, empezó adentro de una estufa de tabaco abandonada, desde cero, sin créditos, sin subsidios, sin colaboración de nadie, es un esfuerzo familiar, completamente privado” describió.

 

La idea original desde el punto de vista agronómico, era reparar el daño que ya se hizo en el suelo y el monte, por los monocultivos (yerba, tabaco, té) y particularmente reconstituir biodiversidad. “Nos pusimos eso como meta, y entonces todo lo que no cumpla eso, quedaba descartado, y esto implica necesariamente la erradicación de agrotóxicos”.

 

Allí es cuando luego de comparar todas las actividades rurales que hay, eligieron con su familia, trabajar con las abejas. “Es muy interesante esto, porque nuestra principal materia prima son las flores, y las flores en Misiones son gratis y una forma de acceder a ellas, es la apicultura, una actividad que está declarada de interés provincial”.

 

De hecho, el trabajo de Fernando y su gente, fue declarado de interés provincial, convirtiéndose en el primer emprendimiento de estas características que recibe esa distinción en una provincia argentina.

 

“Acá no hay agrotóxicos, y tampoco existe un patrón de cultivo, porque mientras más variedad haya mejor, nosotros por ejemplo plantamos solo las cosas que queremos comer, como manzanas ciruelas, frutos nativos. Mientras más flores tengan, mejores rendimientos tienen las colmenas. Y cuando expones plantas comestibles al lado de las colmenas, se incrementa la producción de alimentos. Y esto no requiere trabajo, una vez que plantás el árbol, te olvidás, el resto del trabajo lo hacen las abejas” explicó Fernando.

 

Como resultado se obtiene la miel y todos los subproductos de la colmena, como por ejemplo el propóleo, la jalea real, o la cera. “Creemos que Misiones tiene una miel única en el mundo, cada tipo de miel depende del origen botánico, por cada microclima en el mundo hay una miel diferente. No hay mejores, ni peores, pero si diferentes, pero cuando vos trabajas con especies nativas que solo hay acá, esto queda en la memoria de la miel, por tanto, es distintiva en el mundo” aseguró.

 

Por otra parte, se cumple con la meta original, ya que la cadena de producción indica que, al tener abejas, no se puede tener agrotóxicos. Y para tener éxito con ellas, hay que incrementar la biodiversidad. Entonces se terminó diseñando un modelo industrial para implementar en la provincia, y así terminó naciendo esta bodega que funciona con flores, en el medio del monte.

 

Al producto que fabrican allí, algunos le dicen vino de miel, pero en Argentina la denominación oficial es hidromiel. “Si ves la foto del producto en una copa o la botella, vas a pensar que es un vino blanco, pero es completamente diferente.  El sustrato cambia, nosotros obtenemos el alcohol a partir de la fermentación del azúcar de la miel, mientras que el vino se obtiene a partir de la fermentación del azúcar de la uva. Son dos mundos aparte. Ahora en cuanto a estructura en la boca y la composición del producto, son bastante similares y los procesos enológicos que usamos son parecidos, pero el color, aroma y sabores, son autóctonos indígenas de la miel y eso vive en el monte” mencionó.

 

El trabajo para llegar hasta hoy, empezó hace varios años. “Recuerdo un día haber salido de la facultad de Agronomía en Córdoba, y todos decían que había que hacer soja y maíz en todo el mundo, y yo en cambio pensé que nosotros estábamos en el monte y quería que Misiones siga conservando su diversidad. Salí y viajé unos 2 mil kilómetros hasta Misiones para hablar con la coordinadora apícola de la provincia, vine con esta propuesta de hacer una bodega en Misiones con abejas y fue un fracaso absoluto esa reunión, y durante muchos años el proyecto fue ignorado. Pero empezamos a trabajar y fue todo un proceso de investigación y desarrollo en donde nos pusimos a plantar frutos comestibles en una chacra donde se plantaba antes tabaco, así que ese lugar estaba arrasado. A partir de ahí pusimos una colmena, obtuvimos la miel e hicimos los ensayos. El primer objetivo fue ir a la exposición apícola más grande del planeta, así que nos fuimos a Buenos Aires a un evento que se llama Apimondia, con nuestra botellita de una chacra en Misiones. Nos fue terrible, muy mal, pero sin embargo hablamos con el jurado y pudimos probar productos de otros países, cosas que no se pueden comprar en Argentina, todo con el objetivo de aprender y mejorar.  Seguimos avanzando y luego participamos en una competición mundial. Me llamó el ingeniero Raul Castellani, que es una de las personas más influyentes del mundo en lo que hace a vinos. Mandamos las muestras que hicimos en Além y ganamos una medalla de oro, que es la primera de toda la historia de la provincia de Misiones, de toda la Argentina y la primera de Latinoamérica en la categoría nuestra, que es hidromiel, y fue por nuestro producto, de una bodega chiquita, de una chacra de Além en Misiones, lo que nos puso muy orgullosos porque lo hicimos todo a pulmón, todo en familia, todo en la chacra”.

En el camino de aprender, Fernando contó que tuvo el honor de conocer al director enológico de Ruttini Wines, Mariano Di Paola, uno de los mejores enólogos del mundo, con quien trabajó durante tres vendimias y el año pasado trabajó en otra vendimia con Sebastian Zuccardi, en una bodega que fue elegida dos veces consecutivas como el mejor viñedo del mundo. En los dos lugares compartió con equipos enológicos internacionales.

(Foto: Fernando Brys | Mauro Colagreco | Sebastián Zuccardi)

(Foto: Paul Hobbs | Fernando Brys | Mariano Di Paola)

 

 

“Esto traspasó las fronteras y hoy colaboramos con gente de otros países, que están en la misma condición que muchas personas en las chacras de Misiones, en superficies pequeñas, acosados por monocultivos, expuestos a agrotóxicos, pensando en otra forma de vivir y trabajar en la chacra, con el objetivo fundamental de reconstituir biodiversidad y las abejas son una llave de éxito para eso” resaltó el emprendedor, que considera que hay en la provincia un gran potencial y que podría estar aquí la próxima generación de bodegas para áreas tropicales y sub tropicales.

 

“Si tenemos flores y biodiversidad, esta actividad es viable y yo quiero que Misiones sea vanguardista en este sentido, pero para eso hacen falta inversiones. Acá no hay personal capacitado, así que todo esto está pasando porque pensamos en Além y en familia, en un pequeño emprendimiento, como mejorar la calidad de vida de la gente en la chacra y a su vez el propósito de porqué hacer esto, la hidromiel es una bebida alcohólica, pero es solo un elemento para nuestro propósito como proyecto, que es restaurar biodiversidad en Misiones y que podamos aprender a producir con, y del monte, es un desafío enorme, me gustaría llamar a cualquiera que nos quiera ayudar, personas, empresas, nos queda un camino larguísimo para avanzar” afirmó.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas