Aves de la Selva Misionera: el Carpintero Cara Canela, el más raro de los tres “copetes colorados”

En las selvas de Misiones ocurren 11 especies de pájaros carpinteros. Los tres carpinteros más grandes de estos son muy parecidos en plumaje, con un copete rojo llamativo, alas negras, y barras blancas y negras en la panza. De los tres “copetes colorados” el Carpintero Cara Canela (Celeusgaleatus) es el más escaso y es el más asociado a selvas bien conservadas. Tiene estatus de Vulnerable en la lista roja nacional y mundial. A través de estudios por investigadores del CONICET en años recientes en las sierras centrales de Misiones se conoce mejor la ecología y los requisitos de la especie.

 

 

En una alianza con Aves Argentinas, la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, compartimos en forma semanal algunos de los secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país, y de nuestra Maravilla Natural Argentina, la Selva Misionera. Exclusivo de Misiones Online.

 

Como indica el nombre, el Carpintero Cara Canela se identifica por un parche canela, con barras negras finitas, en la cara. En el macho la cara canela esta bordada por un malar rojo. De las tres especies el Cara Canela tiene el copete más grande y más desordenado, y tiene ojos pardos. El Carpintero Garganta Estriada (Dryocopuslineatus) tiene la cara gris con una línea blanca, y tiene ojos azules. El Carpintero Grande (Campephilusrobustus) tiene el cuello y la cara rojo, y tiene ojos amarillos.

 

De izquierda a derecha: Carpintero Grande, Carpintero Garganta Estriada, y Carpintero Cara Canela

 

Las tres especies tienen pesos diferentes, de unos 127 g en el Cara Canela, 210 g en el Garganta Estriada, y 265 g en el Grande. Sin embrago, a la distancia las tres parecen casi del mismo tamaño, porque las dos especies menorestienen copetes más grandes.

 

La convergencia en los plumajes de las tres especies de linajes evolutivos diferentes es muy llamativa. Para los dos más chicos, el mimetismo de plumajes probablemente ofrece una ventaja al engañar a rapaces predadoras de tamaño mediano,que los confunden con carpinteros más grandes e inalcanzables. Además, para los tres, la convergencia de plumajes probablemente ayuda en confundir e intimidar intrusos de sus propias especies en sus territorios.

 

Macho adulto y juvenil de Carpintero Cara Canela llegando a su hueco dormidero compartido, un hueco formado por decaimiento en un viejo timbó de campo.

 

La mejor manera de detectar un Carpintero Cara Canela es por su voz, un fuerte “kui-kui-kui-kui” que se puede escuchar hasta una distancia de 900 m, y que emite casi únicamente durante un periodo breve de 20 minutos muy temprano en el día, desde unos 10 minutos antes de la salida del sol. Julio hasta medianos de septiembre son los mejores meses para escuchar su canto.

 

A diferencia de los otros dos carpinteros de copete rojo que también pueden identificarse por su fuerte tamboreo, el Carpintero Cara Canela tiene un tamboreo débil que es difícil de identificar en el monte. Los mejores lugares para registrar esta especie son las reservas del centro de Misiones, como el Parque Provincial Cruce Caballero y la Reserva de Biosfera Yaboty, aunque aún en estos lugares es escaso.

 

El Carpintero Cara Canela está asociado con selvas nativas en buen estado de conservación, y llega a su mayor abundancia en los pocos lugares de selva donde nunca hubo extracción de madera. Esta asociación surge en parte de su uso para el pernocte de huecos formados por decaimiento natural en arboles viejos pero vivos, sobre todo de las especies grapia, guatambú y rabo itá, todas especies forestales muy requeridas.

 

Cada individuo suele usar el mismo hueco dormidero cada noche durante mucho tiempo, incluso varios años. Durante la anidación,una pareja de Carpintero Cara Canela suele criar dos pichones.

 

Después del vuelo de los pichones,cada adulto adopta un pichón por una duración de dos meses, durante los cuales pernoctan juntos en el dormidero del adulto, pegados contra la pared del hueco y hacia arriba de la entrada, por lo que el hueco dormidero debe ser lo suficientemente grande para albergar un adulto y su pichón.

 

Para anidar, una pareja de Carpintero Cara Canela excava un hueco en la rama muerta de un árbol vivo, o en un tronco quebrado muerto, casi siempre en un laurel negro o un laurel amarillo. Estos árboles nidos son generalmente de gran diámetro con decaimiento por hongos, otro factor que resulta en la asociación de la especie con bosques maduros.

 

Para buscar su alimento, el Carpintero Cara Canela picotea y perfora mayormente en ramas muertas de pequeño diámetro en los estratos bajos y medianos del bosque. Extrae, con su lengua extensible, presas como hormigas que constituyen su dieta principal. También forrajea unos 10-15% de su tiempo en densos bambusales sobre los bambúes tacuapí y tacuara.

 

Hembra de Carpintero Cara Canela llegando para alimentar a su pichónen un hueco nido excavado en un laurel amarillo parcialmente muerto.

 

Históricamente, la distribución del Carpintero Cara Canela incluíael este de Paraguay y sur de Brasil. Con el desmonte casi total en estas regiones, hoy en díala mayor población remanente de la especie persiste en Misiones. La supervivencia de esta especie emblemática depende de continuarcon la conservación de las selvas de Misiones.

 

 

 

(*) Colaboración texto y foto, Martjan Lammertink. Aves Argentinas. 

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