Carlos Scarnichia, de Puerto Laharrague: «Si en Misiones queremos crecer en consumo de materia prima y valor agregado, se necesitarán nuevas inversiones en industrias que aprovechen la madera triturable»

El gerente general de la empresa familiar Laharrague instalada en Montecarlo, Misiones, participó de la convocatoria virtual del INFOPRO (Instituto Provincial Forestal) para el primer encuentro que abrió el debate en Misiones respecto a la rentabilidad del negocio forestal y la necesidad de regular el precio de base del chip y raleo, ante el impacto del «desequilibrio» del mercado por la sobreoferta de la materia prima que perjudica principalmente al sector primario, y expone en la mesa sectorial la crisis de rentabilidad del negocio forestal.

 

Para conocer su visión de la problemática y sus conclusiones del primer encuentro virtual, el gerente general de Puerto Laharrague dijo que la reunión «fue positiva» y que «siempre es bueno que exista el diálogo de los temas que afectan al sector forestal y me parece que puede ser una gran herramienta (el INFOPRO)  para definir las políticas necesarias para que la foresto-industria de la provincia crezca», expresó Carlos Scarnichia en una entrevista con ArgentinaForestal.com.

 

Gerente general de Laharrague, Carlos Scarnichia.

De esa forma, consideró que se podrá generar más trabajo y que cada día sean más misioneros los que puedan vivir de esta actividad,  que no solo es un gran motor de la economía de provincia y del país, sino también de su contribución al ambiente mediante la reducción de gases de efecto invernadero”, valoró el empresario en nuevo espacio creado por el gobierno de Misiones.

Scarnichia representa en el directorio al grupo de empresas de la familia Laharrague, además de Puerto Laharrague SA, Moconá SA y el Establecimiento Laharrague-Chodorgue SA.

En relación al actual escenario de competencia del mercado de productos forestales que enfrentan, como directivo de una de las principales empresas medianas de la provincia, Scarnichia explicó que si bien Misiones fue siempre una provincia de liderazgo en el desarrollo forestal, esto se debe a que principalmente logró hace muchos años que se instalen industrias de las tres “patas” principales que se necesitan para la rentabilidad del negocio: la industria del triturable (plantas de celulosa y MDF), la industria del aserradero y las laminadoras. “Esto es lo que permite una sinergia que ayuda a que se desarrolle toda la cadena”, recalcó.

 

Es decir, la rentabilidad del negocio cierra cuando lo que se produce en una forestación de pinos, manejada con raleos (actividad silvícola que tiene el objetivo de obtener madera de calidad a futuro, libre de nudos). “De todo esto, resulta en un 50% que se termina obteniendo como materia prima para vender a la industria triturable (ya sea como chip o como raleo) y el otro 50% termina colocándose en industrias de madera sólida (aserraderos y laminadoras)», explica el ejecutivo.

 

“Las industrias que consumen madera triturable (chip y raleos) suelen ser industrias de capital intensivo, lo que implica grandes inversiones, altos volúmenes de producción, y por lo tanto se concentran en pocos jugadores. Suelen ser las inversiones que inician el desarrollo de las cuencas. Sin estas inversiones de capital intensivo, el desarrollo forestal no se puede dar. Esa es la principal diferencia con Corrientes en la actualidad, que no tiene desarrollada esa industria (hasta ahora que ya empiezan con plantas de energía por biomasa). Sin mercado para el triturable los costos del resto de la cadena aumentan muchísimo y eso termina afectando en el precio que recibe el productor forestal. Es por eso que un rollo de pino siempre fue más barato en Corrientes que en Misiones. Es decir, por más que en Corrientes se tengan menos impuestos, y menos costos logísticos por estar más cerca de los centros de consumos y puertos”, analizó el empresario.

 

Laharrague, un modelo de integración del negocio

En ese contexto, admitió que es difícil saber cuál es la mejor solución para equilibrar el mercado en la actual coyuntura, y que las experiencias en otros rubros de regulación de precios no ha demostrado eficiencia en el resultado. “En el caso de la producción de trigo, por ejemplo, sabemos que cuando se intervino en los precios, la producción cayó a tal punto que se tuvo que importar trigo, por lo que no es el mejor ejemplo para seguir. Tampoco sabría decir cuál es la solución para la situación que se da en Misiones para lograr mejores precios del chip y raleo, pero sí creo que la pregunta que nos debemos hacer quizá sea distinta”, dijo.

En ese sentido, Scarnichia reflexionó en que si bien es cierto que hace varios años que el precio del chip y del raleo en el país es mucho más bajo que el precio no solo internacional, sino en comparación con lo que se paga en los países vecinos como Brasil y Chile-, lo que «cabe preguntarnos entonces es por qué en la Argentina no se han instalado nuevas plantas que consuman madera triturable, o inclusive que las que ya están no hayan incrementado o realizado nuevas inversiones”, fue el interrogante del empresario.

 

“En lo personal, considero que si estuviesen haciendo un gran negocio solo comprando materia prima barata, ya hubiesen aprovechado el gran excedente de materia prima que hay en el mercado. La realidad es que si queremos crecer en consumo forestal, en el valor agregado de aserraderos, etcétera, si o si necesitamos que se realicen nuevas inversiones en plantas que consumen madera triturable, ya sea en celulosa, MDF, OSB o energía por biomasa. Pero sin embargo, hoy seguimos viendo que esas inversiones están optando por Brasil, Uruguay y Paraguay. Esperemos que pronto la Argentina, y en especial Misiones, pueda estar en ese grupo que atraen estas inversiones”, expresó.

 

El INFOPRO fue creado para responder a una de las principales demandas del sector primario desde hace mucho tiempo, ya que los productores reclamaban por la baja o nula rentabilidad que obtenían ante la concentración de los dos principales compradores del mercado que son las compañías grandes de celulosa y papel.

 

Sin embargo, varios empresarios PyMEs coinciden en que la pérdida de rentabilidad en el negocio forestal afectó de alguna manera a toda la cadena foresto-industrial en el país por diversos factores de costos, cambiarios, inflacionarios, impositivos, logísticos, etcétera.

 

Para Scarnichia hay una manera de lograr mayor competitividad y rentabilidad en la actividad forestal en Misiones. “Para que el productor forestal reciba un mejor precio por su producto necesitamos un mayor consumo, y eso solo se va a lograr si la Provincia de Misiones favorece que las industrias que actualmente consumen material triturable crezcan y también que favorezca la instalación de nuevas industrias, como mencione anteriormente, de celulosa, MDF, OSB o biomasa. Cuando el consumo de ese 50% del producido del bosque tiene destino -ya sea como chip o como raleo-, inmediatamente a la par se puede crecer en aserraderos y laminadoras. Para ello, al ser inversiones de capital intensivo, los horizontes de esas inversiones son a largo plazo, de entre 10 y 30 años, y para ello se necesita garantizar estabilidad fiscal y jurídica, y tener acceso a créditos de largo plazo con tasas internacionales. Los aserraderos y las laminadoras en cambio, son inversiones mucho menores que pueden ir creciendo máquina a máquina con horizontes más cortos y por ello pueden ir creciendo con créditos locales que son de plazos más cortos (5  a 7 años) y de montos menores, pero sin crédito tampoco pueden crecer”, analizó el empresario.

 

 

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

 

 

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