Paraguay lanzó la campaña de prevención 2020 de embarazo en niñas y adolescentes

El Gobierno de Paraguay lanzó ayer la campaña Ñañangareko (protegemos, en guaraní) que busca combatir el embarazo en niñas y adolescentes en todo el país, juntamente con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en ese país.

 

Paraguay, en el primer lugar en embarazo de niñas y adolescentes.

 

Datos públicos de estudios realizados en los países de la región dan cuenta de que Paraguay ocupa el primer puesto en el Cono Sur en embarazo de niñas y adolescentes. Se tienen registrados 282 nacimientos en niñas de 10 a 14 años en lo que va de este año y 7.593 nacimientos más en adolescentes de 15 a 19 años.

Según la información difundida en las últimas horas sobre la situación en el país vecino sostienen que:

– 2 de cada 10 adolescentes refieren que tuvieron relaciones sexuales antes de los 14 años.

– Caaguazú es el cuarto departamento con mayor cantidad de denuncias por abuso sexual.

– 4 de cada 10 niñas de entre 10 a 14 años o menos refieren estar en pareja al momento del parto. Esto a pesar de que la ley solo permite las uniones legales a partir de los 18 años.

– Durante el 2018, se registraron 75 muertes maternas, de las cuales 17 corresponden a niñas y adolescentes de entre 10 y 18 años. Esto representa que de cada 4 muertes maternas 1 es una niña o adolescente.

– El embarazo en niñas de entre 10 a 14 años registró un incremento del 62 % en la última década (2004-2013).

– La mitad de los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años no fue planificado. Al año, casi 10.000 adolescentes no pueden ejercer su derecho a la planificación familiar.

– 2 de cada 10 adolescentes de entre 15 a 19 años tienen dos o más hijos.

– Adolescentes de 15 a 19 años que han tenido un hijo antes de los 15 años en el quintil más rico es de 0 %. En el quintil más pobre es de 4.8 %. En población indígena es de 9,7 %8. Esto muestra claramente las brechas socioeconómicas y la desigualdad persistente en el acceso a educación, salud y protección.

 

La campaña de prevención

Con el lema “Una niña embarazada es una niña abusada”, la campaña paraguaya se realiza un trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con la cooperación del gobierno de la India.

 

 

“Una niña embarazada es una niña abusada”, mencionó la titular del Ministerio de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, durante la presentación de la campaña, cuyo eje principal se centra en la educación.

 

De acuerdo a los datos brindados, cada año, niñas de entre 10 y 14 años dan a luz a casi 700 bebés, que se presume son producto de abuso sexual, ya que el consentimiento no es libre ni informado. Si la franja etaria de las adolescentes con hijos se amplía de los 10 a los 19 años, la cifra anual llega a casi 20.000 hijos y ubica al Paraguay en el primer puesto de los países del Cono Sur, con la más alta tasa de fecundidad adolescente (72 nacimientos por 1.000 mujeres entre 15 y 19 años).

 

El diario paraguayo La Nación recurre a una comparación para dimensionar la gravedad del cuadro: “Es por eso que para graficar las preocupantes cifras, se puede ejemplificar que en cada período de gobierno, llenamos 5 veces el estadio Defensores del Chaco con niñas, adolescentes y sus hijos. De igual forma, en el mismo período se registran 80 muertes de niñas y adolescentes por causas relacionadas al embarazo o parto, lo que equivale aproximadamente a 2 aulas vacías. Es importante enfatizar que el 80 % de los casos de violencia y abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes, se da en el entorno familiar”.

 

Campaña de prevención interinstitucional

“Un niño educado es una persona que maneja mejor sus decisiones y tiene una vida sexual más tardía, según varias investigaciones científicas”, indicó. Luego, la ministra de la Niñez, Teresa Martínez, clamó por una educación sexual integral en el sistema escolar.

“Es imperioso que la educación sexual integral integre la malla curricular de educación, es un derecho que niñas, niños y adolescentes tienen. Tienen que tener información veraz, confiable y científica sobre qué pasa con su cuerpo cuando van creciendo; qué pueden hacer y qué no, hasta dónde llega un adulto sobre su cuerpo”, remarcó.

 

Teresa Martínez, ministra de la Niñez, pidió mayor atención de los municipios ante situación de vulnerabilidad de niños. Recordó que al asumir el presidente la República firmó un compromiso con la infancia que este mes se conmemora.

Teresa Martínez, ministra de la Niñez de Paraguay.

Indicó que todos lo que están en el Gobierno tienen que trabajar por los derechos de niños, niñas y adolescentes y que es una obligación de las autoridades. “Las niñas deben ser protegidas contra toda forma de abuso, toda forma de violencia. Una adolescente, una niña embarazada, es una niña o una adolescente abusada y eso tiene que tener consecuencia”, afirmó.

 

La ministra expresó además que en esta pandemia y el hecho de que los niños y niñas no vayan a las clases presenciales, aumenta la invisibilización del abuso y la violencia. Los maestros y maestras son los grandes detectores de esta situación.

 

Aseguró que con la información que reciben niños y niñas es la mejor manera de prevenir. “Luego de un abuso, la atención es lo más difícil, lo dijo el viceministro de educación, ya que una niña abusada, recuperarla posteriormente es lo más difícil, porque existe la ruptura a su proyecto de vida. Debemos recordar y decir que una niña embarazada es una niña abusada. Todos somos responsables, proteger a la niñez es obligación de todos, todos debemos hacer nuestra parte”, enfatizó la titular del Minna.

 

El 80% de los casos de violencia y abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes se dan en el entorno familiar.

 

En el trabajo de investigación “Fecundidad y maternidad adolescente en el Cono Sur: Apuntes para la construcción de una agenda común”, producido por la Oficina Regional de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA/LACRO) bajo la dirección técnica y coordinación de la Dra. Alma Virginia Camacho-Hübner, divulgado en 2016, se realiza un profundo análisis de la problemática sobre la situación en Paraguay, Chile, Brasil, Argentina y Uruguay.

 

Allí concluyen que respecto del país guaraní, en cuanto al marco normativo para la educación sexual en Paraguay, en el año 2007, el Ministerio de Educación y Cultura firmó un Acta de Compromiso con diversas instituciones (entre ellas, el Ministerio de Salud) para ejecutar un proyecto con el objetivo de incorporar en los currículos académicos contenidos de educación sexual.

 

En este contexto -sostienen- se estableció un Marco Rector Pedagógico para la Educación Integral de la Sexualidad, el cual define los principios y las directrices orientadoras y reguladoras para su abordaje e implementación en el sistema educativo paraguayo formal y no formal, con base en el Plan Nacional de Educación 2024 (2009).

 

Si bien la Ley General de Educación Nº 126 (1998) brinda el marco de derechos y equidad en los que se inserta una Educación Integral de la Sexualidad, el proceso de explicitación de la Educación de la Sexualidad se concreta con este Plan Nacional de Educación 2024.

 

Sin embargo, finalmente, el Ministerio de Educación resolvió no poner en vigencia el Marco Rector Pedagógico debido a la fuerte oposición de grupos fundamentalistas. En el año 2013, se incorpora la educación en sexualidad en la malla curricular de los bachilleratos técnicos en salud.

 

Siempre de acuerdo con el documento que resume el trabajo de profesionales de los distintos países analizados, en el año 2007, el Ministerio de Educación y Cultura firmó un Acta de Compromiso con el MSPyBS, con la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) y con la sociedad civil, para ejecutar el proyecto “Armonización de Políticas Públicas para la Educación Sexual y la Prevención del VIH-sida y drogas en el Ámbito Escolar”.

 

 

Este proyecto, que fue parte de un proyecto subregional, tuvo como propósito apoyar a los países del MERCOSUR en la implementación de políticas públicas de educación de la sexualidad con enfoque de género y derechos, incluyendo la prevención del VIH, así como la no discriminación, estigmatización y exclusión social de NNA.

 

Uno de los principales objetivos de ese proyecto fue incorporar en los currículos contenidos suficientes, consistentes y adecuados a la evolución cognitiva de NNA y, a la vez, habilidades y actitudes que promuevan la salud sexual, incluyendo la prevención de la transmisión del VIH, con base en un Marco Rector Pedagógico para la Educación de la Sexualidad como eje rector e instrumento de políticas públicas.

 

En el marco de ese proyecto, el Ministerio de Educación y Cultura conceptualizó la educación de la sexualidad como orientación e información que se brinda a la persona sobre el conocimiento de sí misma, para afirmar los sentimientos de autoestima y el ejercicio de la maternidad y paternidad responsables.

 

 

 

 

 

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