La mediática causa por espionaje ilegal avanza de manera tal que ya alcanzó a un ex canciller del gobierno anterior.
Un ex canciller podría estar involucrado en ésta causa, donde diversos periodistas de múltiples medios de comunicación solicitaron estar acreditados ante la Cumbre del G20 y lo hicieron a través de la Cancillería.
A raíz de esta acreditación obligatoria para poder tener acceso al evento, se “filtró” información personal, la que luego fue utilizada para investigar a los periodistas de manera ilegal.
Dicha autorización se gestionó desde la Cancillería, y fue desde allí, donde los periodistas debieron retirar sus credenciales que los habilitaba a participar de este evento.
Por todo lo expuesto, podría sumarse a esta investigación un nuevo imputado, que no es nada más ni nada menos que el ex canciller de Mauricio Macri, Jorge Faurie.
Faurie es abogado y diplomático argentino. Desde el 12 de junio de 2017 hasta el 10 de diciembre de 2019, fue ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación Argentina, como parte del Gobierno de Mauricio
Macri. Anteriormente fue embajador de la República Argentina en Francia, y podría ser convocado a los Tribunales Federales de Comodoro Py para que dé explicaciones.
En lo que en mi respecta esta causa donde se investiga la responsabilidad de la Agencia Federal de Investigación (AFI), he tomado serias medidas al respecto, ya que soy el abogado de los periodistas Verónica Ressia y Sebastián Dumont, ambos trabajadores de Canal 26 y querellantes en éste expediente.
El delito cometido es de suma preocupación y, en mi carácter de abogado penalista, haré todo lo que esté a mi alcance (y más) para garantizar el efectivo cumplimiento de la Justicia.
En nuestra actualidad no podemos permitir que este delito, tan grave y tan ultrajante para nuestra democracia quede impune.
En relación a lo mencionado en párrafos anteriores, no me cabe duda que de estar involucrada la Cancillería, Jorge Faurie debería estar al tanto de todas aquellas maniobras.
Es muy evidente la conexión entre la Cancillería y la AFI, para lograr el propósito deseado e iré hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga.
(*) Por Hugo Lopez Carribero
Abogado Penalista
