Reflexión dominical del Centro Familiar Cristiano Eldorado: «La Unidad»

Este es un tema tan esencial en el pueblo de Dios, que a lo largo de las escrituras vemos como Él se ha encargado de dejarnos instrucciones al respecto para que no seamos engañados. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

“Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. De la misma manera una familia dividida por peleas se desintegrará”. Marcos 3:24 -25

Para romper la unidad el arma que el maligno ha utilizado siempre es la división; de esta manera se garantiza que nada prospere. Por eso debemos aprender y tener revelación, con la ayuda del Espíritu Santo, para poder derrotarlo y así, todo lo que hagamos permanecerá.

Hasta el reino más poderoso puede destruirse cuando aparece una división, lo que más brille, lo más gigante, la mejor familia, el mejor liderazgo y hasta la mejor iglesia.

La palabra división tiene varias connotaciones: una visión que está dividida, dos enfoques diferentes, percepciones desiguales, personas ven una misma cosa de manera diferente estando juntas o separadas indistintamente.

Todo lo dividido destruye. Marcos 3:26 dice: “Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin”.

Aprendemos entonces que según este pasaje, la división viene del interior, no del exterior. «Contra sí mismo» dice el texto, es decir, surge desde adentro.

La división de una casa o un matrimonio

El matrimonio se desintegra cuando hay divisiones que surgen dentro de los esposos o de los integrantes de una familia. No debería importar lo que se levante en contra desde afuera, tampoco las pruebas, ni las dificultades; sino que en medio de ellas deben enfocarse en mantenerse unidos y sin división; para poder así atravesar el conflicto, lograr sus proyectos y que su casa permanezca.

El divorcio es la división del acuerdo de unión que pactaron con Dios los esposos. La familia no puede permanecer con todos sus miembros divididos, cada uno por su lado y cada uno en sus cosas; no saben uno de los otros, todos piensan diferente. Tarde o temprano si no buscan unirse se desintegrarán.

Las causas más comunes de división en la familia y que se deben solucionar son: el orgullo, el egoísmo, heridas no sanadas, falta de perdón y el individualismo.

La división de uno mismo en el ser interior

Se trata de una autodestrucción porque tu cuerpo, tu alma y tu espíritu son una sola persona. Si hay 2 sentires, si miras 2 cosas que son opuestas al mismo tiempo, un día, esa división, puede confundirte. Esto genera el conflicto y pelea con los demás.

Hay personas que viven divididas en sí mismas. El diablo logra confundirlas y un día aman a Dios y otro día no, un día sirven al Señor con todo su corazón y otro día no, un día ven lo bueno y otro lo malo. Eso significa que están divididas y tienen 2 sentires.

Los únicos responsables de nuestra destrucción somos nosotros, porque somos los únicos que sabemos lo que sucede en nuestro ser interior. Lo que soluciona el problema no es buscar culpables, sino que nosotros lo reconozcamos y anhelemos de corazón nuestra sanidad.

Cuando hay incongruencia entre lo que creo, lo que siento y mis actos: estoy dividido. La palabra en Santiago 1:8 nos dice que “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Por eso es necesario salir de esto y estar firmes (Job 22:28).

La división en la iglesia

La división en la iglesia no debe existir, porque es opuesta al avivamiento. En pentecostés todos estaban unidos cuando fueron llenos del Espíritu Santo.

La Palabra nos dice en 1 Corintios 1:10 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”.

El poder de la unidad se esconde en esta sencilla formula:

*Un mismo lenguaje: Debemos hablar todos un mismo lenguaje, o sino, cada uno hablará lo suyo.

*La misma mente: De lo contrario, cada uno va a pensar lo que le parezca de manera personal.

*Mismo parecer: Significa tener un mismo propósito y una misma visión. De lo contrario no tendremos nada que nos una y entonces estaremos divididos.

La torre de Babel. Génesis 11:5-7 dice “Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, y dijo: « ¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible! Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros”.

En este pasaje vemos a Dios observando que el fin del proyecto no era algo que iba a bendecirlos. Por eso les cambió el lenguaje para confundirlos y desintegrarlos, para que no pierdan tiempo y esfuerzo en hacer algo para lo cual no fueron llamados.

Esto nos enseña algo tremendamente poderoso, que todos los que se unan en un proyecto común, si persisten, lo van a lograr, siempre y cuando sea un propósito que esté alineado al plan de Dios.

¡Cuánto podemos lograr si estamos unidos! Ya sea en lo personal, matrimonial, familiar y en la iglesia, ¡Nada de lo que se propongan hacer, les será imposible!

Que Dios nos ayude a ser unidos, y tengas una semana de completa victoria!

Pastora Cecilia Cáceres Libutzki

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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