Obesidad oculta: ¿Qué es y cómo podemos detectarla?

La obesidad es una pandemia global que crece día a día, con sus graves consecuencias para la salud, es decir, las enfermedades asociadas, entre las cuales se encuentran los problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, incremento del riesgo de cáncer, entre otros.

 

En Argentina más del 60% de la población tiene sobrepeso u obesidad según las últimas Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo (ENFR). Esta cifra es realmente alarmante ya que los riesgos en la salud que implica esto son graves, disminuyendo significativamente la calidad de vida.

 

La forma habitual de medir si una persona tiene un peso saludable o un sobrepeso u obesidad es el conocido índice de masa corporal (IMC), que relaciona la estatura y el peso de una persona. Pero, desde hace tiempo, varios estudios demuestran que esta fórmula no siempre ayuda a predecir si una persona tiene realmente un peso superior por exceso de grasa o características genéticas, de contextura, masa muscular aumentada por ejercicio, etc. Si partimos del concepto de obesidad, la misma es considerada como el aumento de grasa corporal total, por lo cual, un mejor predictor de obesidad, es el porcentaje de grasa corporal

 

Diversos estudios han observado que muchos individuos que se consideran delgados, con peso “normal” o con un ligero sobrepeso, pero que tienen un porcentaje de grasa elevado, tienen niveles de presión arterial, insulina o inflamación propios de alguien con obesidad, por lo cual sería, una especie de “obesidad oculta”.

 

En antropometría se considera que una persona tiene una composición de grasa corporal normal cuando presenta un índice por debajo del 20% en hombres y del 30% en mujeres; tiene sobrepeso cuando el valor de su ecuación se sitúa entre un 20 y un 25% en varones y entre un 33 y un 35% en mujeres y se consideran obesos los hombres con un índice por encima del 25% y las mujeres con más del 35% de composición de grasa corporal. 

 

Para medir nuestros valores y, de esta manera, tener un diagnóstico acerca de nuestra composición corporal podemos asistir a profesionales de la nutrición que están capacitados para realizar una valoración antropométrica adecuada, a través de fórmulas o sistemas de bioimpedancia, los cuales nos permiten estimar el porcentaje de grasa corporal y otros compartimentos, como la masa muscular y esquelética. 

 

Por último, pero no menos importante, debemos tomar conciencia de que todos tenemos que realizarnos controles periódicamente, a través de una visita al médico, cardiólogo, nutricionista o cualquier otro especialista que sea necesario, aprovechando la gran cartilla de excelentes profesionales que tenemos en la región, con el objetivo de prevenir enfermedades, y en caso de detectarlas, poder tratarlas a tiempo y mejorar la calidad de vida. 

 

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P. n° 147

Contacto: Instagram   @lic.rominakrauss

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