¿Por qué se conmemora hoy el Día Mundial de la Lucha contra la Hepatitis?

Este Día busca generar conciencia acerca de la importancia de la prevención y detección, precoz y efectiva, de Hepatitis Virales.

 

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra todos los 28 de julio para concienciar sobre las hepatitis víricas, que inflaman el hígado y causan enfermedades como el cáncer de hígado.

 

El lema de este año, «Por un futuro sin hepatitis», incide en la prevención de la hepatitis B en las madres y los recién nacidos. El 28 de julio, la OMS publicará nuevas recomendaciones para prevenir la transmisión maternofilial de este virus.

 

 

Existen diferentes tipos de hepatitis y diferentes maneras de contraerlas. La hepatitis A es una enfermedad aguda, esencialmente benigna, que se cura sola en la gran mayoría de los casos. Raramente el virus de la hepatitis A produce formas fulminantes que llevan a la muerte o a la necesidad de un trasplante. Se la puede contraer a través de agua y comida que estén contaminadas con materia fecal que contiene el virus, por lo que el bajo desarrollo sanitario de las comunidades tiene un impacto alto en su prevalencia. De todas maneras, la tasa de hepatitis A Fulminante disminuyó notablemente desde que se incorporó al calendario la vacuna en el primer año de vida.

 

La hepatitis B puede contraerse de manera sanguínea o sexual. Es una enfermedad que puede evolucionar a forma crónicas y producir cirrosis y cáncer hepático. La hepatitis B puede prevenirse con una vacuna que todos deben recibir y controlarse de manera muy efectiva con tratamientos antivirales. Sin embargo, esta hepatitis puede reactivarse si bajan las defensas como ocurre por ejemplo con la quimioterapia.

 

Por su parte, la hepatitis C que es la más frecuente en Argentina (la tiene alrededor del 1% de la población) evoluciona a formas crónicas en el 80%-90% de los casos y también puede producir cirrosis y cáncer hepático. Hoy la gran mayoría se curan con los nuevos tratamientos que son muy efectivos, de corta duración (8 a 12 semanas) y con muy pocos efectos adversos. Pero es fundamental conocer su existencia para abordarla con el tratamiento adecuado:

 

“Actualmente, más de 500.000 personas en Argentina viven con hepatitis B y C y sólo un 30% está diagnosticada. Esto genera dos problemas graves: el primero es el riesgo de contagiar a otras personas y el segundo es la posibilidad de que esta hepatitis evolucione con daño crónico del hígado”, explica el Dr. Luis Colombato, Staff de Hepatología del Hospital Británico.

 

En otras palabras, hay cinco cepas principales de virus que causan hepatitis: A, B, C, D y E. Juntas, las hepatitis B y C son la mayor causa de muerte, con 1,4 millones de defunciones al año. En plena pandemia de COVID-19, las hepatitis víricas siguen matando a miles de personas cada día.

 

 

 

 

 

Fuente: OMS y Hospital Británico.

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