Coronavirus: más de 4 millones de niños afectados por inundaciones devastadoras en el sur de Asia, con más riesgos ante la pandemia por COVID-19 

Las semanas de lluvias torrenciales, monzones, inundaciones generalizadas y deslizamientos de tierra en Bangladesh, India y Nepal afectaron a millones de niños y familias. Desde UNICEF se estima que más de 4 millones de niños se han visto afectados por la situación y necesitan apoyo urgente para mantenerse a salvo. «Incluso en una región tan familiarizada con el impacto devastador del clima extremo, las lluvias monzónicas, las crecientes inundaciones y los continuos deslizamientos de tierra están dificultando la vida de los niños y las familias afectadas», aseveró Jean Gough, directora regional de UNICEF para el sur de Asia.

 

Más de 700 personas han muerto y docenas están desaparecidas en los cuatro países, desde los cuales se reportan constantemente ahogamientos de niños. «Las medidas de prevención y contención de la pandemia suponen una complicación añadida, ya que los casos de COVID-19 se están multiplicando en algunas de las zonas afectadas», informaron las agencias internacionales.

 

UNICEF está trabajando sobre el terreno en estrecha coordinación con los respectivos gobiernos y aliados humanitarios para ampliar su respuesta y apoyar las necesidades inmediatas de los niños afectados y sus familias, pero la respuesta se complica por la pandemia de COVID-19 y los esfuerzos de contención y prevención asociados. Hay medidas que deben tenerse en cuenta, como el distanciamiento físico y el lavado de manos, para minimizar el riesgo de infección entre las poblaciones afectadas, especialmente entre aquellos habitantes que se encuentran en refugios de emergencia.

 

Muchas áreas permanecen inaccesibles debido a daños en carreteras, puentes, ferrocarriles y aeropuertos. Las necesidades más urgentes para los niños son agua limpia, suministros de higiene para evitar la propagación de enfermedades, suministros nutricionales y lugares seguros en los centros de evacuación en los que poder jugar. «Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 se ven agravadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos y podrían ser los problemas más importantes que afectan a los niños en el sur de Asia en este momento», dijo Gough.

 

«Se necesita con urgencia apoyo inmediato, más recursos y programas innovadores para abordar los desafíos que estas amenazas representan para los niños de la región», agregó.

 

Solo en Bangladesh, se estima que más de 2,4 millones de personas, entre las que se encuentran 1,3 millones de niños, están afectadas por las inundaciones. Más de medio millón de familias han perdido sus hogares. Las inundaciones se han producido en un momento en el que Bangladesh todavía se está recuperando del ciclón Amphan, y sus sistemas de respuesta de emergencia y salud ya estaban trabajando duro para contener la propagación del COVID-19. El país tiene ahora más de 210.000 casos confirmados.

 

Desde UNICEF se está trabajando en estrecha colaboración con los aliados gubernamentales -que lideran la respuesta a las inundaciones- y las ONG para proporcionar los suministros de agua, saneamiento e higiene que se necesitan con urgencia a los niños y las comunidades.

 

India con evacuaciones y más de cien muertos

En la India, más de 6 millones de personas -entre las que se estima que hay 2,4 millones de niños-, en Bihar, Assam, Odisha, Gujarat, Maharashtra, Madhya Pradesh, Kerala, Uttarakhand, Uttar Pradesh y Bengala Occidental se han visto afectadas por las inundaciones. Aunque estas son comunes en este período del año, este aumento generalizado a mediados de julio es inusual.

 

La Autoridad de Gestión de Desastres del Estado de Assam (ASDMA) lleva el conteo de víctimas mortales tras las lluvias torrenciales desde hace varios meses. En medio de las medidas de distanciamiento físico y confinamiento para contener la propagación del coronavirus, la región ha habilitado 456 refugios que albergan a más de 47.000 personas.

 

«Esta es la segunda ola de inundaciones que afrontamos este año en el estado y está prevista una tercera fase, por lo que de momento es impredecible estimar si ya hemos visto lo peor de esta temporada», explicó la oficial de la oficina de Gestión de Desastres.

 

En diferentes partes de Nepal, las fuertes precipitaciones del monzón han causado inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando a más de 20 distritos desde el 9 de julio. Más de 100 personas han muerto, 48 ​​están desaparecidas y se teme su fallecimiento, mientras que 87 están heridas. Más de 10.000 personas, la mitad de ellas niños, se han visto afectadas y se estima que 7.500 han tenido que abandonar sus hogares.

 

En este mismo período, en Nepal, se ha registrado también un número significativo de casos positivos de COVID-19. Hasta ahora, UNICEF ha respondido a las necesidades inmediatas de la zona central y del lejano oeste del país, donde se han producido los deslizamientos de tierra, llevando mantas, lonas, kits de higiene, cubos, tazas y pastillas potabilizadoras de agua. UNICEF está en primera línea para apoyar con la prestación de servicios de salud esenciales y relacionados con la COVID-19. Entre los planes de UNICEF también estar brindar más apoyo a las víctimas de los deslizamientos de tierra y las inundaciones.

 

 

Fuente: Mundo Extremo, con información de UNICEF

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