¿Qué es la innovación y por qué innovamos?

Cuando pensamos en innovación, en general lo asociamos inmediatamente con la tecnología, con Silicon Valley, supercomputadoras o drones que nos traen pizzas. Incluso las empresas generalmente combinan la innovación y la tecnología en un concepto casi indisoluble. Innovar no tiene que ver siempre con la Guerra de las Galaxias, a veces es cambiarse los anteojos y mirar desde otra óptica, es pensar distinto, es romper un esquema, ser diferente, es cambiar la manera de hacer las cosas, desafiar el status quo. Innovar es mirar algo y preguntarnos ¿no habrá otro modo de hacer las cosas? ¿Qué se puede cambiar? ¿cómo puedo simplificar este proceso?

 

Cuando se trata de innovación, la tecnología es un medio, últimamente ponemos tanto énfasis en la tecnología en sí misma que perdemos de vista las razones por la cual la creamos, idealizando aspiracionales donde se convierte en la solución a todos los problemas actuales, sin embargo, la tecnología es la parte más fácil de los problemas que enfrentaremos en los próximos años. Debemos buscar un poco más para encontrar realmente que nos lleva a innovar, a pensar distinto, a buscar soluciones. Si caemos en el consumo tecnológico como medio de innovación sin resolver los problemas de fondo, lamentablemente estos seguirán existiendo, las maquinas se seguirán rompiendo, los modelos de negocios fracasando, los clientes quejándose y estaremos en el mismo lugar habiendo gastado más dinero.

 

«Dale de comer a tu caballo antes de cambiarlo por un auto»

-Necesitamos un software de gestión nuevo. ¡Éste es un desastre! No tiene los impuestos argentinos, no nos deja acceder a los datos para ha­cer reportes, no tienen soporte. ¡No podemos seguir así! -le dije a Santi algún día de 1999.

Había empezado a trabajar en Officenet un año antes como gerente de Logística y me enfrentaba todo el tiempo a limitaciones del sistema a mis ideas supuestamente brillantes.

 

-Hasta que no hayamos agotado lo que se puede hacer con lo que tenemos, no es correcto comparar con otra solución. Saquémosle todo el jugo al software que tenemos, exprimámoslo, y ahí comparamos con otros -fue su respuesta». Del capítulo Cuarenta y uno del libro Soy Solo de Leo Piccioli (Si nunca leíste, escuchaste o viste a Leo, en alguno de los múltiples formatos que publica, te dejo abajo algunos de los links para encontrarlo, Leo en sus charlas y libros tiene la mayoría de esas preguntas que siempre nos hacemos).

 

Los manuscritos de Leonardo da Vinci constituyen el mayor registro de la curiosidad humana jamás creado, anotaba y dibujaba todo, desde válvulas cardíacas hasta preguntas del tipo ¿cómo funciona la lengua de un pájaro carpintero? o ¿por qué el pez en el agua es más rápido que un pájaro en el aire?. Sin embargo, fracasaba, se equivocaba (y mucho), cometía errores, se iba por la tangente, se enfrascaba en problemas matemáticos sin sentido, dejaba cuadros sin pintar. A pesar de esto, su capacidad de combinar el arte, la ciencia, la tecnología, las humanidades y la imaginación sigue resultandos una formula imperecedera para la creatividad. Al igual que Leonardo la innovación se da por una combinación de:

 

Curiosidad: Cuando uno es curioso, está abierto a pensar y entender su trabajo de forma diferente. Preguntarse «¿Por qué?» puede llevarte a direcciones nuevas y desencadenar importantes descubrimientos. La innovación se basa en una curiosidad casi infantil que nos permite mirar el mundo y sus desafíos con asombro y ganas de aprender. En el instante exacto en que dejamos de cuestionar y aceptamos las cosas como están, perdemos la oportunidad de encontrar nuevas oportunidades y nos volvemos complacientes.

 

Cuando era chico desarmaba todos los juguetes que tenía, no solo los míos sino lo de amigos y primos. Siempre pensé que era porque quería construir cosas mejores o arreglar otras (al final tenía colecciones de las partes que me sobraban). Con el tiempo, me di cuenta de que era más una exploración para entender cómo funcionaban las cosas generada por el mero hecho de la simple curiosidad o de la emoción de tratar de crear algo útil (aunque no recuerdo que lo haya logrado).

 

Cuando quieras innovar usa técnicas que fomenten la curiosidad propia y de tu equipo, observa como un principiante o un chico, desaprende lo que sepas y ponete en blanco para observar todo como la primera vez, salí de la rutina para obtener nuevas perspectivas. El proceso comienza con una observación cercana y una curiosidad sincera. Primero observa y después innova.

 

¿Qué identificaste recientemente que haya despertado tu curiosidad?

 

Las oportunidades de innovación están en todos lados, en algo inesperado, en un resultado imprevisto, en una situación inusual, una falla en algún proceso o equipo. Una solución improvisada que muestra una necesidad no cubierta. Un ¿por qué? a un proceso establecido. Busca y establece las conexiones.

 

Muchas de las innovaciones de hoy comenzaron como preguntas de ayer.

 

Creatividad: Básicamente consiste en hacer conexiones, las personas que combinan ideas de forma inesperada crean productos, procesos y servicios nuevos. Afortunadamente la creatividad se puede desarrollar y no siempre surge del pensamiento consciente, los momentos de inspiración a menudo aparecen cuando estamos haciendo otra cosa. Esto pasa porque a la parte inconsciente de nuestras mentes le encanta establecer conexiones creativas. Si querés ponerla a trabajar: salí a caminar, hace deporte, apaga el teléfono, cambia de tarea o déjala un rato, busca un hobbie. No te limites en hablar de ideas, movete, las grandes ideas surgen de ver e interactuar físicamente con los conceptos, trata de esbozarla, dibujarla o crear un mapa mental.

 

Muchas veces la innovación surge de combinar ideas y perspectivas de forma práctica e inesperada. Inspirate en otras industrias ¿cómo lo hacen en otro negocio? ¿Si combinamos productos o servicios para construir algo nuevo? ¿Si comenzamos primero con el resultado para luego diseñar el proceso?, dale la vuelta al guion, imagínate algunos aspectos de tu trabajo en términos opuestos. ¿Qué podría desarrollar en la mitad del tiempo? ¿Cómo simplificaría los procesos? Estas son algunas formas que nos permiten cambiar los anteojos para ver los problemas desde otra perspectiva. No le tengas miedo a las situaciones difíciles, las complicaciones nos enfocan y nos ayudan a utilizar los recursos con más imaginación.

 

Cuando nos vemos obligados a improvisar, nos volvemos más flexibles.

 

Una de las cosas que aprendí cuando traté de desarrollar una app es el concepto de MVP (Producto Mínimo Viable), esto es algo muy común en la industria del software y se trata de producir solo lo indispensable. Este producto básico se puede probar, cambiar y perfeccionar rápidamente, buscando entender lo que el cliente quiere o necesita de forma rápida y ayuda a identificar las características imprescindibles, evitando que el perfeccionismo del producto ideal paralice el proceso de creación.

 

¿Si tuvieras que hacer un MVP de tu idea cómo sería?

 

Riesgos: Para innovar, hay que asumir riesgos, experimentar, fallar, probar y repetir, hay que tirar el manual y hacerlo de otra forma. La capacidad de resiliencia para continuar ideando, experimentando y fracasando es el factor clave para la innovación. Los riesgos tienen que ser inteligentes, para eso definí que estás buscando, planifica los recursos e identifica cuáles son los resultados valiosos, no asumas riesgos innecesarios o de seguridad. Si un riesgo no produce el resultado esperado, analiza lo que no funcionó, lo que sirvió e inténtalo de nuevo. No hay nada más arriesgado que no hacer nada, hay que perseguir las oportunidades, dejar de buscar soluciones con lo que nos parece familiar. Hacer las cosas como siempre no ofrece seguridad, los clientes evolucionan, la sociedad cambia, los competidores mejoran. Seguir como siempre implica quedarse atrás, como Alicia no hay que dejar de correr.

 

La diferencia entre los grandes innovadores y el resto es la disposición para arriesgarse y explorar, para silenciar a tu crítico interior, replanteate cómo pensas y hablas del riesgo, enfócate en dudar de las ideas y posibilidades y no de tu capacidad para desempeñarte.

 

Silencia a tu crítico interior

Siempre conviene plantear la innovación en pasos incrementales y no un gran salto al vacío, esta es la mejor forma de reducir los riesgos y corregir el proceso. Se aprende más rápido, se puede ir probando y modificando con agilidad (un MVP de ideas!). Si estas esperando el momento perfecto, siempre será demasiado tarde. Como en un loop infinito, la innovación se trata de iterar: intentar, equivocarse, corregir, perfeccionar, repetir.

 

No te rindas si las cosas no salen, adáptate, improvisa e inténtalo otra vez. La innovación exige resiliencia.

 

Colaboración: La innovación es el resultado del esfuerzo combinado de muchas personas. Y como todo lo que implica muchas personas, no es fácil. Sobre todo, porque las ideas más innovadoras casi siempre se encuentran en equipos diversos. La combinación de personas con diferentes perfiles, perspectivas y experiencia genera discusiones más enriquecedoras y evita la visión de túnel. Si solo colaboramos con personas de perfiles similares al nuestro, es probable que aparezcan muchos puntos ciegos, pensá en personas cuyas fortalezas complementen las tuyas. No siempre es necesario salir a buscar el talento afuera, todas las organizaciones o empresas tienen muchísimos conocimientos y destrezas sin explotar. Aprovecha el talento oculto de tu empresa, crea redes de colaboración con personas de diferentes departamentos, con variedad de conocimientos y experiencias de vida. Cuando las personas se mezclan e intercambian información la innovación avanza muy rápidamente, lanza la red tan lejos como puedas, la innovación no es solo responsabilidad del depto de i+d, de tecnología o de marketing. Cuando uno está muy apegado a sus ideas, es fácil que deje escapar información u oportunidades que personas ajenas podría identificar fácilmente, hay que romper los silos entre departamentos.

 

No te imagines el proceso de colaboración y de innovación como un proceso cómodo y tranquilo, es probable que ocurra con cierta fricción y momentos incómodos. Cuando los equipos están formados por personas de perfiles diversos hay que ser consciente de los temores comunes que se pueden desencadenar, las emociones y experiencias puestas sobre la mesa, el hecho de perder el control sobre una idea, sentirse juzgado, lidiar con la incertidumbre. Para que el proceso sea productivo todas las personas tienen que tener buenas intenciones y perseguir el mismo resultado, un mejor producto, proceso o servicio. Si perseveran juntos, las ventajas terminarán por superar los inconvenientes.

 

Resumen: La innovación es una perspectiva y un proceso centrado en el ser humano, requiere curiosidad, creatividad, experimentación, equivocación, iteración, un equipo diverso, tomar riesgos, el deseo de aprender y mejorar. La tecnología es un medio útil y poderoso que nos permite experimentar en forma más rápida, eficiente y reduciendo el riesgo. A veces la innovación es muy simple, soluciones a problemas que no se habían pensado antes o que nadie había visto. A veces la innovación es en realidad el reciclaje y redescubrimiento de ideas existentes aplicadas a otro contexto o en otra época. Hasta ahora, la inteligencia humana es el único driver de la innovación. Tal vez en un futuro cercano, hombre y maquina se integren y todo cambie de maneras que no podemos imaginar o predecir. Pero por ahora seguiremos desarmando autos a control remoto para satisfacer nuestra curiosidad de encontrar ese pequeño motor que lo mueve y ese impulso de innovar porque eso nos hace un poco mejores.

 

 

Por Rodolfo Kramer (*)

(*) Ingeniero en Materiales recibido en la CNEA con un MBA en la UADE Business School.

Trabajó en el departamento de Integridad en Shell y luego en YPF donde ocupó diferentes puestos dentro del área técnica de proyectos de Upstream y Downstream desde el año 2017.

Es Gerente del Departamento de Gestión de Activos donde trabaja con las áreas de Confiabilidad, Integridad, Mantenimiento y Almacenes de los Centros Industriales y Logística de YPF.

Contacto: [email protected]

Ilustración: Sebastián Hidalgo

@sebahidalgook

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas