El “Día del Pequeño Gran Gesto” es una invitación para cada uno de nosotros a realizar un acto solidario concreto. Cualquiera, el que cada uno elija.
Bajo el lema “Dibujá una sonrisa”, esta cruzada busca que cada uno, a su libre elección, se comprometa con la misión de hacer algo por la comunidad, por el prójimo, por los demás, por quien lo necesita, a través de una ayuda específica o espiritual, cambiándole de alguna manera su día y quizás también su vida.
El 19 de julio de otros años, miles de “pequeños grandes gestos” se realizaron en diferentes lugares del mundo: desde las clásicas donaciones de ropa de abrigo, útiles escolares y alimentos no perecederos, gente que se sumó ese día a participar como voluntaria de una ONG, barrios que se organizaron para limpiar sus plazas y espacios públicos, vecinos que fueron a compartir una tarde de dulces y charla con los abuelos de un asilo, algunos que se animaron a plantar árboles, a donar sangre, sumarse como donantes de órganos, otros eligieron ese día para pedir perdón a alguien o bien para perdonar, para llamar a un conocido que estaba solo y que con ese llamado le alegraron el día o la semana… Estos son sólo algunos de los tantos pequeños gestos realizados para celebrar este día, donde todos estamos invitados a dibujar una sonrisa en alguien más. Se puede ayudar mucho con al algo muy pequeño, sólo hay que proponérselo y hacerlo.
La razón de esta iniciativa es que justamente son estos pequeños gestos los que hacen grande a una persona. A veces por distintas causas, sumadas a la vorágine de esta época en la que vivimos inmersos, relegamos tiempo a la posibilidad de realizar alguna actividad solidaria concreta. Elegir un día determinado para proponernos hacer algo por los demás permite planificar la tarea, enfocarnos en la necesidad y poner manos a la obra. El resultado, sin dudas, será encontrar al día siguiente un mundo un poquito mejor, habiendo colaborado para ello.
Ya se han registrado más de 100 entidades y cerca de 2000 personas comprometiéndose de este modo a participar de esta jornada.
Si asumimos este compromiso con firmeza, responsabilidad, permanencia y verdadero espíritu solidario, la primera sonrisa a dibujar será la de nosotros mismos.
Por eso estamos todos invitados este 19 de julio a realizar un pequeño gran gesto por alguien que lo necesite. Cualquiera. El que cada uno elija. Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor y descubrir a quién podemos dibujar una sonrisa ese día, para así, entre todos, construir un mundo un poquito mejor.
Fuente: encuentos.com