Especial de Misiones Online (Cap. IX): La historia desconocida del día en que las tropas de Andresito pelearon contra las de Belgrano

Era una calurosa jornada de verano, ideal como para zambullirse en las aguas transparentes del Río Tercero, allá en la frontera misma entre Córdoba y Santa Fe, a más de 1200 kilómetros de la actual Posadas. Sobre la margen izquierda de aquel río, en un recodo denominado La Herradura, 700 hombres pertenecientes al ejército del Directorio de Buenos Aires ni siquiera podían soñar con un chapuzón refrescante. Es que frente a ellos ya asomaban los cerca de 1.500 soldados de la Liga de los Pueblos Libres. Las plácidas aguas del Río Tercero serán el escenario de la batalla de La Herradura, el 18 de febrero de 1819, el día en que las tropas de Andresito pelearon contra las de Belgrano.

 

Esta historia, prácticamente desconocida, sorprende e inquieta. ¿Cómo puede ser que nuestro héroe provincial haya sido enemigo de Belgrano, aquel humanista maravilloso de la revolución y la independencia? ¿Es posible que Belgrano, quizás el prócer más querido por la población argentina, fuera enemigo de Misiones? La respuesta es que sí, que hubo un día, específicamente el 18 de febrero de 1819, en que las fuerzas misioneras combatieron contra el ejército de Belgrano.

 

En la nota de la semana anterior, del Especial de Misiones Online (Cap. VIII) sobre Belgrano en Misiones, contextualizamos los motivos del conflicto entre Belgrano y José Artigas. En la presente edición veremos los detalles de aquel día, el día en que Andresito se enfrentó con Belgrano.

Andrés Guacurarí y Artigas, óleo de Hugo Viera.

La expansión de los guaraní-misioneros

Para fines de 1818, las tropas guaraní-misioneras que respondían al Comandante General de Misiones Andrés Guacurarí y Artigas gobernaban dos provincias, las de Misiones y Corrientes, controlaban parte de la navegación del río Paraná gracias a la escuadra liderada por el irlandés Peter Campbell y enviaban un contingente de, por lo
menos, 400 soldados a Santa Fe, en apoyo del gobernador Estanislao López. Si nos detenemos por un instante sobre el mapa del litoral veremos que se trata de un instante de expansión de las fuerzas misioneras. La realidad era un poco más compleja.

 

Es cierto que la influencia de Andresito y sus tropas en 1818/1819 era importante e influyente en el escenario litoraleño. Al mismo tiempo eran el reflejo del deterioro y la creciente debilidad de la Liga de los Pueblos Libres, asolada por las fuerzas luso-brasileñas y cercada por los ejércitos de Buenos Aires. Cuanto más se debilitaba el poder de Artigas, más importancia cobraban las tropas misioneras, esas que lo seguirán con lealtad hasta su exilio en el Paraguay.

 

En la medida en que las tensiones entre el Directorio y la Liga se ahondaron, la provincia de Santa Fe se convirtió en un amplio campo de batalla. Por un lado, porque era la única provincia de este lado de los grandes ríos Paraná y Uruguay, que se constituían en una defensa natural para las provincias mesopotámicas. Por otro lado, porque era la vía de comunicación entre Buenos Aires y las provincias del centro y noroeste, debido al control que los pueblos originarios tenían sobre el actual sur santafesino y cordobés.

En la foto, la escultura de Peter Campbell junto a la de Andresito en la costanera de la ciudad de Corrientes (Gentileza diario Época). En el dibujo, Estanislao López, arte de Charles Pellegrini, litografía de César Becle.

 

El Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón buscará por todos los medios derrotar al gobernador santafesino Estanislao López, al que cercará de ejércitos remitidos tanto desde Buenos Aires como desde el ejército del Norte. El general de estas tropas, que desde 1815 se encontraban acuarteladas en Tucumán, era el mismísimo Belgrano. Durante 1818, el creador de la bandera desprendió dos contingentes hacia Córdoba, a los que colocó bajo el mando de Juan Bautista Bustos. Entre los movilizados había oficiales héroes de la independencia, como José María Paz y Gregorio Aráoz de Lamadrid. Descontando a los Granaderos de San Martín, por entonces empeñados en terminar con los realistas en Chile, las tropas reunidas en La Herradura eran las mejores que existían en el ámbito rioplatense. Contra esas tropas pelearán nuestros soldados misioneros.

Documentos de la historia

 

Esta historia, sobre la que apenas existían referencias periféricas y secundarias, comenzó a develarse hace unos meses, gracias a la publicación de documentos inéditos obrantes en el Archivo General de la Provincia de Santa Fe (ver nota relacionada: Papeles en el tiempo). Se trata de los listados de tropas pertenecientes al “Ejército de Guaraníes Occidentales” revistados en el cuartel santafesino, en abril de 1819, y confirman, en forma indubitable, la presencia de soldados guaraní-misioneros en aquella provincia.

 

Papeles en el tiempo

 

Estos listados consignan 184 nombres de soldados de aquel ejército enviado por Andresito en apoyo de Santa Fe y fueron la base para la reconstrucción de la campaña que llevó a los misioneros a enfrentarse con las tropas belgranianas. A modo de resumen, a fines de 1818 Guacurarí envió a Santa Fe a unos 400 soldados al mando del
Comandante Francisco Sití, junto a la escuadra de Campbell. Estas tropas se integraron al ejército santafesino, que se componía con tropas locales, pero también con hombres de Entre Ríos, Corrientes, la Banda Oriental y, lo dicho, de Misiones. Al mando de López, el ejército marchó hacia la frontera con Córdoba, en donde se produjo la batalla
de La Herradura. (Ver nota relacionada: “Matarlo como un tigre”)

“Matarlo como un tigre”

La influencia de Andresito en la región era importantísima, tan es así que el gobernador santafesino hizo circular una proclama en la que enfatizaba que “Solo el valiente Comandante General de las Fuerzas Occidentales Guaraníes Ciudadano Andrés Artigas tiene en aptitud 2500 bravos capaces de contrastar estos solos, todos esos regimientos de tristes soldados, instrumentos débiles de desolación y exterminio”. Si bien los datos de soldados era un tanto exagerada, queda clara la confianza que los líderes de la Liga tenían en el poderío del comandante misionero.

 

Antes de partir, Andresito publicó un mensaje destinado tanto a su tropa como a toda la población. En ella se destaca, una vez más, la convicción y la claridad ideológica del discurso del comandante. Asimismo, se evidencia el sentido de la historicidad sobre los hechos que estaban protagonizando, cuando conmina a sus soldados a “…que vuestra conducta, en adelante no se despreciada; haced sí que sea recogida por la Historia y que al despertar la remota posteridad se diga de vosotros: fueron a proteger las virtudes Sagradas de nuestra Santa Libertad”.

 

Con esos objetivos marcharon las tropas misioneras a Santa Fe, se sumaron al ejército de López y pelearon en La Herradura. Pelearon contra las tropas del Directorio. Las tropas que Belgrano había remitido desde el ejército del Norte para acabar con el artiguismo. El artiguismo que defenderán Sití y sus hombres aquel 18 de febrero, el día en que los soldados de Andresito pelearon contra los de Belgrano.

 

 

Por Pablo Camogli 

Foto de portada: Dibujo de Manuel Belgrano con la bandera Argentina, por Carlos Moreno, en Instituto Nacional Belgraniano.

 

(*) Camogli es licenciado en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y magister en cultura guaraní-jesuita por la Facultad de Arte y Diseño de Oberá. Además, es autor de 8 libros sobre historia argentina para las editoriales Aguilar y Planeta y es autor de manuales escolares para editorial Kapelusz. Actualmente dirige el sitio www.misionestienehistoria.com.ar

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