El hecho se produjo en una vivienda de pasaje 514 al 6400 de la ciudad santafesina. El hombre, que tenía varias denuncias por violencia de género, está prófugo. La vivienda quedó destruida.
Un hombre que mantenía profundos problemas de pareja con su exesposa le prendió fuego a la casa de la mujer en barrio Las Flores de Rosario, provocando pérdidas totales. Ahora, está prófugo y es intensamente buscado por la policía.
El hecho se produjo alrededor del mediodía en pasaje 514 al 6400, entre Caña de Ambar y pasaje 509, cuando los vecinos alertaron a los bomberos por la presencia de fuego en una casa de pasillo que era ocupada por una mujer de 34 años, de nombre Ingrid, y sus cuatro hijos, dos nenas de 18 y 6 años, y dos varones, de 9 y 11.
Un sobrino de la mujer -quien prefirió mantener en reserva su identidad- manifestó a La Capital que el hecho se produjo cerca del mediodía: «Afortunadamente mi tía y los chicos no estaban. Ella hacía unos minutos se había ido a realizar una denuncia a la comisaría 32ª» y allí comenzó a destejer una historia de violencia entre los integrantes de la pareja.
El joven comentó que Ingrid y su compañero -a quien identificó como Jonathan A.- «se vivían peleando. Incluso él llegó a aplicarle una puñalada en la espalda. La vivía amenazando, le decía que la iba a matar, que le iba a prender fuego a la casa» y hasta habría amenazado con matar a la madre de la muchacha.
También dijo que su tía había realizado varias denuncias -una hermana de la mujer dijo en Telefe Rosario que había efectuado por lo menos tres- pero que nunca le habían hecho caso.
«Hoy, cuando mi tía se iba a la comisaría a denunciarlo, él se acercó a hablar con mi abuela -la madre del agresor vive frente a la vivienda incendiada- y le dijo que le iba a prender fuego a la casa de mi tía y también la amenazó de muerte. Al final se salió con la suya. No sabemos si usó nafta o kerosén pero de la casa no quedó nada», contó el muchacho, quien recordó que debido a los incidentes permanentes que vivía la pareja, su tía había decidido irse unos días a la casa de una hermana en la zona norte de Rosario.
«No sé si tenía las llaves de la casa, pero la puerta esa que se ve por televisión -la de entrada a la vivienda, de color blanco- no era demasiado segura. Lo que esperamos es que con esto que pasó se haga justicia», dijo.
Fuente: La Capital de Rosario
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