¿Por qué nos resistimos al cambio?

Ejemplos de resistencia al cambio.

James Bond es enviado a Jamaica para investigar la desaparición de otro agente británico. El rastro lo lleva a la base subterránea del Dr. Julius No, quien está conspirando para interrumpir un lanzamiento espacial tripulado norteamericano desde Cabo Cañaveral con un arma de ondas de radio.

 

Una vez ahí, en una cena organizada por el Dr. No, Bond se entera de su diabólico plan: sabotear naves espaciales en órbita del Proyecto Mercury en Cabo Cañaveral para dominar al mundo y causar un caos mundial. El Dr. No intenta reclutar a Bond pero falla, Honey es secuestrada y Bond después de ser torturado es puesto en una celda de la que logra escapar con dificultad.

 

Bond logra infiltrarse en el centro de operaciones del Dr. No, disfrazándose de uno de los trabajadores del complejo y provocando una sobrecarga del reactor nuclear, tras luchar con el Dr. No y haciéndolo caer en el reactor nuclear (del cuál no puede salir debido a sus manos metálicas). Bond destruye el plan maestro de Dr. No y su base de operaciones, logra rescatar a Honey y huyen de la isla. (Resumen de la película El satánico Dr. Producida por Albert R. Broccoli y Harry Saltzman en 1962)(1)

 

Lamentablemente a pesar de esta clásica lucha el Dr. NO, no murió, se hizo más fuerte y se expandió por todos lados, hoy está presente en todos nosotros, en nuestras organizaciones, en nuestro día a día. Sigue siendo igual de estratégico, ya que no aparece de frente, se esconde detrás de argumentos como NO se puede, eso NO va a funcionar, siempre lo hicimos así NO hace falta cambiar… NO NO No no..

 

Las organizaciones de hoy no fueron diseñadas para el cambio y adaptarse de manera proactiva, fueron creadas a través de sistemas rígidos para buscar productividad, disciplina y eficiencia a través de la jerarquía y la rutina. Esto deja como resultado, un desajuste entre el ritmo de cambio del entorno externo y el de la mayoría de las organizaciones. En el artículo “Gestión del cambio”(2) vimos algunas herramientas para gestionar el cambio en nuestra organizaciones, pero ¿por qué nos cuesta tanto cambiar en lo personal???

 

Básicamente porque cambiar es aterrador y desafiante. Todos tenemos miedo a lo desconocido, con el cambio viene la incertidumbre y con la incertidumbre la ansiedad, por lo que es mucho más fácil mantener los hábitos existentes. Probar algo nuevo significa que existe la posibilidad de fracasar y desde chicos nos condicionamos con que el fracaso es algo malo, por esto la mayoría de las personas prefieren permanecer en su zona de confort en vez de aventurarse hacia territorios desconocidos. Pero…. ¿por qué? En el artículo “Why is it so difficult to make people change their minds?” del medical News Today (3), explican que: “es el hecho de que nuestros cerebros ignoran la fuerza o la urgencia de las ideas que contradicen las nuestras, lo que puede explicar por qué es probable que tantas personas persistan en creencias erróneas, estableciendo una brecha entre ellos y las personas con diferentes ideas y sistemas de creencias.”

 

«Descubrimos que cuando las personas no están de acuerdo, sus cerebros no pueden codificar la calidad de la opinión de la otra persona, dándoles menos razones para cambiar de opinión».

 

Entonces además de los factores como la incertidumbre, el cambio de rutina, el miedo a lo desconocido, la pérdida de poder o de control, la ansiedad, etc. nuestros cerebros tienen un sesgo cognitivo que trata de mantenerse aferrado a nuestro sistema de creencias y tendemos a anular ideas o visiones diferentes a la nuestras. Sin embargo, si lo pensamos bien la resistencia al cambio no es del todo mala (todo super villano tiene su lado bueno) ya que nos obliga a analizar cuidadosamente la necesidad de cambiar. El rechazo natural al cambio evita el hecho de cambiar por cambiar y nos fuerza hacer un análisis profundo de nuestra gestión antes de iniciar el proceso ¿Este cambio genera un crecimiento significativo? ¿Vale la pena cambiar de software?,¿estamos explotando al máximo el que tenemos?, etc. Esto ayuda a garantizar que los recursos no se destinen a iniciativas que no tengan un beneficio claro.

 

Sin lugar a dudas el Dr. No hizo muy bien su trabajo, entonces ¿cómo lo podemos combatir?

 

Ya vimos que resistirse al cambio es un comportamiento natural por lo que debemos aceptarlo, esto nos ayuda a estar atentos para identificar y poder trabajar en las creencias limitantes que debemos cambiar y así reconfigurarnos para dejar de resistir el proceso. Si bien esto es algo muy personal, las emociones pueden ayudarnos a identificar qué tipos de pensamientos tenemos y luego analizar la raíz de la resistencia con preguntas del tipo ¿A qué me estoy resistiendo? ¿por qué?. Este es un ejercicio de profunda introversión por lo que debe ser hecho a conciencia y de la forma más sincera posible. En general las respuestas están en una de dos dimensiones, las que podemos controlar y las que no. Si bien esto es un pensamiento Estoico, es necesario concentrarnos en lo que podemos controlar para identificar el cómo, preocuparse por lo que no se puede controlar genera stress y ansiedad.

 

Todos nos resistimos de alguna manera al cambio, un buen punto de partida es preguntarse ¿Por qué?.

 

Incluso las personas que están seguras de que disfrutan del cambio lo encuentran como un gran desafío si ocurre en el trabajo. Todos lo procesamos de maneras diferentes, algunas personas tratan de reducir riesgos y proteger lo que funciona, otras una vez derribada la primera barrera impulsan el cambio y exploran opciones, otras directamente se resisten, etc. Una vez que logramos entender porque nos resistimos hay que encontrar las palancas dentro de esta resistencia que nos den la fuerza para cambiar.

Encontrar palancas que nos impulsen a cambiar dentro de nuestra propia resistencia.

Si bien en las organizaciones de hoy el cambio es algo cada vez mas frecuente, es un proceso temporal. Cambiar significa alejarse del pasado, de nuestras creencias, experiencias y capacidades hacia un futuro desconocido. Como es un efecto situacional, la resistencia ocurre durante esta transición, una vez implementado no queda otra que comenzar en la nueva realidad. Si aprovechamos esta transición para cambiar la perspectiva, hacia actitudes que nos impulsen, como: “este cambio me puede generar oportunidades de aprender algo nuevo” o “¿esta es la puerta hacia una nueva oportunidad?”, podremos reconectar rápidamente con nuestro sistema interno y con el nuevo entorno. Con mucha frecuencia, las personas se centran en lo que pueden perder en lugar de lo que pueden ganar.

 

En general no le tenemos miedo al cambio, tenemos miedo a perder algo en el proceso. Hay que cambiar la visión y enfocarla hacia las nuevas posibilidades y ventajas que aparecen.

 

A la larga, nos guste o no el cambio va a suceder, así que resistirse es inútil, hay que aprovechar el proceso para aprender, equivocarnos tanto como podamos, mantenernos vigentes en nuestras profesiones e industrias, mantener la curiosidad. Resistir el cambio es resistir la realidad, hay que adoptar una mentalidad de aprendizaje y sacar lo mejor del proceso, adaptarnos, aceptar el cambio como un proceso más en lugar de tratar de controlarlo y disfrutar la oportunidad de transitarlo.

Adoptar una mentalidad de aprendizaje preparándonos para el futuro.

Si algo nos enseño la película “El Origen”(4) es que la mejor técnica para cambiar un pensamiento es insertar una pequeña duda en nuestro sistema de creencias. Es muy difícil aceptar «todo» el cambio en un primer momento (sobre todo en procesos de transformación de procesos o de empresas), para eso divídalo en partes mas pequeñas y permítanse dudar de ellas, esta es una forma mucho más fácil de digerir el proceso y se sentirá menos drástico, sobre todo para aquellos que necesiten aprender nuevas habilidades, procesos o manejar nueva información. De esta forma es menos probable que nos resistamos, hay que evitar las sorpresas generadas por imposiciones o que dificulten la aceptación.

 

Genere las semillas de cambio en su sistema de creencias antes de que empiece el proceso. Divídanlo en tantas partes como sea necesario para asimilarlo de la mejor manera posible.

 

Nuestro sentido de autodeterminación es en general lo primero que debemos revisar cuando nos enfrentamos a un cambio que provenga de otra persona. El cambio trae algo diferente que nos sacude la conciencia de maneras incómodas, demasiadas cosas diferentes tienden a distraer o confundir. Reduzca al máximo la cantidad de diferencias e interferencias no relacionadas con el proceso central. Permanezca enfocado en las cosas importantes evitando los factores que lo desvíen del objetivo.

 

Manténganse enfocado en el proceso, evitando al máximo las interferencias externas.

Vencer al Dr No es más complejo de lo que esperábamos. Si bien no es necesario tirarlo dentro de un reactor nuclear (lo que sería más fácil), nos lleva a un profundo proceso de autoconocimiento, que nos motiva, que nos preocupa, cuales son nuestras creencias, nuestros valores y principios. Nos fuerza aprender a reconocer que factores crean focos de resistencia en nosotros y por qué. Es un desafío grande y complejo poder entender porque nos resistimos, pero una vez que lo logramos se vuelve mucho más fácil cambiar la perspectiva e identificar cómo hacer para que el proceso funcione.

 

No tendremos los trajes ni las armas de James Bond, pero tenemos un arma mucho más poderosa que es poder manejar nuestro sistema de creencias y adaptarnos a un entorno en constante cambio, no estaremos salvando al mundo, pero podemos hacer que las cosas funcionen!!! Mi nombre es Kramer, Rodolfo Kramer y como siempre espero tus comentarios. ¡Hasta la próxima!

 

 

Referencias

1-     https://es.wikipedia.org/wiki/Dr._No_(pel%C3%ADcula)

2-     https://www.linkedin.com/pulse/gesti%25C3%25B3n-del-cambio-rodolfo-kramer-mba/?trackingId=eyDEU2Aen5z8VIo1M5IYtA%3D%3D

3-     https://www.medicalnewstoday.com/articles/327341

4-     https://es.wikipedia.org/wiki/Inception

 

 

 

 

Por Rodolfo Kramer (*)

(*) Ingeniero en Materiales recibido en la CNEA con un MBA en la UADE Business School.

Trabajó en el departamento de Integridad en Shell y luego en YPF donde ocupó diferentes puestos dentro del área técnica de proyectos de Upstream y Downstream desde el año 2017.

Es Gerente del Departamento de Gestión de Activos donde trabaja con las áreas de Confiabilidad, Integridad, Mantenimiento y Almacenes de los Centros Industriales y Logística de YPF.

Contacto: [email protected]

Ilustración: Sebastián Hidalgo

@sebahidalgook

 

 

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