«Creo que cometí un error», fueron las últimas palabras de un joven de 30 años que murió por coronavirus en San Antonio, estado de Texas, Estados Unidos. La víctima asistió a una «fiesta COVID-19», organizada por contagiados, para infectarse, generar anticuerpos y mostrar que el virus no es tan grave.
Jane Appleby, directora médica de Methodist Hospital y Methodist Children’s Hospital, informó que el joven fue a ese evento, según News4 San Antonio. Poco antes de morir por coronavirus, el paciente llegó a reconocérselo: «Creo que cometí un error, pensé que todo era una mentira, pero no».
Appleby no reveló la identidad, pero contó su historia para concientizar a los que aún descreen: «El virus es serio y se transmite fácilmente».ABC News publicó que solo en San Antonio hay 18.000 infectados: 1.200 están internados. Casi la mitad de los enfermos tiene menos de 39 años.
El gobernador Greg Abbott reactivó en mayo de manera rápida y agresiva la economía, pero en julio dio marcha atrás por un gran rebrote.
Tras la «fiesta COVID-19», la doctora les advirtió a los que todavía no creen en la pandemia: «El virus no discrimina y ninguno de nosotros es invencible».