Organización Mundial de la Salud: en la pandemia creció el maltrato hacia los abuelos

Tanto la Organización Mundial de la Salud,  como la ONU y especialistas alertaron sobre esta problemática que se representa en todo tipo de violencia física, sexual, psicológica o emocional contra los adultos mayores.

El maltrato a las personas mayores es un problema social que existe en todo el mundo, aunque pocas veces es denunciado. Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto.

Los pocos estudios que abarcan esta problemática revelan que el maltrato hacia las personas mayores se observa en todas las clases sociales y en cualquier nivel socioeconómico. En más de la mitad de los casos, los maltratadores son los hijos y en el 10% están implicados los cónyuges.

Este tipo de maltrato tiene una correlación con el estado de salud de la persona que lo sufre. De esta manera, el maltrato físico, psicológico y económico se da más en personas mayores con autonomía; por su parte, la negligencia o el abandono tienen mayor incidencia en personas con una dependencia en aseo personal, alimentación o control de esfínteres.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud informó que, en el último año, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios.

Asimismo, revelaron que las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración: dos de cada tres trabajadores de estas instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año.

«La negligencia por parte de sus cuidadores es la causa más frecuente de maltrato a los adultos mayores. No prestarles la atención ni los cuidados que necesitan en esta etapa de la vida favorece los accidentes y los problemas de salud de diversa índole. Es importante destacar que la tendencia general de este grupo etario es no reclamar, no pedir ayuda en forma directa.

 

El sentimiento de sentirse una carga para los otros es casi la regla. Por esa razón, aquellos que se ocupan de su cuidado deben ejercer una estrecha vigilancia de sus necesidades e intentar satisfacerlas sin que se note demasiado. Tratar de evitar que la ayuda de los otros, que sin lugar a dudas la necesitan, sea vivida como un sentimiento de caridad, como una obligación», explica el doctor Eduardo Silvestre (MN 57.969), divulgador científico de Grupo Medihome.

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