Efectos de la cuarentena: seis de cada diez adolescentes del NEA tuvo cambios de humor, mientras que el 40% de ellos sintió más ganas de comer

El estudio presentado por el Colegio de Nutricionistas de Misiones, que se trabajó articuladamente con entidades de Formosa, Chaco y Corrientes, concluyó que en esta temporada la mayoría de los adolescentes mantuvo su dieta alta en carbohidratos. No obstante, más del 60% de ellos se percibe con un aumento de peso, a pesar de que afirman haber mantenido la actividad física.

 

La secretaria del Colegio de Nutricionistas de Misiones MP 150  y nutricionista del Ministerio de Desarrollo Social, Florencia Córdoba, señaló que el estudio realizado en conjunto con el Colegio de Nutricionistas de la Provincia del Chaco, Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Corrientes y la Asociación Formoseña de Graduados en Nutrición.

 

Si bien un buen grupo de muchachos tuvo más ganas de comer, no hubo cambios significativos en la alimentación, pero según Córdoba, esto no quiere decir que sea buena la alimentación, sino que evidentemente tenían una alimentación que no cubre con las recomendaciones en cuanto a frutas, verduras, lácteos y agua. «Durante el aislamiento ellos mantuvieron este tipo de alimentación».

 

Consumo de alimentos

 

 

 

No obstante, lo positivo de este estudio es que la mayoría optó por continuar realizando actividad física en el hogar y también se vio una disminución en el consumo de alcohol en este grupo etareo.«El adolescente suele consumir el alcohol cuando está en las salidas sociales y al dejar de salir entonces baja el consumo».

 

Consumo de alcohol

 

 

Si bien mantuvieron la actividad física (64.8%), Cordoba consideró que «depende del gasto calórico. Si hacían crossfit y ahora practican alguna gimnasia puede que el gasto calórico no sea el mismo. El adolescente suele estar activo todo el día y de repente reducir la actividad a menos tiempo también reduce el gasto de las calorías».

 

En relación a la alimentación, señaló que no variaron la dieta. «Cuando inicia la pandemia, la mayoría de los adultos que hacen las compras reforzó la provisión en el hogar pero con alimentos como arroz, fideo, lentejas, ese tipo de alimentos y eso sumado al principio de la cuarentena que demanda comprar, lavar y desinfectar las frutas y las verduras y eso hace que en algunos hogares tengan algún tipo de distanciamiento o rechazo al consumo de esos alimentos, ahora estamos más acostumbrados, pero al principio de la pandemia sí se vio esa tendencia».

 

Con respecto al aislamiento el 67% refirió haber presentado cambios de humor, el 40% un aumento de las ganas de comer y el 59% refirió dormir más horas por día que antes del aislamiento.

 

 

Añadió que solo el 30% de los adolescentes encuestados tiene oferta de alimentación saludable en las escuelas y la mayoría no recibe educación alimentaria. «Se les preguntó si quieren recibir información sobre alimentación saludable y el 80% solicita que se les habilite educación alimentaria en las escuelas y un 92% también demanda la necesidad de alimentos saludables en el kiosko escolar».

 

La mayoría de los adolescentes encuestados percibió un aumento de peso. «Hay más una tendencia al sobrepeso que a los trastornos alimentarios. Los debe haber pero no en tanta cantidad como la tendencia al sobrepeso. Los chicos se veían rollitos y se sentían más pesados».

 

Otro aspecto positivo fue el aumento de la comida en familia, pero con respecto a las horas frente a las pantallas se pasó del 18% al 33% de adolescentes que pasan más de 5 horas frente a las mismas durante el período de aislamiento.

 

Tiempo frente a las pantallas

 

 

 

 

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