Tras anunciar que dio positivo en coronavirus, Jair Bolsonaro se quitó el barbijo y le agradeció a todos los que rezaron por él. El presidente de Brasil, tampoco respetó la distancia social mientras hablaba con un grupo de periodistas que estaban haciendo guardia a la espera del resultado.
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El mandatario, de 65 años, se tomó la situación con naturalidad, aseguró que se siente «perfectamente bien» y que seguirá trabajando. Además, contó que ya comenzó a ser tratado con hidroxicloroquina, el medicamento que tanto promovió, en combinación con Azitromicina.
Según detalló, esta combinación ya le estaría dando resultado, considerando que el lunes ingresó al hospital con 38 grados de temperatura y este mediodía ya estaba con 36.
A comienzos de la semana próxima, los médicos le harían un nuevo test. En tanto, su esposa Michelle Bolsonaro ya fue testeada y aguarda el resultado.
«Fui muy criticado por mis posiciones frente al COVID», admitió el mandatario brasileño en diálogo con la prensa local mientras informaba que está infectado. Y defendió su postura frente al manejo de la pandemia. Además, volvió a remarcar que si impone medidas estrictas el pueblo va a morir igual pero de hambre.
«El cuidado más importante lo tienen que tener las personas con factores de riesgo. Si no se trabaja la situación va a estar complicada y el efecto colateral de la economía va a ser peor que la pandemia», explicó.
Además, en diálogo con los periodistas afirmó que «no le sorprendió el resultado» porque está en contacto con mucha gente. «Soy el presidente, estoy al frente de esta lucha», asumió.
Frente a esta noticia, Bolsonaro decidió cancelar un viaje que tenía planificado a Salvador de Bahía.
DL