Yerba mate: Para el ministro del Agro de Misiones retrotraer el precio de la hoja verde “sería imposible”

Los cuestionamientos formulados por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, al incremento que se registró en los precios de la materia prima para elaborar yerba mate generaron preocupación en parte del sector productivo misionero. Al respecto, el ministro del Agro de Misiones, Sebastián Oriozabala, afirmó que sería imposible que los precios de la hoja verde se retrotrajeran o que se obligara a los productores a vender al precio oficial, muy por debajo de lo que está pagando el mercado. Planteó que el desafío es lograr que la molinería pueda trasladar esos aumentos sin que ello repercuta demasiado en las góndolas.

Sebastián Oriozabala – Radio Libertad

 

No hay forma que eso suceda para nos es una alegría que la yerba se pague lo que se está pagando porque eso repercute no sólo en los productores sino también en los tareferos y también en los secaderos, porque la canchada aumentó en la misma medida y retrotraer eso va a ser imposible”, afirmó Oriozabala en declaraciones a Radio Libertad cuando fue consultado respecto a la posibilidad de que la Nación obligue a los productores yerbateros a cobrar el precio oficial de 20 pesos por kilo de hoja verde, bastante menos que los 35 pesos que está pagando actualmente un mercado que está al borde del desabastecimiento.

 

La hipótesis de que la Nación active mecanismos como la Ley de Abastecimiento para planchar los precios surgió a partir de los dichos del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en una reunión virtual realizada la semana pasada a efectos de analizar un pedido de la molinería, sector desde el que aseguran que la suba de la materia prima destruyó su rentabilidad porque no la pueden trasladar a los precios del producto elaborado, congelado por el programa de Precios Máximos.

 

Durante la reunión, Kulfas cuestionó qué el kilo de hoja verde se esté pagando entre 30 a 35 pesos a poco más de tres meses de que los representantes de toda la cadena yerbatera lo hayan fijado en 20 pesos en el marco de la última sesión de precios del INYM. Argumentó que el combustible no aumentó y que los precios de los insumos también están controlados porque se importan a dólar oficial y que por lo tanto no habría justificativo para una suba semejante en los precios de la materia prima.

 

Oriozabala explicó que los precios de la hoja verde venían con un atraso importante producto de que en años anteriores aumentaron muy por debajo de los costos de la actividad y de la inflación. Advirtió además que el precio acordado en marzo por el INYM tampoco era realista porque al momento del acuerdo el mercado ya estaba pagando bastante por encima de 20 pesos por kilo de hoja verde.

 

Según esa lectura, la crisis por desabastecimiento que hoy afecta a la industria no fue más que el factor que permitió que los precios de la materia prima se actualizaran a valores que se ajustan mejor a la realidad del sector.

 

Pero lo que benefició a los productores, trabajadores rurales y secadores terminó perjudicando a los molineros atrapados debajo del techo de los Precios Máximos. “Lo que tenemos que ver es como readaptamos toda la cadena para que los incremento que se vayan dando tengan una repercusión en todos los eslabones. Sabemos que los productores y secaderos se vieron beneficiados, tenemos que lograr que los molineros también encuentren el equilibrio de rentabilidad para generar un beneficio íntegro a la cadena que nos beneficia a los misioneros, también al Estado que recauda. Es lo que estamos negociando con la Secretaría de Comercio de la Nación, aunque sabemos que también tenemos que cuidar el precio en góndola por eso tenemos que ser cautelosos en nuestros planteos, pero retrotraer el precio de la hoja verde es imposible”, explicó el ministro del Agro.

 

“Lo que tenemos que ver es como readaptamos toda la cadena para que los incremento que se vayan dando tengan una repercusión en todos los eslabones».

 

Para lograr lo que pretende Oriozabala, es decir que todos los eslabones de la cadena productiva yerbatera puedan recomponer sus precios sin que ello repercuta en las góndolas, resulta necesario que la cadena comercial resigne parte de su generoso margen de ganancia.

 

Uno de los grandes e históricos problemas para el sector yerbatero pasa por ahí: los que más ganan con la venta de yerba no son los productores, ni los secadores, ni los molineros y mucho menos los tareferos, los que se quedan con la parte del león son los grandes supermercados, distribuidores y mayoristas, la mayoría de los cuales no vieron ni de lejos una planta de yerba.

 

El sector lo viene planteando hace décadas, pero hasta ahora ninguna administración nacional mostró interés en resolverlo. Ni Alfonsín, ni Menem, ni De la Rua, ni Duhalde, ni Néstor, ni Cristina, ni Macri hicieron mucho por poner algo de justicia en la forma en que se reparte la torta dentro del negocio yerbatero, habrá que ver si a Alberto y a su equipo sí lo hacen.

 

JRC EP

 

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